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martes, 15 de julio de 2025

Resumen de un quinquenio de docencia

 En los últimos años, en verano hago un resumen en el blog de las actividades de divulgación y otro de las colaboraciones de radio. Este año lo completo con este resumen de docencia, pero no de un año sino de cinco, los que han pasado desde que tomé posesión como catedrático. Lo anterior está resumido en la documentación de la oposición, desde entonces esta ha sido la actividad:

 

Hay cuatro bloques temáticos que se mantienen, aunque cambiando algo, especialmente al modificarse el plan de estudios del máster de Ingeniería Biomédica (las asignaturas XXX desaparecieron en el cambio). Los bloques son: 

  • (I) "Aspectos básicos de la actividad investigadora", temas relacionados con lo que es la investigación y como se hace, independientemente de la disciplina de que se trate. Hay varias versiones de esos contenidos, más cortas, más largas, troceado o reunido.
  • (II) Tecnología para la discapacidad, que fue una asignatura en el Máster de Ingeniería Biomédica pero que tras su reforma en 2023 ha quedado reducido a tres sesiones en una asignatura (más neoliberal, cómo no decirlo) que se llama "Producto Sanitario". Ahí quedan 3 sesiones en las que explicar que hay una gran variabilidad humana que tener en cuenta en el diseño de productos, y que la accesibilidad cognitiva hasta obliga por normativa a evaluar diseños de interfaces de los productos.
  • (III) Tecnología de imagen médica y radiactividad, temas que tanto médicos como ingenieros biomédicos (en el grado) tienen en sus programas.
  • (IV) Diferentes aspectos de ciencia de la vida cotidiana (o no tan cotidiana a veces) en todo divulgativo para ese público creciente en las universidades que es el personal jubilado, las aulas de la experiencia

En la página de docencia del blog hay más detalles de estas asignaturas, en concreto los blogs que utilizo en cada una (y en ellos los contenidos con bastante detalle).
 

sábado, 10 de diciembre de 2022

Lo malo de la "cultura de la excelencia"

Durante unos años fui excelentísimo y mi padre, que “solo” era ilustrísimo, estaba muy contento. En tiempos del gobierno de Zapatero esos tratamientos se declararan obsoletos y dejamos de serlo. Igual por eso cuando oigo hablar de la “cultura de la excelencia” se me hace raro, de algún modo pensaba que ya nos habíamos pasado esa pantalla.

He ido a mirar en Google y bajo eso de “cultura de la excelencia” aparecen códigos de buenas prácticas bastante razonables, preocupados por la mejora continua y la satisfacción al cliente, nada raro. Pero pensándolo un poco el problema es nombre; las palabras no son inocentes.

“Excelente”, que es lo mismo que “sobresaliente”, implica que tiene que haber muchas personas que no lo son. Solo se puede sobresalir de entre la masa. Aunque para hacer las cosas bien no es imprescindible que haya muchos que lo hagan mal. Cuando se piensa en un fontanero que venga a arreglarte algo lo que esperas es un profesional competente, capaz de resolver el problema con eficacia, pero no necesitas al mejor de la ciudad. De hecho ni siquiera hay rankings de fontaneros.

Simplificando un poco podemos diferenciar dos tipos de actividades (profesiones), las “tipo fontanero” y las tipo “estrella del rock”. En las primeras, si representamos gráficamente el número de personas en función del grado de desempeño (incompetente, competente o excelente) nos saldrá una distribución normal, gaussiana. La gran mayoría de las personas tienen un desempeño promedio, competente, y hay unos pocos incompetentes y unos pocos excelentes. En las segundas, en cambio, la distribución nos saldrá tipo hipérbola, de esas que cumplen la regla de Pareto. Un 1% de los rockeros es responsable del 90% de los discos vendidos, y la inmensa mayoría de las personas que tienen una banda no viven de ella. 


Hay actividades en las que sobresalir un poco aumenta el éxito, cosa que induce una realimentación positiva (i.e. un circulo vicioso) que aumenta ese éxito. Suele pasar con las artes, si se empieza a hablar de una serie o de un grupo todos queremos verla y oírlo para estar en la conversación, y nuestra conversación hará que otros se animen al mismo consumo. Esa realimentación es la que está detrás de las distribuciones tipo Pareto. No es que los exitosos no lo merezcan, es que hay muchos que lo merecen de forma equivalente que no resultan exitosos. A ese circulo vicioso se le ha llamado “efecto Mateo”, por esa cosa de la Biblia de “tened y se os dará”.

Cuando pretendemos introducir la “cultura de la excelencia” en un centro educativo, por ejemplo, estamos creando un problema. El desempeño educativo es gaussiano, no “tipo Pareto”. Por tanto uno esperaría que la mayoría de los estudiantes resultaran competentes. Si los ponemos a competir para que unos pocos sobresalgan ¿qué pasa con la mayoría? Los que no ganen en esa competición se sentirán mediocres, incapaces. El concepto de “indefensión aprendida” está bien descrito en psicología hace años. La “cultura de la excelencia” entendida como crear un entorno competitivo que deje mucha gente indefensa es lo que me parece mal. En las profesiones artísticas o el deporte de alta competición la competitividad es intrínseca, pero en todas las actividades en que no lo es no deberíamos introducirla artificialmente.

El que haya convocatorias de proyectos de investigación con ratios de concesión inferiores al 10% es una de esas competiciones artificiales muy perniciosas. Además de dilapidar una enorme cantidad de recursos (horas de profesionales de alto nivel preparando proyectos que no se desarrollarán) genera una sensación de incompetencia en el 90% de los presentados, personas muy competentes que no lo merecen. Quizá eso nadie lo diseñó así, es el resultado de una escasa disponibilidad de fondos. Pero los gestores deberían atajar el problema y no esconderlo hacer bandera de esa nefasta “cultura de la excelencia”.

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Notas.

1.- Sobre eso de los tipos de de profesiones escribí hace mucho tiempo basándome en El Cisne Negro de N.N. Taleb. Lo he repasado hoy y aunque dice cosas interesantes, el tono y la forma de narrar no me han gustado nada. 

2.- Sobre el efecto Mateo, en el libro "Outliers" de M. Gladwell, del que también comenté hace tiempo, tiene un montón de información. También lo he repasado estos días (y este sí me ha vuelto a encantar). El capítulo primero va de esto, es impresionante como los jugadores profesionales de Hockey han nacido en enero o febrero; el efecto mateo ha realimentado el extra de fortaleza que tenían de pequeños respecto de sus compañeros de curso nacidos unos meses más tarde.

3.- Sobre la "cultura de" (que aquí es de la excelencia, pero esta semana ha sido famosa la de la violación, y hay muchas más, claro. Justo esta mañana era el tema de la tertulia de "No es un día cualquiera" en radio nacional. Sólo el filósofo (Toño Fraguas) entendía y explicaba el concepto, los demás (incluidas las intervenciones del público que han puesto) se centraban en un concepto de "cultura" idealizado, cargado de valores sólo positivos, que se corresponde con la "alta cultura" y al que le atribuían unos valores que los nazis, como bien señalo Steiner, aclararon que no es tan benéfica como se quiere pretender. 

