Anoche se celebró en Baluarte la gala de la ciencia Navarra 2019. Casi mil personas, más de 100 investigadores que se habían presentado a los premios, un premiado Nobel, el fundador de Monty Python y Luis Piedrahita. (George F. Smoot y John Cleese que, aunque el título les precede, también tienen nombre).
Sin duda es un fiestón maravilloso que no puede dejar de celebrarse. Esta ha sido su segunda edición, pero ojalá el nuevo gobierno, sea el que sea, mantenga una fiesta como esta. Obviamente no por la fiesta en sí (los canapés no dan para tanto), sino por lo que tiene de visibilización de un sector que normalmente no se percibe como tal. Casi siempre que se juntan investigadores están compitiendo (por proyectos, plazas, financiación, espacios,...) o discutiendo de su propia disciplina (en congresos y similares). Muy pocas veces (¿nunca?) hay ocasiones para juntarse científicos de disciplinas alejadas a algo que no suponga discusión. Quizá no haya más que la propia celebración de la actividad... o la divulgación.
La celebración de la actividad científica Navarra es la esencia de SciencEkaitza. Los investigadores se reconocen parte y los demás los visibilizan como un colectivo valioso. Otros sectores como el del cine, o el editorial, hace tiempo ya que celebraan sus jornadas, semanas y festivales con los que consiguen ese efecto.
Claro que la gala podría haber sido más corta, con menos logotipos y publicidades, con algunos contenidos más "de ciencia", etc., etc. (que, con lo cascarrabias que me voy haciendo, si no lo digo no me quedo a gusto), pero no nos desviemos de lo fundamental, con o sin pequeñas variantes, es un festejo imprescindible.
De María Blanco aprendimos que la investigación requiere muchas personas, mucha interacción y mucho esfuerzo, de Carlos Magdalena que los científicos se obsesionan con su tema (su ilusión se hincha como una magdalena en el horno, la broma es suya). De Smoot aprendimos que colaborar es esencial y más aún ser amable, y de Cleese que para ser creativos hay que darse espacios de jugar, de no hacer nada. Con Piedrahita nos reímos y con los investigadores premiados aprendimos por dónde van las ideas más novedosas de la I+D navarra. ¿Qué más de puede pedir?
Una visión personal de la Universidad en general y la UPNA en particular; la ciencia, la docencia y otras hierbas.
viernes, 28 de junio de 2019
lunes, 24 de junio de 2019
Gráficos de la infamia
En la historia de las manipulaciones con gráficos tenemos estos días uno espectacular, se estudiará en los libros de visualización... o en los de propaganda (o en ambos).
El domingo 23 ciudadanos lanza un hilo en tuiter en el que intenta mantener una teoría que no se sostiene con los datos. Para ello ponen muchos datos encima de la mesa, eso sí, mal representados y escondiendo lo fundamental. Cuentan también el caso en El Diaro.es.
En el momento de escribir esto ya han retocado todo y eliminado de su web los gráficos erróneos. Afortunadamente han quedado copias en muchos sitios. Especial antención merece el hilo de @Pedrodanielpg que se ha currado uno por uno los gráficos originales junto con la representación correcta correpondiente a los datos. Un ejemplo es la figura de la izquierda.
Ignoro qué podían pretender, dado que si "lo gris" fuera mayr que los colorines (la "infamia") no habrían conseguido la alcaldía... o es que la infamia está en que una minoría consiga vencer. Pero no se puede hacer tan mal en tantos casos si no es a propósito (sea con el propósito que sea). Peor resulta el hecho de esconder en un gris uniforme todo lo que no es el pacto vencedor. ¿Quienes hay ahí? ¿Siempre son los buenos esos?
A mi me ha llamado la atención el caso por los gráficos, pero en realidad eso es lo de menos, el análisis es trivial: los gráficos de tarta (o de semitarta) son una mala representación, especialmente para más de dos o tres categorías (como el caso de arriba), pero al menos hay que hacerlos bien, de forma que la correspondencia entre el área del sector y el dato numérico sea lineal. Más importante que eso es que los gráficos son representaciones visuales de datos para facilitar la percepción de relaciones entre los mismos. Pero si las relaciones que queremos mostrar no están realmente en los datos estamos mintiendo. Sin más. Mentir con palabras es tan habitual que ya apenas llama la atención, cada bando tolera bien las mentiras de los suyos y se revuelve un poco por las contrarias (poco, para poder seguir tragando las suyas). Por eso, a pesar del ridículo de la campaña no ha sido retirada, se han limitado a quitar los gráficos de la web y retocarlos en el hilo de tuiter. Manteniendo el titular y su falaz argumentación.
