Por otro lado, el tránsito es muy aburrido, se sabe exactamente lo que va a pasar con precisión milimétrica. Y no ocurre nada más que lo que ya se sabe de antemano. En tiempos de Juego de Tronos no parece un espectáculo muy llamativo... Salvo que le des la vuelta. Lo que resulta asombroso, si se para uno a pensarlo, es que esta cuadrilla de monos despeluchados haya podido predecir con tal precisión cosas como esa. Y no solo esa, sino que con técnicas parecidas, solo que enormemente más precisas, se descubren y analizan planetas extrasolares ¡Ahí es nada! Claro que si te fijas Mercurio es una miserable mota al lado del Sol. Y la Tierra es muy poquito más. Quizá no fuera un espectáculo emocionante, pero fue una ocasión magnífica de reflexionar sobre lo pequeños y lo grandes que somos, una excelente ocasión para tomar un poco de perspectiva.
Y para terminar de flipar con la tecnología desarrollada y la espectacularidad cósmica, el siguiente timelapse de la Nasa, hecho con imágenes del Solar Dinamic Observatory (en órbita) en diferentes longitudes de onda. Una maravilla:
La figura es de Wikipedia, y obviamente no es del tánsito de ayer, sino del de 2006.
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