4.- La idea de que lo contrario de "excelente" no es (o no debería ser) "mediocre" sino "competente" se la oí a Antonio Lafuente  

5.- (11 dic 22 - 12h) Tras la publicación de lo enterior y cierta discusión en Twitter, me llega este artículo de Nature (2017) sobre el tema, que lo analiza con mucha más profundidad, pero en la misma línea argumental y con conclusiones análogas:  

6.- (11 dic 22, 18h) - La entrada sigue teniendo un montón de movimiento (pasa de las 2000 lecturas ahora). Como parte de la conversación, de nuevo gracias a Francisco Rodriguez-Sánchez (un investigador excelente según las métricas al uso), llego a dos referencias más que merece la pena compartir:

The excelence quenstion. (Science 2020) 

Carmen Vela en Nature (2012) haciendo explícito el uso de la excelencia para justificar recortes "Turn Spain´s budget crisis into an opportunity". https://www.nature.com/articles/486007a


sábado, 2 de julio de 2022

Investigadores ante las "Fake News". Doctorales Iberus

El Campus Iberus organiza desde hace años unas jornadas doctorales en Jaca. A mi me invitaron a participar como conferenciante en varias ediciones, pero hacía tres o cuatro que no iba. En este curso 21-22 la organización decidió reunir a los directores de las escuelas que pusieron en marcha esas jornadas. Y aunque yo nunca fui director, me hicieron extensiva la invitación, algo que agradezco muchísimo.

La excusa para reunirnos fue una mesa redonda sobre los investigadores ante las “fake news”. Que fuera una excusa no quita para que resultara una sesión excelente. Comenzando porque las fake news existen desde la épocas remotas hasta su influencia en el márquetin, la alimentación o en la química. Mi intervención fue la final, lo que aproveché para intentar resumir y arengar a los asistentes, todos estudiantes de doctorado, a que tomaran partido.


La ciencia es el mejor conocimiento disponible en cada momento, basado en evidencias, y establecido en cada momento por consenso entre los profesionales basándose en esas evidencias. Los resultados de esa forma de conocer en muchísimas ocasiones no son lo que más le gusta oír al público, y por eso se establecen otras “verdades” alternativas, sean mentiras, bulos o hechos alternativos, que no son lo mismo, pero no nos entretendremos aquí en taxonomías de la falsedad. Ante eso, el científico debe asumir su papel de referente social, de intelectual. Por que no hay mejor que la persona que más sabe de un tema para ser un referente sobre él. Y aunque suene muy rimbombante, esa es la situación de un doctorando con su tesis, que es el que más sabe de ese tema.

Ese papel de referente social hay que ejercerlo comenzando por entornos cercanos, cena de navidad, grupos de whatsapp, familia y amigos y, poco a poco, al ir cogiendo confianza, más allá. Y hay que actuar con criterio, con una actitud que reivindique la credibilidad que se debe tener. Algo que se concreta en tres ideas: (i) dejar claro que no hay decisión política que se derive exclusivamente de la ciencia, (ii) ser respetuoso con personas que mantengan otras ideas y (iii) ejercer especialmente en nuestro verdadera área de experiencia, haciendo notar cuando nos salimos de ella.

Al final hubo un turno de preguntas animado e interesante (en el que tuve ocasión de hablar de “mi libro” Los Males de la Ciencia).

Una vez más, muchas gracias por darme la ocasión de contar estas cosas y, aún más, de poderme reunir con gente tan estupenda.



viernes, 27 de mayo de 2022

Terminamos el curso "ABAI-G9" 2022

Hoy ha terminado el curso de aspectos básicos de la actividad investigadora impartido a estudiantes de doctorado del grupo 9 de universidades. Un curso online a estudiantes repartidos por los campus de las 9 universidades (blog de la asignatura)

El curso ABAI (aspectos básicos de la actividad investigadora) es una asignatura de doctorado que se me ocurrió incluir en el programa de doctorado del departamento al poco de llegar a Pamplona, en el año 95 o 96 del siglo pasado. Yo venía de una Universidad (la Autónoma de Madrid) que estaba llena ya desde hacía muchos años. Convivíamos en un espacio pequeño, el laboratorio, doctorandos de años sucesivos. el conocimiento de todas las cuestiones accesorias a tu propio tema de tesis se aprendía por mimetismo, viendo a los estudiantes mayores que tú cómo iban preparando y enviando artículos.

Al llegar a Pamplona, a una Universidad recién inaugurada, los primeros doctorandos se encontraban solos en espacios inmensos vacíos. pensé que era muy difícil que esos estudiantes aprendieran todas esas cosas que yo aprendí en el laboratorio. Aunque era un tema un poco extraño para un curso de doctorado, lo propuse fue adelante. Fue acogido con interés y ha mantenido su “éxito” desde entonces hasta hoy. La legislación que rige el doctorado ha cambiado bastante y el curso se ha ido adaptando a esa legislación y a los cambios tecnológicos.

Seguramente es la actividad que mantengo desde hace más tiempo con más éxito de estudiantes y demanda para repetirlo en diferentes formatos. De hecho ya he escrito dos libros que en cierto modo surgen de este curso el de las gráficas (reseña, descarga en pdf) y el de los males de la ciencia (reseñas).


El grupo 9 de universidades es una curiosa asociación que surgió a comienzos de los 2000 en el Consejo de Universidades (debió ser en 1997, porque veo que se celebra ahora el 25 aniversario O_O). A algunos rectores les llamaba la atención que otros se levantarán y hablarán en nombre de las universidades andaluzas o las universidades catalanas cuando ellos eran de universidades únicas en su Comunidad Autónoma. Comentándolo en algún descanso decidieron organizar una especie de grupo mixto para el Consejo de Universidades formado por esas universidades únicas en su comunidad. Así comenzó primero como grupo 7 al que se unieron las dos restantes al poco tiempo. Dotar de contenido realmente colaborativo a una asociación que surge puramente de los rectores en un entorno tan político no fue fácil. 

El principal proyecto que surgió fue un campus virtual compartido que pretendía explorar la posibilidad de desarrollar docencia oficial interuniversitaria. A mí me tocó participar en aquel desarrollo como Vicerrector de Nuevas Tecnologías y conseguimos unos procedimientos tanto administrativos como tecnológicos y docentes verdaderamente notables. con el paso del tiempo, décadas ya, el grupo 9 ha perdido mucho empuje en favor de los “campus de excelencia internacional”. El campus virtual compartido basado en las asignaturas de libre elección desapareció con la entrada de los grados derivados del Espacio Europeo de Enseñanza Superior. Pero a pesar de todo sigue existiendo un cierto número de cursos, para el profesorado, para el personal de administración y servicios, y para estudiantes de doctorado, que mantienen aquel espíritu. 