Infamia, según la RAE significa descrédito, deshonra, maldad o vileza en cualquier ámbito. Tras este análisis, lo que está claro es que infames son los gráficos y la campaña que pretende escandalizarse de los pactos ajenos cuando se está pactando con la extrema derecha. Porque ciudadanos está "no pactando" con la extrema derecha exactamente igual que Faemino está "no fumando" (recordáis el gag).
A mi esta negación de la evidencia en tu propia cara, lo que se ha dado en llamar posverdad y que, en efecto, va un poco más allá de la mentira, me da mucho miedo. Que la evidencia no sirva en la política (que es la gestión de lo público) es muy serio. Pero no vamos a acabar en tono dramático un suceso tan hilarante. Porque tuiter también ha generado una buena guasa con el tema. Para muestra estos ejemplos de @BOtRusO y de @HaigaTv
El domingo 23 ciudadanos lanza un hilo en tuiter en el que intenta mantener una teoría que no se sostiene con los datos. Para ello ponen muchos datos encima de la mesa, eso sí, mal representados y escondiendo lo fundamental. Cuentan también el caso en El Diaro.es.
En el momento de escribir esto ya han retocado todo y eliminado de su web los gráficos erróneos. Afortunadamente han quedado copias en muchos sitios. Especial antención merece el hilo de @Pedrodanielpg que se ha currado uno por uno los gráficos originales junto con la representación correcta correpondiente a los datos. Un ejemplo es la figura de la izquierda.
Ignoro qué podían pretender, dado que si "lo gris" fuera mayr que los colorines (la "infamia") no habrían conseguido la alcaldía... o es que la infamia está en que una minoría consiga vencer. Pero no se puede hacer tan mal en tantos casos si no es a propósito (sea con el propósito que sea). Peor resulta el hecho de esconder en un gris uniforme todo lo que no es el pacto vencedor. ¿Quienes hay ahí? ¿Siempre son los buenos esos?
A mi me ha llamado la atención el caso por los gráficos, pero en realidad eso es lo de menos, el análisis es trivial: los gráficos de tarta (o de semitarta) son una mala representación, especialmente para más de dos o tres categorías (como el caso de arriba), pero al menos hay que hacerlos bien, de forma que la correspondencia entre el área del sector y el dato numérico sea lineal. Más importante que eso es que los gráficos son representaciones visuales de datos para facilitar la percepción de relaciones entre los mismos. Pero si las relaciones que queremos mostrar no están realmente en los datos estamos mintiendo. Sin más. Mentir con palabras es tan habitual que ya apenas llama la atención, cada bando tolera bien las mentiras de los suyos y se revuelve un poco por las contrarias (poco, para poder seguir tragando las suyas). Por eso, a pesar del ridículo de la campaña no ha sido retirada, se han limitado a quitar los gráficos de la web y retocarlos en el hilo de tuiter. Manteniendo el titular y su falaz argumentación.
Infamia, según la RAE significa descrédito, deshonra, maldad o vileza en cualquier ámbito. Tras este análisis, lo que está claro es que infames son los gráficos y la campaña que pretende escandalizarse de los pactos ajenos cuando se está pactando con la extrema derecha. Porque ciudadanos está "no pactando" con la extrema derecha exactamente igual que Faemino está "no fumando" (recordáis el gag).
A mi esta negación de la evidencia en tu propia cara, lo que se ha dado en llamar posverdad y que, en efecto, va un poco más allá de la mentira, me da mucho miedo. Que la evidencia no sirva en la política (que es la gestión de lo público) es muy serio. Pero no vamos a acabar en tono dramático un suceso tan hilarante. Porque tuiter también ha generado una buena guasa con el tema. Para muestra estos ejemplos de @BOtRusO y de @HaigaTv
LaborAble, graduación de la segunda promoción
La semana pasada tuvimos el acto de graduación de la segunda promoción de LaborAble, título propio de habilidades laborales para personas con discapacidad intelectual. Es un título financiado por la Fundación Once.Tanto en la fase de proyecto como en las evaluaciones que han hecho desde la Fundación, hemos quedado siempre muy bien, de los primeros. Pero todo esto es accesorio en comparación con lo maravilloso que es ayudar a personas que lo tienen especialmente difícil.