Por haber vivido tan directamente su nacimiento, me hace especial ilusión haber podido participar con este curso que termina hoy, y más con esa asignatura.

domingo, 15 de mayo de 2022

El problema 36 y la (in)utilidad del conocimiento

Con una indefinida sensación de que tenemos demasiados, me he puesto a curiosear por los libros de casa y he sacado un titulado “la física en 200 problemas” (W.G. Rees, Alianza Editorial, 1995). Lo he abierto al azar y he leído el problema 36. Una partícula alfa que se acerca a un núcleo grande y hay que calcular la distancia más próxima a la que pasará del núcleo. Me parece, si no sencillo, abordable. Miro la resolución que da el autor y me parece fascinante. En vez de intentar calcular trayectorias que era mi idea inicial, lo resuelve aplicando la conservación de la energía y la del momento angular. Me he recordado en segundo de carrera cayendo mil veces en esa “trampa”, las conservaciones son mucho más prácticas que el cálculo de trayectorias para casi todo lo que no requiera eso, conocer la trayectoria.

Al cerrar el libro me he quedado pensando en la potencia del conocimiento ahí empaquetado. Una partícula alfa y un núcleo son invisibles, pero un asteroide acercándose a la tierra es básicamente el mismo problema y puede ser muy relevante conocer ese punto de máxima aproximación. Preocupados por atisbar utilidades inmediatas de cada pieza de conocimiento en el momento de aprenderlo es difícil apreciar esa potencia de largo plazo, la integración exponencial que se produce entre unas piezas y otras.

Parece ser que las habilidades mentales no se transfieren fácilmente de unos campos a otros. La destreza adquirida al ajedrez no se convierte en capacidad para otros juegos o actividades como sí ocurre con la fuerza muscular adquirida artificiosamente en el gimnasio, que sí sirve para levantar cajas o subir escaleras. Parece que la evidencia científica es cada vez más sólida en ese sentido, los planes de entrenamiento del cerebro con pasatiempos y ejercicios artificiosos no son útiles. 

La verdadera mente “musculada” es la que sabe cosas, la que incorpora un abanico de conocimientos grande. Cuantas más cosas se saben, más fácil es aprender otras nuevas. Además, más divertido resulta, más gratificante es encontrar conexiones, se pasa mejor. Quizá ese búsqueda de los estudiantes por la utilidad inmediata del conocimiento es una especia de agujetas del cerebro poco musculado que se queja de un esfuerzo que aún le resulta costoso. Por cierto, a esa musculación de la mente le llamamos cultura, y, obcecados por su poder, no enfatizamos bastante lo divertida y gratificante que resulta.

jueves, 30 de septiembre de 2021

Taller sobre investigación en secundaria

 Me han pedido del CAP de Tafalla que prepare un seminario/ taller sobre investigación en secundaria. Ya colaboré hace un par de años con el IES de Peralta en una iniciativa análoga. Me parece una iniciativa estupenda que los alumnos (al menos algunos) realicen trabajos de investigación de verdad. Al nivel que sea, pero de verdad. Por otro lado no me extraña que sus profes tangan inseguridades y requieran formación al respecto... yo tengo muchas dudas respecto de la tutorización de estudiantes de trabajo fin de estudios o tesis. Pero aprovechando que "más sabe el diablo por viejo que por diablo", me he animado a destilar algunas ideas de los muchos años de experiencia con ello y estaré encantado de generar una conversación a partir de ellas. Espero que esa conversación resulte de provecho. Esas ideas están resumidas en las siguientes dos presentaciones (a priori, una para cada día):



miércoles, 19 de agosto de 2020

Ciencia y Escuela

 En 2019 me invitaron a dar una charla en las jornadas que organiza anualmente el Consejo Escolar de Navarra. En concreto me invitó Aitor Echarte, al que estoy muy agradecido. Eso me dio la oportunidad de pensar un poco sobre cultura científica y escuela, profundizar un poco en que no es lo mismo la cultura científica que la ciencia en sí, y que la enseñanza se centra en la segunda, y quizá es más importante la primera.

En todo caso, para quien le interese, el texto de lo que conté está en pdf aquí (son 5 páginas con letra grande), y las transparencias que usé (aunque sin "el recitado" dicen poco) las dejo a continuación:




miércoles, 12 de agosto de 2020

Docencia telemática sobrevenida en Biofísica (1º de medicina). Experiencia y resultados

Aún en medio del confinamiento, ya conté en una entrada anterior cómo estaba solventando el paso a docencia telemática sobrevenida (está en esta entrada). Ahora, con la asignatura acabada y todos los datos, pretendo resumir la experiencia a continuación.

 

La asignatura 

Se trata de Biofísica y Bioingeniería, 1º de medicina (primera promoción de esta titulación en la UPNA). La asignatura está compartida entre dos profesores, yo voy a describir la experiencia de mi media asignatura, que trata sobre: ondas electromagnéticas, radiactividad y fundamentos de los equipos de imagen médica y radioterapia (RX, CT, RMN, Eco, SPECT, PET y LINAC por ponerlo en siglas).

 

Soporte tecnológico: LMS y Blog

El soporte tecnológico es una mezcla del LMS de la UPNA (MiAulario, basado en Sakai) y un blog de Google. El LMS permite dejar los documentos, abrir tareas en las que hacer entregas con fechas fijadas y enviar "avisos" que se convierten en correos electrónicos a cada uno de los estudiantes. 

El blog lo usaba ya antes del confinamiento. Desde hace años, en todas mis asignaturas utilizo un blog (con distintos matices en cuanto a su funcionalidad) en el que, al menos, hay una entrada por cada clase presencial en la que queda recogido lo que se ha hecho, los materiales utilizados y cualquier incidencia.

En el cambio de docencia presencial a telemática, el blog pasó de ser un diario de lo que se iba haciendo, con un interés menor, a se el elemento central de la docencia.

 

El Blog y las clases teóricas (lecciones magistrales). Seguimiento del blog.

Se mantuvo el horario que había previsto para las clases presenciales. A la hora indicada se publicaba automáticamente la entrada correspondiente a esa clase, que había sido preparada con anterioridad. 

Las clases grabadas son un resumen denso, lo que sería una clase de 2 horas quedaba en unos 40 minutos de grabación (en uno o varios audios). En el audio grabado evitas tiempos muertos, no haces chistes, no pides silencio, etc. Hay mucho rato del directo que no se consume en la versión grabada.

En la entrada del blog, aparte de alguna introducción de texto, lo fundamental eran imágenes (en uno o varios power points insertados desde Google Drive) y audios describiendo las imágenes (grabados y subidos a IVoox), como se muestra en la figura siguiente.