Una cosa llamativa es lo mucho que se aprende de una experiencia como esta. En física o ingeniería cuando tienes una formula muy complicada se comienza a destripar el problema con los casos límite, si la distancia a la antena es muy grande, si la temperatura es próxima al cero absoluto, etc. Un grupo de 15 personas con discapacidad intelectual se puede considerar un caso límite para la enseñanza. Comparando ese caso con otros más "típicos" podemos sacar interesantes conclusiones sobre la motivación, el estado de ánimo, la frontera socio-educativa y la educativo-sanitaria, el aprovechamento, etc. Es una experiencia que todo el mundo debería pasar alguna vez.
Buscaba la graduación del año pasado, pero se ve que no la puse en el Blog (o no la etiqueté bien). Sí encuentro una nota sobre la sesión de accesibilidd cognitiva del año pasado (aquí). La foto es de la nota de prensa de la UPNA, que ha salido en varios medios. A que es bueno el nombre LaborAble del programa ;-)
¡A por la tercera promoción!
Una cosa llamativa es lo mucho que se aprende de una experiencia como esta. En física o ingeniería cuando tienes una formula muy complicada se comienza a destripar el problema con los casos límite, si la distancia a la antena es muy grande, si la temperatura es próxima al cero absoluto, etc. Un grupo de 15 personas con discapacidad intelectual se puede considerar un caso límite para la enseñanza. Comparando ese caso con otros más "típicos" podemos sacar interesantes conclusiones sobre la motivación, el estado de ánimo, la frontera socio-educativa y la educativo-sanitaria, el aprovechamento, etc. Es una experiencia que todo el mundo debería pasar alguna vez.
Buscaba la graduación del año pasado, pero se ve que no la puse en el Blog (o no la etiqueté bien). Sí encuentro una nota sobre la sesión de accesibilidd cognitiva del año pasado (aquí). La foto es de la nota de prensa de la UPNA, que ha salido en varios medios. A que es bueno el nombre LaborAble del programa ;-)
¡A por la tercera promoción!
jueves, 20 de junio de 2019
Ciudades accesibles y comprensibles, además de inteligentes
Llegas conduciendo a una ciudad desconocida. Con el navegador del teléfono, apareces fácilmente cerca del lugar al que tenías que ir. Das un par de vueltas y, afortunadamente, encuentras un lugar para aparcar en la calle. ¡Bien! Te fijas en el color del que están pintadas las zonas de aparcamiento y buscas el punto en el que hacerte con un tique de aparcamiento. A partir de ahí, las cosas dejan de ser tan sencillas. ¿Qué significa la zona naranja en esa ciudad? ¿Cuál es la tarifa en esta zona a estas horas? ¿Cómo se opera este aparato? Esas preguntas no son nada evidentes. Al día siguiente, decides ir en transporte público. ¿Cuál es el tipo de abono más conveniente para el tiempo que voy a estar? ¿Dónde se compran ese tipo de billetes? ¿Se puede pagar con tarjeta?
Para interaccionar con el entorno, hace falta información, un conocimiento que, en ocasiones, se obtiene de forma muy natural, pero en otras muchas, no tanto. Al estudio de esta cuestión, se le denomina “accesibilidad cognitiva”. Cuando pensamos en accesibilidad, normalmente no se incluye este aspecto. Parece que la accesibilidad se limita a disponer de rampas para que se pueda llegar a los sitios en silla de ruedas y, como mucho, alguna rotulación en Braille. Sin embargo, hay que pensar que todas las personas deberían ser capaces de interaccionar con el entorno de forma completa, hasta culminar la tarea de que se trate en cada caso.
Según Cristina Larraz, entendemos la accesibilidad cognitiva como el derecho a comprender la información que nos proporciona el entorno, a dominar la comunicación que mantenemos con él y a poder hacer con facilidad las actividades que en él se llevan a cabo sin discriminación por razones de edad, de idioma, de estado emocional o de capacidades cognitivas.