La razón para usar este sistema es minimizar los requerimientos, tanto de hardware (o software) como de ancho de banda que necesiten los estudiantes para utilizar esta información. La utilización de servicios multiplataforma hace que esta configuración se vea y oiga muy bien desde un teléfono móvil, sin necesidad de consumir muchos datos. Muchos menos que con toda la clase en vídeo o usando videoconferencia. Esta opción se desechó desde el principio con la idea de que en las lecciones magistrales la sincronía no porta nada en realidad. Durante el tiempo destinado a las clases, estaba a disposición de los estudiantes por correo electrónico y por videoconferencia para responder cualquier duda de manera instantánea (como ocurriría con una pregunta en clase). Fueron muy pocas las consultas recibidas, dos o tres por clase, igual que en el aula. El seguimiento se puede comprobar con las estadísticas del blog:

Y como se puede ver, hay un buen número de conexiones a las 8, al comienzo de la clase, y en total a lo largo de la mañana, tantas como estudiantes. Hay que decir que al comienzo del confinamiento la conexión era más síncrona, y a medida que fueron pasando los días, fue aumentando la proporción de estudiantes que no se conectaban exactamente a la hora. Aún así, el seguimiento de las clases siguió el patrón temporal del horario previsto bastante bien, como se puede ver en la siguiente gráfica:

En esta captura se ve también que el lugar desde el que acceden a l blog es el LMS de la universidad. También que usaron el blog para estudiar los días anteriores al examen (8 de abril).

El blog se usaba un poco ya antes del confinamiento pero ya con la asignatura en marcha. En cambio al acabar la asignatura, como es lógico, se deja de usar por completo, o casi, lo cual también es interesante, el blog queda como documentación de lo hecho, y puede ser interesante volver a él. Alguna persona lo hizo:

Las clases prácticas

Las clases prácticas resultaron ser en realidad clases de problemas. Intenté que fueran preguntas abiertas en las que no se dan los datos de forma que parte del ejercicio consiste en buscar (y referenciar) la información. Intenté también darles realimentación frecuente, tanto a demanda durante la sesión (en el horario previsto) como corrigiendo rápido lo que entregan. Las entregas se realizaban en MiAulario (el LMS), pero el enunciado se publicaba en el blog (además del LMS). Durante el horarios de prácticas se mantenía la misma idea de realimentación instantánea por email o videoconferencia. Solo usaron el primer canal, y en las prácticas sí que fue intensivo el uso.

 

El examen

La asignatura tenía previsto el examen el día 8 de marzo, justo antes de semana santa, y pilló em pleno confinamiento, cunado aún no nos habíamos hecho a la situación del todo. De hecho fue uno de los primeros exámenes realizados en situación de confinamiento de toda la UPNA (y otras universidades). Esta asignatura tiene el examen tan pronto porque el plan de estudios de Medicina reserva las últimas semanas del curso a la asignatura "medicina integrada" en la que se trabajan casos aplicando de forma integrada lo aprendido en todas las asignaturas del curso que, lógicamente, han tenido que acabar antes.

En un intento de evitar más ansiedad de la que ya generaba la propia situación de pandemia y confinamiento, la verdad es que se relajó el examen frente a lo inicialmente previsto. Los contenidos más costosos, pero que también se habían trabajado peor (los aspectos cuantitativos trabajados en las prácticas), quedaron excluidos del examen.

El examen consistió en 50 preguntas (25 de cada una de las dos partes que componían la asignatura) tipo test y se realizaba a través de la herramienta correspondiente del LMS MiAulario. La herramienta se programó para que a cada estudiante le preparara un examen diferente a partir de un banco de preguntas bastante mayor de las 50. Además se aleatorizaba el orden de las preguntas (y el de las respuestas dentro de cada pregunta). Una vez arrancado el examen, cada estudiante tenía más o menos un minuto por pregunta y no se podía volver atrás. Se diseñó el examen pensando en que se pudiera consultar material en ese tiempo, dado que iba a ser imposible evitar que se pudiera hacer.

Hubo una incidencia de una persona que tuvo problemas con la conexión que se resolvió haciendo el examen oral por videoconferencia inmediatamente después de acabar el tiempo del ordinario.

Las calificaciones fueron bastante buenas, aprobaron todas las personas, aunque con una gradación de notas razonable. Siempre queda una extraña sensación con un examen realizado en casa. También es verdad que estudiantes que entraron a la universidad unos meses antes con más de 13 en selectividad no es raro que aprueben una asignatura como la nuestra. En mi opinión hicimos lo que había que hacer en ese momento, pero si hubiera otra edición telemática, con menos tensión (dado que ya no es la primera y estamos más familiarizados con la situación de la pandemia), el examen sería un poco más difícil e incorporaría algún pequeño problema y pregunta de desarrollo.

 

La percepción de los estudiantes

Aparte de la encuesta "oficial" que pasa la universidad, les pedí a los estudiantes que me rellenaran una encuesta (en Google Forms) específica sobre el paso a docencia telemática. Las respuestas completas a la encuesta se pueden consultar en este enlace. Tres de los resultados se muestran en la figura siguiente:

Como se puede comprobar, el nivel de satisfacción es bastante alto en general. Donde menos satisfacción hay es en las prácticas. Incluso en prácticas que no tienen tanto de "cacharreo" como de resolución de problemas, la presencia física y la conversación son importantes, mucho más que en la lección magistral.

Preguntados por los detalles tecnológicos de la migración telemática, la satisfacción era muy alta también. Alguna persona hubiera preferido vídeos en los que apareciera el profesor, pero pocas. Lo que si se ha demandado con cierta generalidad (y no sin razón) es un material más "estudiable", unos textos apuntes, libro, ...) en los que estuviera el contenido que aprenderse, lo más ceñido posible a "lo que entra en el examen". Una reclamación habitual y legítima de los estudiantes, pero que no tiene mucho que ver con el asunto de la migración.


Alguna conclusión

La conclusión personal que saco de la experiencia es excelente. Nos volvimos telemáticos por obligación, claro, nunca nos hubiéramos atrevido a proponer nada parecido directamente, pero el resultado es excelente (con algún ligero matiz). Puestas así las cosas ¿por qué no repetir? o mejor aún ¿por qué no aprovechar lo mejor de lo aprendido?

Una vez inventado el cine, el teatro no ha desaparecido, pero es otra cosa, más minoritaria y selecta. La conversión telemática de la enseñanza ha sido como la invención del cine, no porque se haya descubierto nada, sino porque nos hemos visto obligados a usarlo de verdad, de forma masiva y "sin red". Visto que funciona, ¿que hacemos con el teatro?. 

Creo que deberíamos utilizar de forma mucho más generalizada la docencia enlatada para las clases magistrales, y reservar la presencialidad para lo que realmente es imprescindible: prácticas, problemas, grupos de discusión, etc. Actividades en las que la interacción es lo fundamental. Por cierto, esto ya estaba inventado y teorizado con el nombre de clase invertida (flipped clasroom), pero tras experimentarlo de verdad se percibe mucho más sencillo y eficiente de lo que parecía en los libros.

La propuesta de ir hacia una docencia universitaria mucho más mezclada (blended), en la que lo digital tenga mucho más peso, la veo clara en cualquier caso, pero en situación de pandemia mucho más. Entiendo las críticas de que "para eso ya está la UNED", "nuestro valor es la presencialidad" y demás, pero eso es no entender la propuesta, no se trata de eliminar la presencialidad, sino precisamente de revalorizarla en las actividades en las que realmente tiene un valor insustituible.

En todo caso, esto no dejan de ser opiniones personales, y muy influidas por una experiencia puntual con estudiantes excelentes y muy motivados, con los que todo lo que hagas va a salir bien. Antes queda la descripción de la experiencia por si a alguien le sirve.


martes, 24 de marzo de 2020

El cambio a docencia telemática

Con la reclusión a la que nos hemos visto obligados, ha sido necesario darle una vuelta completa a la metodología docente. La instrucción recibida de las autoridades académicas ha sido la de convertir la docencia en telemática, intentando mantener los horarios de clase inicialmente previstos.

En mi caso, tengo 60 estudiantes de primero de madicina en la asignatura de biofísica. Con clases 2 días por semana, 2 horas de prácticas y 2 de teoría. Concluidas 3 de estas sesiones, hemos encontrado una forma de trabajo que parece bastante satisfactoria, la actividad se ha rutinizado (casi) y parece que todo va en la buena dirección.

El soporte tecnológico es una mezcla del LMS de la UPNA (MiAulario, basado en Sakay) y un blog de Google. El LMS permite dejar los documentos, abrir tareas en las que hacer entregas con fechas fijadas y enviar "avisos" que se convierten en correos electrónicos a cada uno de los estudiantes. El blog me permite crear "secuencias docentes" en las que ir insertando recursos (figuras, audios y vídeos) en el orden en que deben ser seguidos, o al menos en el que yo los hubiera "recitado" en el aula.

Las clases prácticas resultan ser en realidad clases de problemas. Intento que sean preguntas abiertas y no les doy datos, para que parte del ejercicio sea buscar la información. Intento también darles realimentación frecuente, tanto a demanda durante la sesión (en el horario previsto) como corrigiendo rápido lo que entregan.

Para las clases de teoría estoy grabando audios con resúmenes de las clases. Lo que sería una clase de 2 horas lo vengo a dejar en 40 minutos de grabación. En el audio evitas tiempos muertos, no haces chistes, no pides silencio, etc. Hay mucho rato del directo que no se consume en la versión grabada. Eso también es información que se pierde, no hay digresiones, chascarrillo ni contacto emocional. Comencé con audios cortos, pero no sé si eso aporta alguna ventaja docente y sin embargo sí genera más trabajo de gestión. En esta última clase los 40 minutos van en una sola grabación.

En todos los casos las sibo a Ivoox e inserto en el blog el audio. Que Blogger esté pensado en modo multiplataforma hace que desde el movil se vea muy bien. Así, con un adio en Ivoox y un power point subido al Drive, ambos incrustados en el blog, desde el movil es fácil de escuchar e ir pasando las imagenes.

Tengo pensado preparar una encuesta para que me den sus opiniones sobre todo este tinglado, qué cosas les han resultado útiles y cuales no tanto. Ya lo comentaré cuando lo haga, pero de momento no hay que despistarles del seguimiento docente propiamente dicho. De momento, se pueden obtener datos de seguimiento, como el mostrado en la figura, en el que se ve como se realizan 25 conexiones alrededor de la hora de comienzo de la sesión práctica. En las dos horas siguientes ha habido 15 consultas por correo electrónico. Dadas las circunstancias me parece un seguimiento bastante bueno.


martes, 16 de octubre de 2018

Jornada sobre Aprendizaje-Servicio en la UPNA

El aprendizaje- servicio es una metodología docente en la que los estudiantes han de realizar un proyecto real con impacto social fuera del aula en el que se pongan en práctica conocimientos curriculares de la asinatura de que se trate.

Es una especie de cuadratura del círculo que, cuando ocurre, resulta maravillosa y gratificante para todas las partes, pero que cuesta de identificar y poner en marcha.

El 16 de octubre se celebró en la UPNA una jornada sobre el tema y me invitaron a contar brevemente mi experiencia. Ya en 2013 se celebró otra (ver aquí) en la que tenía más sentido participar, porque hacía cosas en aquel momento. Ahora fue más recordar los proyectos final de carrera que hacíamos con Tasubinsa. Pero por un conjunto de motivos aquello terminó.

De la jornada me gustó la ponencia inagural, de Pilar Aramburuzabala, describiendo lo que es el APS (ver notas en la figura), y algunas ideas sueltas que me llamaron la atención del resto de las ponencias (en su momento tuiteradas aquí):
  • que la universidad tiene que bajar de sus torres de marfil y llegar incluso al barro
  • que el APS se aproxima a veces demasiado al voluntariado (y a una acción social "misionera" un poco meh!); 
  • que la "tercera misión" de la universidad (tradicionalmente llamada extensión universitaria) requiere de un plan estratégico, en el que el APS encaja muy bien, pero entre muchas cosas más.
  • que la divulgación científica es un ámbito en el que desarrollar proyectos de APS, especialmente para asignaturas de ciencias básicas.
Fue una bonita jornada a la que tristemente asistieron muy pocas personas...


domingo, 8 de abril de 2018

La tele y la crisis de autoridad


Le preguntan en la radio a los Golden Apple Quartet por qué ya no salen en la tele y contestan que en televisión ya no hay espacio para profesionales, solo para aspirantes. Y me ha dejado planchado, es verdad: la voz, tú sí que vales, operación triunfo, ... Hay muchos programas de música pero todos consisten en descubrir talentos. Aquellos programas de músicos profesionales uno tras otro ya no se hacen. Como mucho se recuperan troceados en formatos que apelan a la nostalgia (cachitos, ochéntame otra vez, dónde estabas en...).

Se me ocurre que esto entronca con la "crisis de autoridad". Preferimos ver en televisión personas como podríamos ser cualquiera de nosotros que personas especiales. También el famoseo pasó de los tiempos en que se hablaba de la vida de príncipes, marqueses, artistas y toreros a personas cualesquiera sin más mérito que convivir en una casa, barco, isla o lo que fuere. Podríamos malinterpretar el movimiento como la democratización del interés mediático, pero no creo que eso sea democracia, más bien vulgarización o, simplemente, rechazo al mérito. No queremos personajes que tengan más autoridad que nosotros, queremos ver personajes en los que nos podamos reconocer directamente, sin tener que hacer méritos especiales para ello, no tener una profesión concreta, unos estudios, cantar sin saber música, etc.

Cuando yo era pequeño el respeto a la autoridad era un valor. (Además había un autoritarismo político intolerable, pero no me refiero a eso). Uno iba al médico y le hacía caso a lo que le dijera sin chistar. En la escuela los maestros tenían autoridad y esta era reconocida por padres y alumnos de forma natural. Funcionarios, guardias, el portero de la finca... No se trataba tanto de personas investidas de alguna forma (lo de la "potestas" latina) como de autoridad reconocida por los demás (la "autoritas"). El portero de la finca reñía al niño que tiraba un papel en el portal y los padres respaldaban al portero. Las personas se trataban de usted, los trajes y corbatas ayudaban a reconocer a los individuos cuya autoridad, como el valor a los soldados, se suponía de antemano. En mi calle había algún portero de uniforme, la mayoría de traje y corbata.