Las ciudades constituyen un hábitat especialmente proclive a generar problemas de accesibilidad cognitiva. Hay muchas actividades, muchos procedimientos, en ocasiones prolijos, con los que regular esas actividades comunes. No es raro que los responsables de todo ello no perciban la dificultad de comprensión que se genera. A fin de cuentas, ellos le dedican muchas horas a esas cosas y se las saben bien, pero un usuario casual de uno de esos servicios pude llegar a desesperarse. Seguro que a todos nos ha pasado más de una vez. Lo que ocurre es que tendemos a pensar que somos nosotros los que andamos “espesos” y no que el sistema está mal diseñado.
Aunque no sea un dispositivo real, ilustra muy bien la confusión que puede generar la yuxtaposición de demasiados elementos informativos; una ilustración magnífica de la ausencia de accesibilidad cognitiva.
También hay actuaciones excelentes desde el punto de vista de la accesibilidad cognitiva. Un ejemplo paradigmático son las instrucciones de montaje de los muebles de Ikea. Estas piezas de información consiguen transmitir la serie de instrucciones necesaria para realizar operaciones (a veces, de bastante complejidad) a personas enormemente variadas en cualquier lugar del mundo. Evitando lenguajes y símbolos con contextualizaciones culturales importantes, así como analizando muy bien el contenido que quieren comunicar, consiguen ese nivel tan alto de comprensión.
En resumen, las ciudades del futuro, como parte de su inteligencia, han de incorporar de manera natural la accesibilidad, en general, y la accesibilidad cognitiva ,en particular. Cualquier objeto o servicio al que se accede mal o no se comprende, difícilmente se le podrá calificar de inteligente.
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Esta entrada se ha publicado antes en el blog de la UPNA Traductor de Ciencia, y ha sido republicado por The Conversation.
¿Cuál de los dos parquímetos se entiende mejor?
Para interaccionar con el entorno, hace falta información, un conocimiento que, en ocasiones, se obtiene de forma muy natural, pero en otras muchas, no tanto. Al estudio de esta cuestión, se le denomina “accesibilidad cognitiva”. Cuando pensamos en accesibilidad, normalmente no se incluye este aspecto. Parece que la accesibilidad se limita a disponer de rampas para que se pueda llegar a los sitios en silla de ruedas y, como mucho, alguna rotulación en Braille. Sin embargo, hay que pensar que todas las personas deberían ser capaces de interaccionar con el entorno de forma completa, hasta culminar la tarea de que se trate en cada caso.
Según Cristina Larraz, entendemos la accesibilidad cognitiva como el derecho a comprender la información que nos proporciona el entorno, a dominar la comunicación que mantenemos con él y a poder hacer con facilidad las actividades que en él se llevan a cabo sin discriminación por razones de edad, de idioma, de estado emocional o de capacidades cognitivas.
Las ciudades constituyen un hábitat especialmente proclive a generar problemas de accesibilidad cognitiva. Hay muchas actividades, muchos procedimientos, en ocasiones prolijos, con los que regular esas actividades comunes. No es raro que los responsables de todo ello no perciban la dificultad de comprensión que se genera. A fin de cuentas, ellos le dedican muchas horas a esas cosas y se las saben bien, pero un usuario casual de uno de esos servicios pude llegar a desesperarse. Seguro que a todos nos ha pasado más de una vez. Lo que ocurre es que tendemos a pensar que somos nosotros los que andamos “espesos” y no que el sistema está mal diseñado.
Trafic light tree. Escultura, instalada en Londres, del artista Pierre Vivant (foto de Diamond Greezer).
Aunque no sea un dispositivo real, ilustra muy bien la confusión que puede generar la yuxtaposición de demasiados elementos informativos; una ilustración magnífica de la ausencia de accesibilidad cognitiva.
También hay actuaciones excelentes desde el punto de vista de la accesibilidad cognitiva. Un ejemplo paradigmático son las instrucciones de montaje de los muebles de Ikea. Estas piezas de información consiguen transmitir la serie de instrucciones necesaria para realizar operaciones (a veces, de bastante complejidad) a personas enormemente variadas en cualquier lugar del mundo. Evitando lenguajes y símbolos con contextualizaciones culturales importantes, así como analizando muy bien el contenido que quieren comunicar, consiguen ese nivel tan alto de comprensión.
En resumen, las ciudades del futuro, como parte de su inteligencia, han de incorporar de manera natural la accesibilidad, en general, y la accesibilidad cognitiva ,en particular. Cualquier objeto o servicio al que se accede mal o no se comprende, difícilmente se le podrá calificar de inteligente.