Poco a poco le hemos ido dando la vuelta a esa situación y hoy nadie tiene autoridad de antemano, hay que ganársela y no está nada barata. Al médico le tratamos de tu, y él va vestido de forma indistinguible del paciente (bueno, a veces lleva bata), y lo que nos diga lo tendremos en consideración o no. Todos tenemos nuestra opinión sobre homeocosas, glútenes, alimentos blancos y demás, y nadie cambia esas opiniones por lo que le digan en atención primaria, por más que haya estudiado esa persona que se lo dice. No le reconocemos autoridad. No digamos al maestro que, además de no jugarnos la salud, ni siquiera nos trata a nosotros sino a nuestros preciosa (y escasa) progenie. Al menos con los porteros no hay problema, han sido sustituidos por (supuestos) "porteros automáticos" (salvo quizá en lugares pijos en los que se finge que vivimos en "aquellos tiempos", aunque seguro que ahora es el niño maleducado el que le saca la lengua al portero que no osará reñirle).

Por el tono puede parecer que me disgusta la pérdida de la autoridad, nada más lejos de la realidad, el tono nostálgico es por la pérdida de la juventud, que es otra cosa. La eliminación de las jerarquías es fundamental para el avance social y para la igualdad real; algo como el magnífico 8M de este año hubiera sido totalmente imposible (por razones obvias) en los tiempos de la autoridad preestablecida. Pero la ausencia de autoridad a priori resulta enormemente problemática en muchas situaciones, por ejemplo en el entorno educativo, dónde unos abogan por recuperarla a golpe de decreto (cosa que sabemos imposible) y otros por recomponer las relaciones de otro modo que de momento no encuentran. A la lista de cambios producidos por la "crisis de la autoridad" añado hoy, gracias a los Golden Apple Quartet, la programación televisiva.

martes, 27 de febrero de 2018

Una lectura política de las tareas escolares


Las tareas escolares se han convertido en un tema polémico en los últimos años. Hubo incluso una convocatoria de huelga antitareas convocada por las familias. El argumento principal en favor de mantenerlas es el de "crear un hábito de trabajo". Parece ser que no se trata tanto de la efectividad de la tarea en cuanto a contenidos como en cuanto a habilidades, al entrenamiento de funciones ejecutivas: estar atenta a lo que se encarga, tomar notas, mantener la agenda, organizarse el tiempo, buscarle el momento, etc. Y este tipo de habilidades cuanto antes se empiecen a ejercitar mejor, así el hábito quedará bien adquirido. Aunque suene bonito, no hay ninguna evidencia de que este ejercicio sea efectivo a tal fin (1). Pero ese asunto no es el que me interesa ahora, quería aportar un punto de vista más: cómo esta nueva tarea encaja en "el sistema".

Ya sé que "el sistema" no es un conjunto de señores con chistera encendiendo puros con billetes, con esa visión antropomorfizamos ridículamente un conjunto de situaciones y relaciones sociales y económicas en las que nos desenvolvemos en un momento dado. Hecho este disclaimer, ya se puede hablar de ese conjunto de relaciones como el sistema. Y éste evoluciona hacia una actividad laboral muy desregulada. Cada vez más, los trabajadores (además de mal pagados) son autónomos, "freelances", emprendedores, autoempleados o como queramos llamarlo, pero ya no están en una estructura empresarial organizada en la que hay un jefe que les dice lo que tienen que hacer. Han de buscarse la vida, encontrar clientes y organizarse para hacer el trabajo que les encargan. Además de las tareas, también el tiempo laboral está desregulado, te llega un correo o un whatsapp a cualquier hora. La atención hay que mantenerla alerta todo el día y cualquier momento es bueno para realizar una tarea. Para sobrevivir en ese nuevo entorno laboral hace falta ser organizado, interpretar bien lo que quiere el cliente, llevar una agenda, organizarse el tiempo, pautarse el trabajo... curiosamente las mismas tareas ejecutivas que requiere la tarea escolar antes comentada.

Todos los agentes del sistema educativo (faimlias, docentes y políticos) viven en ese sistema, han padecido en ellos mismos o en sus hermanos, hijos, primos, etc. la desregulación laboral. Todos llevamos una agenda, recibimos interrupciones electrónicas (whatsapp, email, redes sociales, ...) y tenemos que organizarnos entreverando corregir exámenes, poner lavadoras, acabar informes o llevar niñas a karate. Todas, por tanto, valoramos más que nunca esa capacidad de gestionarnos la vida y, por tanto, nos parece obvio que desde pequeñitos empecemos a practicar.

Seguramente por eso percibimos la huelga antitareas como algo tan rancio (no lo niegues, aun estando a favor, de algún modo tú también la sentiste así). Tanto el concepto de huelga, como la ausencia de tareas escolares (infantiles) corresponden a un tiempo ya periclitado, a unas relaciones laborales con jefes y trabajadores, capitalistas y proletarios.

El establecimiento de la instrucción pública coincidió con la revolución industrial, se necesitaban trabajadores con un nivel de educación que no había sido necesario antes en el mundo rural. En aquella escuela  la puntualidad era un valor muy importante, como lo era para los trabajadores de las fábricas. Los valores de la educación son los de la sociedad en la que se encuentra, pero no porque sus gestores (con o sin chistera y puro) los impongan, sino porque están en el ambiente en el que viven todos los agentes que la componen. Si esto es así, me temo que las tareas escolares infantiles están aquí para quedarse; por triste que me parezca ver niños de 3 años con tarea y de 6 con agenda...


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(1)  A la hora de establecer lo que dice la evidencia hay que entrar en una casuística tremenda: las buenas tareas son efectivas, pero las malas contraproducentes, para que sean buenas han de ser de duración adecuada, etc. etc. Los estudios que dicen que la tarea es más efectiva en secundaria, lo que en realidad dicen es que en primaria es inútil. Es interesante analizar la charla de Marta Ferrero (sobre tareas a partir del min 19:50)  de forma crítica, analizando la evidencia de todo lo que dice que "se debe hacer". Dice, por ejemplo, que no hay que mandar deberes de forma rutinaria, y eso es lo que se hace en realidad casi siempre. Si ha habido un conflicto (real) es porque el uso real de los deberes se ha desmadrado, haciéndose rutinario, excesivo e inadecuado, no porque no existan formas pedagógicamente razonables y adecuadas de utilizarlos.

miércoles, 19 de abril de 2017

Lo aprendido en el aula, se queda en el aula

Todos los años, el día anterior a ir al laboratorio explicaba en clase lo que habría que hacer allí, el equipamiento disponible y las actividades a realizar. Todos los años, al llegar al laboratorio preguntaban como si la clase anterior no hubiese existido. Llegué a proyectar en el aula fotos del laboratorio al que iríamos al día siguiente. Ni por esas.

Dudaba si mi capacidad de explicación era muy escasa o si las entendederas de los estudiantes eran las limitadas. Pero en otras muchas actividades nos iba muy bien, lo que yo explicaba ellos lo entendían sin dificultad. Estaba muy desconcertado hasta que alguien me dijo: “especificidad de dominio”.