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Esta entrada se ha publicado antes en el blog de la UPNA Traductor de Ciencia, y ha sido republicado por The Conversation.
miércoles, 19 de junio de 2019
Tardes periódicas
Este año se celebra el 150 aniversaro de la publicación de la tabla periódica de Mendeleiev. Se ha declarado año internacional de la tabla periódica.
En Navarra se ha celebrado colocando una tabla periódica de bloques de hormigón de 50cm de lado (unos 250 Kg cada uno). Una tabla inmersiva, para meterse dentro.
Una instalación tan chula permite celbrar actos por allí, usándola de graderío para un espectáculo enfrente, paseándola mientras se cuentan historias de los elementos o textos literaros referidos a los mismos. Y si se puede hay que hacerlo. Así que se ha puesto en marcha el programa "las tardes periódicas" en el que se van a hacer todas esas cosas. Comenzamos ayer con el primero de los paseos, en el que Javier Armentia y yo charlamos con una treintena de asitentes y pasamos un rato agradable entre elementos. Seguimos en los próximos días con este programa:
En Navarra se ha celebrado colocando una tabla periódica de bloques de hormigón de 50cm de lado (unos 250 Kg cada uno). Una tabla inmersiva, para meterse dentro.
Una instalación tan chula permite celbrar actos por allí, usándola de graderío para un espectáculo enfrente, paseándola mientras se cuentan historias de los elementos o textos literaros referidos a los mismos. Y si se puede hay que hacerlo. Así que se ha puesto en marcha el programa "las tardes periódicas" en el que se van a hacer todas esas cosas. Comenzamos ayer con el primero de los paseos, en el que Javier Armentia y yo charlamos con una treintena de asitentes y pasamos un rato agradable entre elementos. Seguimos en los próximos días con este programa:
domingo, 16 de junio de 2019
Cogollos de Tudela (o de Fibonacci)
(Este artículo se publicó en Naukas hace unos días)
Esto que estás preparando la cena, cortas un cogollo transversalmente y, oh sorpresa, aparece una curiosa disposición geométrica. Las flores y las piñas tienen unas espirales muy visibles, además aparecen en ellas números de la serie de Fibonacci que las hacen muy “esotéricas”. Pero ¿también los cogollos?
En realidad todas las plantas se organizan de alguna forma y a esa organización de las plantas, como no podía ser de otra forma, los científicos le han puesto nombre en griego: filotaxis (orden de las hojas, “filo” hoja, “taxis” orden). Y hay gente que la viene estudiando desde hace siglos. Como no es una cosa que tenga demasiado interés práctico ese estudio no ha sido ni muy sistemático ni profundo, así que sigue siendo un campo activo con muchas preguntas abiertas. ¿Por qué crecen así? ¿De dónde sale la serie de Fibonacci (o la razón aurea)? ¿Para qué les sirve a las plantas esta estructura?
En las plantas hay un punto central donde se amontonan células indiferenciadas (“madre”) desde el que se produce el desarrollo de los nuevos órganos, el meristemo. Al ser un punto y tener que generar distintas unidades, estas aparecen girando, por decir así. Esto se ve de manera muy gráfica en el ya clásico vídeo “Nature by numbers” (del que está sacado el siguiente fotograma).
Este hecho se aprecia tan bien en la animación que parece una demostración, aunque no lo es, sin embargo se ha estudiado a fondo (véase este paper) comprobando que la espiral que se observa es, en efecto, una “estructura emergente” que surge del proceso de crecimiento, y que dependiendo de un parámetro (algo así como la “fuerza del crecimiento”) da lugar a empaquetamientos más o menos densos que generan distintos patrones filotáxicos, muchos de ellos espirales, y éstos siempre con un número de espirales y “contraespirales” que corresponde a números consecutivos de la serie de Fibonacci. Hay un vídeo precioso de Vi Hart donde estudia diferentes plantas y les cuenta las espirales.