Aunque puede ser una utilización un poco libre de un concepto técnicamente enrevesado (ver 1, 2), permite explicar muy bien la situación. Lo que se aprende en el aula vale en el aula y lo del laboratorio vale en el laboratorio, pero no se cruzan. Es algo que en realidad todos hemos experimentado muchas veces, ya sea como profesores o como alumnos. Cinco menos tres no lo sabe pero cinco euros menos tres euros lo responde de inmediato. Los vectores de matemáticas no son los mismos que los de física. Lo aprendido en una asignatura no se traslada a otra con naturalidad prácticamente jamás.

Resulta pues que no es que el profesor sea malo, el plan de estudios inadecuado o los estudiantes unos zotes, es que nuestra mente funciona así. Igual que nos engañan las ilusiones ópticas irremediablemente, lo que aprendemos en un contexto solo es operativo en ese contexto. La versión educativa de una frase clásica: What learned in Vegas, stays in Vegas.

Afortunadamente  la especificidad de dominio del aprendizaje se puede superar: con el tiempo se produce un proceso de maduración de lo aprendido, se asientan los conocimientos y de alguna forma se liberan del contexto que los generó. Entonces ya son utilizables en diferentes situaciones. Ya no te lías aunque encuentres una concepto expresado con diferentes notaciones. ¿Cómo se produce esa maduración de lo aprendido? Ojalá lo supiéramos, pero parece que no es ni mucho menos sencillo. En mi opinión, muchas de las discusiones que se dan sobre la cosa educativa parten de hipótesis alternativas sobre cómo se produce esa generalización del conocimiento (“desespecificación” habría que decir), pero en eso ya entraremos en un próxima ocasión.

domingo, 12 de marzo de 2017

Sobre las tareas escolares de mis hijos

Es recurrente el debate sobre la cantidad de tarea que tienen los escolares hoy día. Enseguida se organizan grandes grescas porque cada contendiente habla de una cosa distinta. Todos estamos de acuerdo en que un niño de 5 años no debería tener dos horas diarias de tarea y que uno de 15 es razonable que tenga media o una. La dificultad está en encontrar el término medio adecuado. A este respecto mi opinión se basa en la experiencia desde la paternidad.

Siempre quisimos reforzar la actividad de los maestros y jamás recomendamos a nuestros hijos que dejaran de hacerla o que fuera inadecuada… pero cada vez hubo que tragar más quina para mantener el papel. De la mayor al pequeño van 8 años, y en ese tiempo hemos visto que las tareas comenzaban cada vez más pequeños, eran de mayor duración y, lo verdaderamente dramático, más irrelevantes.

Tarea de inglés: colorear (cosa que, lejos de ser un entretenimiento, mis hijos han odiado siempre). Tarea de matemáticas: escribir en una cuadrícula los números del 1 al 100 (sabiendo contar a la perfección desde hace meses). Los ejemplos serían inacabables. Hablamos con las tutoras y tutores muchas veces. La respuesta típica es que toda la clase debía hacer la misma tarea, a unos les resultaría aburrida y a otros inalcanzable, pero la justicia parece ser el mismo café para todos.

Otro frente de batalla fue la agenda, porque para saber la tarea que tienes hay que llevar una agenda. Se supone que hacerlo, apuntar lo que se manda y saberlo consultar, es obvio; nadie lo enseñó nunca pero se exigió siempre. Y si no lo hacen bien… es problema de ellos.

La última queja es la escasa realimentación del proceso. Si no se recoge, se corrige y se valora la tarea con sistemática ¿para qué se manda? Se hacen controles aleatorios para verificar si la hacen o no pero no se corrige con sistemática. Entonces se percibe más como una pura carga de trabajo (casi un castigo) que como una actividad educativa de pleno derecho.

En resumen, mi queja respecto de las tareas (que no sé si es la más habitual) consiste en lo siguiente:
-    Tarea igual para todos, no orientada a objetivos individuales de cada alumno
-    Objetivos inespecíficos: “que aprendan a concentrarse para el futuro” y cosas así
-    Abundancia de tareas irrelevantes y desmotivadoras
-    Escasa realimentación con las tareas que eran de cierta entidad e interés
-    Aumento importante de la cantidad de tarea (a cada edad) en los últimos 15 años.

Por supuesto que esto no agota el tema. Está la cuestión de que la tarea profundiza en las diferencias socioculturales entre alumnos, la interferencia con otras actividades que la escuela cubre mal (educación artística, musical y deportiva) que se tienden a desarrollar en extraescolares, o la consideración sobre si el trabajo extra no sería más razonable desarrollarlo en un horario escolar extendido, entre otras. También es importante dejar claro que esta crítica a las tareas de mis hijos no va contra ningún maestro en particular ni contra la profesión en general, sino contra un estado de opinión y un hábito que se ha generalizado poco a poco.

Hasta aquí 530 palabras, no mucho, pero en las próximas discusiones en tuiter ya tendré algo a lo que referirme un poco más extenso que los 140 caracteres ;-)

viernes, 18 de marzo de 2016

Un modelo docente semipresencial, para pocos estudiantes

Estamos terminando la tercera edición de una curiosa asignatura con la que disfruto un montón. Se trata de "Aspectos básicos de la actividad investigadora", una actividad formativa que ofrece la Escuela de Doctorado de la UPNA a todos los estudiantes de doctorado, de todas las disciplinas.

La transformación de un curso de doctorado clásico para un grupo de estudiantes menor y más homogéneo en esta nueva versión, además de modificar un poco los contenidos, nos llevó a cambiar del formato típico presencial de clases semanales a uno semipresencial: 5 sesiones presenciales de una mañana entera (4 horas) separadas por 4 semanas de trabajo online (mediante blogs).

El aprendizaje requerido en esta asignatura (probablemente en todas) exige leer textos, pensar sobre ello y escribir de forma individual. Pero ese conocimiento inicial gana muchos matices y profundidad si se puede contrastar mediante la conversación con otros colegas (compañeros, el profesor, ponentes invitados, etc). En personas adultas y motivadas como son los estudiantes de doctorado parece que el aprendizaje individual se puede realizar al ritmo que cada uno prefiera con unas ligeras instrucciones a partir de material seleccionado puesto a disposición de los estudiantes, esa es la parte on line. La conversación, la parte más experiencial, requiere del contacto físico y para ello se mantuvieron esas 5 sesiones en las que se intenta, además, que el grueso se dedique a realizar ejercicios que exigen interacción.

En las dos primeras ediciones el número de estudiantes rondaba los 15, mientras que en esta última ha pasado de 40. A pesar del drástico aumento de estudiantes, la asignatura ha rodado bastante bien. Ha supuesto un esfuerzo bastante mayor del profesor y se han perdido algunos estudiantes por el camino, pero creo que el resultado es bastante bueno a pesar de ello.

Hay bastantes cosas que ajustar en el modelo: las sesiones presenciales han de ser más interactivas aún, hay que aumentar la exigencia de participación (en grupos grandes, aunque sean de adultos, hay listillos que se escaquean), hay que reforzar algunos contenidos, etc. Pero creo que el modelo semipresencial cumple bastante bien los objetivos para los que fue diseñado. Es por eso que creo que merece la pena compartirlo, por si algún colega anda dándole vueltas a estas cosas y le puede valer la experiencia. Eso sí, para un profesor único y haciendo un seguimiento real de los estudiantes estos 40 o 50 son el límite máximo. Lo que no sería absurdo es atender a un grupo mayor con un equipo docente. Pero sobre eso no tengo experiencia real que compartir.

jueves, 8 de octubre de 2015

Confundiendo la temperatura por el termómetro

(Breve cuento alegórico)

- Hoy no llevaré abrigo, el termómetro marca 19ºC
-¿No ves la nieve, y cómo las ramas de los árboles se comban con el viento?
- Claro, pero no debo hacer caso a esos indicios percibidos por mis sentidos traicioneros.
- ¿Cómo?
- Dispongo de un medidor, que he diseñado yo mismo, para obtener información fiable de este tipo de situaciones.
- ¿Y el medidor no falla nunca? Hoy tiene toda la pinta.
- Sin duda, pero es un riesgo que he de asumir. Lo contrario se prestaría a cometer agravios comparativos. No se hable más, sin abrigo.

Y así fue como suspendió a uno de los mejores estudiantes que había tenido en su vida.


domingo, 19 de abril de 2015

Medio decálogo para un profe universitario

Me pide un amigo que liste las cinco características fundamentales de un profesor universitario. Llevo más de un mes dilatando la tarea, no porque no pueda decir cosas, sino al contrario, porque no me decido por 5 que elegir como principales. No lo puedo dilatar más, así que allá va, José Luis.


1.- Conocer bien la materia. Hay que saber sufuciente como para dar un buen valor añadido, bien en los detalles o bien en la contextualización (o idealmente en ambos). Eso sí, no hay que pretender contarlo todo (a veces es muy difícil renunciar) ya que uno debe saber bastante más de lo que han de acabar sabiendo los estudiantes.

2.- Adecuar la metodología al grupo de que se trate. Todas las fotos que salen en google imágenes de profesores en clase están dando una clase magistral, dando un discurso con una cierta apoyatura gráfica (estática). Es verdad que con más de tres decenas de estudiantes probáblemente es los único que se puede hacer, pero con grupos menores las cosas pueden cambiar mucho.

3.- Planificar bien. Tener un plan de la asignatura, de cada tema y de cada clase. Como todos los planes, están para romperlos y rehacerlos cuando la situación lo requiere, pero emezar sabiendo dónde quieres llegar me parece imprescindible.

4.- Construirse un buen personaje. En público siempre se actúa un poco, y es mejor saberlo y construir conscientemente el personaje en vez de simplemente dejar que te ocurra. Respetuoso sin engolamientos, de trato cercano pero no amistoso... Hay quien diría "actúa con naturalidad, se tú mismo", pero hay cada "tú mismo" por ahí que no se yo. Obviamente el personaje no puede ser muy lejano de la persona o costaría demasiado esfuerzo interpretarlo. Se trataría de modular conscientemente las características del "tú mismo", evitando las inadecuadas y potenciando las convenientes.

5.- Intentar empatizar un poco con los estudiantes. Por más que han elegido de algún modo estar ahí, no es su única asignatura ni la universidad su única ocupación en la vida. Son personas mayores, no niños. Son seres reales y, como todos, buscan el camino más corto hacia el destino... Hay quien se obsesiona viendo a los estudiantes como "enemigos" que pretenden engañar y fastidiar. Y claro, eso se convierte en una profecía autocumplida, ya que los estudiantes te devuelven las expectativas que pones en ellos (en cuanto a actitud, sería estupendo que también lo fuera en aprendizaje), creo que se llama efecto Pigmalión.

jueves, 30 de octubre de 2014

Aprender ciencia haciendo

Continuando la experiencia iniciada el año pasado, el Centro Regional  de Formación del Profesorado de Castilla la Mancha ha organizado un ciclo de "talleres" en colaboración con la plataforma de divulgación científica Naukas. En realidad no son talleres, sino conferencias retransmitidas on line por Adobe Connect. Aún así es una estupenda iniciativa. El año pasado ya participé con dos charlas sobre el tema de las metodologías activas que este año he unificado he unificado en una. Las transparencias están aquí:




miércoles, 15 de octubre de 2014

Estoy de prácticas

Me decía un estudiante del Máster de Profesorado de Secundaria que las dos semanas de prácticas en un instituto le habían resultado más formativas que 4 meses de clases. Si esto fuera cierto sobraría el Máster, bastaría con empezar a trabajar y en las dos primeras semanas en el puesto ya se habría adquirido la madurez y formación del Máster. ¿Es esperable algo así?

Claro que no. A las dos semanas de prácticas uno llega con la cabeza llena de cuestiones que resolver, está especialmente receptivo y reflexivo. Además está en un entorno protegido por un tutor, en el que no es problemático equivocarse. Y por último y más importante, sobre las prácticas se reflexiona, es obligatorio preparar un informe al respecto.

El elemento clave es esa reflexión sobre lo que se hace y lo que ocurre; eso es lo que convierte un período laboral en una experiencia, en una práctica. Cualquier par de semanas de tu vida , si escribes una memoria al final, es un período de prácticas. Por eso, desde que abrí este blog, va ya para 7 años, estoy de prácticas por el mundo.

miércoles, 23 de julio de 2014

Entendiendo la epidemia de TDAH

Conversación figurada entre un progenitor y un docente (cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia)

- No ha hecho bien el examen.
- Es que no sabía que día era, se cambió varias veces y esas cosas a él le cuestan...
- Claro, pero eso lo tienen que saber hacer, no les vamos a apuntar nosotros en la agenda a los 25 (**)
- Si fuera sordo sí
- Pero es que el sordo tiene un diagnóstico
- Pues tendré que ir a buscar alguien que me de un diagnóstico sobre eso... TDAH

La discapacidad es un grado, todos somos discapacitados de una u otra manera en unos u otros momentos, y sin embargo parece que solo ante etiquetas explícitas (con todo el estigma y demás efectos secundarios que generan) sabemos (*) actuar con ecuanimidad.

(*) Sabemos, o podemos o estamos autorizados... eso ya depende de la persona y la situación

(**) Por completar el experimento mental, pensemos lo que tecnologías tan novedosas como una página web, un blog mismo, podrían hacer con problemas escolares de mantener la agenda al día de tareas y fechas de examen... y quizá por ahorrar algún que otro maldiagnóstico.


Por cierto, mi crítica es hacia el mal diagnóstico del TDAH, que creo que está muy extendido, no hacia la existencia del trastorno ni a los buenos diagnósticos. Sobre este asunto, de manera mucho más seria, escribí hace un tiempo una serie de entradas, ver: 1 (confusión con altas capacidades), 2 (definiciones de discapacidad y salud), 3 (homosexualidad y trastornos mentales), y 4 (conclusiones y referencias)