¿Todo esto les sirve a las plantas para algo? No parece que esa sea la pregunta correcta. Lo que es seguro es que si ha sobrevivido a lo largo de milenios de evolución es que no funciona mal, no da lugar a estructuras que dificulten la supervivencia. Otra cosa es que resulten especialmente adaptativas (cosa muy difícil de probar, por otra parte). En el caso de las hojas se puede argumentar que así se consigue una gran área de cobertura, pero las hojas luego se deforman en su crecimiento en función de la insolación (y eso sí es adaptativo), así que aunque su punto de fijación a la rama procediera de la filotaxis su posición final no necesariamente. También es cierto que de la misma forma crecen otros órganos que no son hojas (flores, frutos) a los que no afecta la cobertura. En todo caso parece un algoritmo de crecimiento sencillo, por tanto no muy difícil de “inventar” por la prueba y error genética, que da un resultado de cierta complejidad, ajustable con un único parámetro y con buenas prestaciones.
Nuestro cogollo inicial es una de las muchas plantas de filotaxis espiral, en concreto de 3 epirales y 5 “contraespirales”, de baja densidad por tanto. Además, como el centro de cada hoja es triangular, el resultado de un corte es realmente bonito. No parece un objeto natural. Eso sí, el cogollo está igual de rico sabiendo todas estas cosas o habiéndolo picado sin más observación. La ensalada sabía igual. El conocimiento no “desteje” el placer sensual, al contrario, le añade una capa más de disfrute a la realidad.
(Sobre filotaxis salió hace poco un artículo en Investigación y Ciencia)
Esto que estás preparando la cena, cortas un cogollo transversalmente y, oh sorpresa, aparece una curiosa disposición geométrica. Las flores y las piñas tienen unas espirales muy visibles, además aparecen en ellas números de la serie de Fibonacci que las hacen muy “esotéricas”. Pero ¿también los cogollos?
Sección transversal de un cogollo
En realidad todas las plantas se organizan de alguna forma y a esa organización de las plantas, como no podía ser de otra forma, los científicos le han puesto nombre en griego: filotaxis (orden de las hojas, “filo” hoja, “taxis” orden). Y hay gente que la viene estudiando desde hace siglos. Como no es una cosa que tenga demasiado interés práctico ese estudio no ha sido ni muy sistemático ni profundo, así que sigue siendo un campo activo con muchas preguntas abiertas. ¿Por qué crecen así? ¿De dónde sale la serie de Fibonacci (o la razón aurea)? ¿Para qué les sirve a las plantas esta estructura?
Dibujos sobre la estructura del cogollo
En las plantas hay un punto central donde se amontonan células indiferenciadas (“madre”) desde el que se produce el desarrollo de los nuevos órganos, el meristemo. Al ser un punto y tener que generar distintas unidades, estas aparecen girando, por decir así. Esto se ve de manera muy gráfica en el ya clásico vídeo “Nature by numbers” (del que está sacado el siguiente fotograma).
Crecimiento espiral. Fotograma de “nature by numbers”
Este hecho se aprecia tan bien en la animación que parece una demostración, aunque no lo es, sin embargo se ha estudiado a fondo (véase este paper) comprobando que la espiral que se observa es, en efecto, una “estructura emergente” que surge del proceso de crecimiento, y que dependiendo de un parámetro (algo así como la “fuerza del crecimiento”) da lugar a empaquetamientos más o menos densos que generan distintos patrones filotáxicos, muchos de ellos espirales, y éstos siempre con un número de espirales y “contraespirales” que corresponde a números consecutivos de la serie de Fibonacci. Hay un vídeo precioso de Vi Hart donde estudia diferentes plantas y les cuenta las espirales.
¿Todo esto les sirve a las plantas para algo? No parece que esa sea la pregunta correcta. Lo que es seguro es que si ha sobrevivido a lo largo de milenios de evolución es que no funciona mal, no da lugar a estructuras que dificulten la supervivencia. Otra cosa es que resulten especialmente adaptativas (cosa muy difícil de probar, por otra parte). En el caso de las hojas se puede argumentar que así se consigue una gran área de cobertura, pero las hojas luego se deforman en su crecimiento en función de la insolación (y eso sí es adaptativo), así que aunque su punto de fijación a la rama procediera de la filotaxis su posición final no necesariamente. También es cierto que de la misma forma crecen otros órganos que no son hojas (flores, frutos) a los que no afecta la cobertura. En todo caso parece un algoritmo de crecimiento sencillo, por tanto no muy difícil de “inventar” por la prueba y error genética, que da un resultado de cierta complejidad, ajustable con un único parámetro y con buenas prestaciones.
Nuestro cogollo inicial es una de las muchas plantas de filotaxis espiral, en concreto de 3 epirales y 5 “contraespirales”, de baja densidad por tanto. Además, como el centro de cada hoja es triangular, el resultado de un corte es realmente bonito. No parece un objeto natural. Eso sí, el cogollo está igual de rico sabiendo todas estas cosas o habiéndolo picado sin más observación. La ensalada sabía igual. El conocimiento no “desteje” el placer sensual, al contrario, le añade una capa más de disfrute a la realidad.
(Sobre filotaxis salió hace poco un artículo en Investigación y Ciencia)
miércoles, 12 de junio de 2019
La capacidad de pasar a través de las paredes
"Tengo un invento para pasar a través de las paredes... las puertas. ¡Soy más pirindolo!" Decía Locomotoro en una escena de los chiripitifláuticos en mi más tierna infancia (que no encuentro en youtube). Efectivamente las puertas son un gran invento para pasar a través de las paredes (cuando está abierta) manteniendo la integridad de la pared (cuando está cerrada). Y abrir y cerrar puertas es una obviedad ¿no?
Pues quizá no tanto. Estas personas tan glamurosas de la foto tendrían sus dificultades a la hora de abrir una puerta, tienen discapacidad.
Solemos pensar en la discapacidad como una situación permanente, importante, de cierta gravedad y que dificulta seriamente la vida, pero esto no siempre es así (1). En el nivel conceptual que nos interesa ahora, la discapacidad es el desajuste entre las demandas del entorno y las capacidades de una persona (2). Una puerta que hay que abrir demanda que se agarre del pomo, se gire y se tire para que pivote sobre sus goznes (suponiendo una puerta típica). Con las manos ocupadas o escayoladas es difícil agarrar y girar el pomo; con un carrito es incómodo tirar de la puerta.
Con éste asunto de la puerta se ejemplifica la forma más operativa de considerar la discapacidad (3), como las demandas que exige realizar una función. Diferentes alternativas de diseño que permitan llevar a cabo esa función serán más accesibles en la medida en que requieran menos capacidades del usuario. Ya volveremos a la accesibilidad, ahora me interesan esas capacidades del usuario.
En una primera aproximación podemos pensar en usuarios "normales" y "anormales" (llámales discapacitados, especiales, o lo que sea). Pero esto no es así, no hay dos estados, hay toda una gradación. Desde tener las uñas recién pintadas, un poco de dolor en las manos o cargar con unos libros hasta que te falten las manos hay un sinfín de estados posibles. Siempre desde el punto de vista de abrir una puerta hay toda una gradación de discapacidad, tanto temporal (instantánea, de medio plazo o permanente) como de severidad.
Así pues, todos somos personas con discapacidad. Tenemos capacidades por debajo de la máxima para muchísimas funciones en muchísimas situaciones. Por eso ocuparse de la accesibilidad, de que el mundo exija las menores demandas para desarrollar las tareas en que consiste vivir, no es caridad para unos pocos desgraciados, es lo más razonable para todos. No hace falta recurrir a la imagen de uno mismo cuando sea muy viejito. Eres una persona con discapacidad ahora.
(Segunda parte de la tarea que me encarga @javierfpanadero derivada de una interesante conversación)
---------------
(1) Sin prejuicio de que las personas con discapacidades importantes y permanentes (los retrones que diría Raúl Gay) tienen una vida muy difícil y no hay que trivializarla con estas consideraciones. No se trata de eso, sino de analizar las cosas en un plano puramente conceptual.
(2) De esa "definición ecológica de la discapacidad" hablamos en una entrada anterior.
(3) La más operativa en la dirección de la ingeniería, digamos. Es la consideración que sugiere alternativas de diseño que la pueden disminuir, la que permite estudiar la accesibilidad por tanto. Otra cosa es que esa accesibilidad hay que exigirla (derechos, legislación, activismo, ...) hay que sufrirla, conocerla, anunciarla (asociacionismo, visibilización,...), y muchas cosas más. Vamos, quiero decir que la discapacidad es un concepto con muchas facetas y que el reduccionismo de arriba no pretende anular o minusvalorar otras, es pura simplificación didáctica.
Pues quizá no tanto. Estas personas tan glamurosas de la foto tendrían sus dificultades a la hora de abrir una puerta, tienen discapacidad.
Solemos pensar en la discapacidad como una situación permanente, importante, de cierta gravedad y que dificulta seriamente la vida, pero esto no siempre es así (1). En el nivel conceptual que nos interesa ahora, la discapacidad es el desajuste entre las demandas del entorno y las capacidades de una persona (2). Una puerta que hay que abrir demanda que se agarre del pomo, se gire y se tire para que pivote sobre sus goznes (suponiendo una puerta típica). Con las manos ocupadas o escayoladas es difícil agarrar y girar el pomo; con un carrito es incómodo tirar de la puerta.
Con éste asunto de la puerta se ejemplifica la forma más operativa de considerar la discapacidad (3), como las demandas que exige realizar una función. Diferentes alternativas de diseño que permitan llevar a cabo esa función serán más accesibles en la medida en que requieran menos capacidades del usuario. Ya volveremos a la accesibilidad, ahora me interesan esas capacidades del usuario.
En una primera aproximación podemos pensar en usuarios "normales" y "anormales" (llámales discapacitados, especiales, o lo que sea). Pero esto no es así, no hay dos estados, hay toda una gradación. Desde tener las uñas recién pintadas, un poco de dolor en las manos o cargar con unos libros hasta que te falten las manos hay un sinfín de estados posibles. Siempre desde el punto de vista de abrir una puerta hay toda una gradación de discapacidad, tanto temporal (instantánea, de medio plazo o permanente) como de severidad.
Así pues, todos somos personas con discapacidad. Tenemos capacidades por debajo de la máxima para muchísimas funciones en muchísimas situaciones. Por eso ocuparse de la accesibilidad, de que el mundo exija las menores demandas para desarrollar las tareas en que consiste vivir, no es caridad para unos pocos desgraciados, es lo más razonable para todos. No hace falta recurrir a la imagen de uno mismo cuando sea muy viejito. Eres una persona con discapacidad ahora.
(Segunda parte de la tarea que me encarga @javierfpanadero derivada de una interesante conversación)
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(1) Sin prejuicio de que las personas con discapacidades importantes y permanentes (los retrones que diría Raúl Gay) tienen una vida muy difícil y no hay que trivializarla con estas consideraciones. No se trata de eso, sino de analizar las cosas en un plano puramente conceptual.
(2) De esa "definición ecológica de la discapacidad" hablamos en una entrada anterior.
(3) La más operativa en la dirección de la ingeniería, digamos. Es la consideración que sugiere alternativas de diseño que la pueden disminuir, la que permite estudiar la accesibilidad por tanto. Otra cosa es que esa accesibilidad hay que exigirla (derechos, legislación, activismo, ...) hay que sufrirla, conocerla, anunciarla (asociacionismo, visibilización,...), y muchas cosas más. Vamos, quiero decir que la discapacidad es un concepto con muchas facetas y que el reduccionismo de arriba no pretende anular o minusvalorar otras, es pura simplificación didáctica.
lunes, 10 de junio de 2019
Lo que puedes y lo que se te exige
¿Puede andar un triciclo con ruedas cuadradas?
Viendo la foto puede parecer que no, por eso el niño está llorando. Ocurre, como tantas veces, que damos por asumidas demasiadas cosas. Un triciclo con ruedas cuadradas no es adecuado para un suelo plano. Pero hay más posibilidades (ver).
Calcular el perfil geométrico que tiene que tener el suelo por el que una rueda cuadrada circula bien es un problema muy elegante de matemáticas y se pone en muchas asignaturas. Aparecen las curvas cicloides, cosenos hiperbólicos, y cosas así. Hay modelos de este "juguete" en muchos museos de ciencia, escuelas de ingeniería, etc. (ver).
El ejemplo sirve para ilustrar muy gráficamente el llamado "modelo ecológico de la discapacidad". Según esta idea, la discapacidad no es una cuestión intrínseca de alguien, sino que surge de relación con el entorno, un desajuste entra las capacidades de una persona y las demandas del entorno para realizar una función.
Hay quien puede pensar que este tipo de malabarismos lingüísticos (conceptuales en realidad) no cambian las cosas: las personas en silla de ruedas lo tienen igual de difícil para bajar de una acera describamos como describamos su dificultad. Sin embargo no es así, las palabras construyen la realidad (1), especialmente a medio plazo. Concepciones modernas de la discapacidad están detrás de que hoy día en casi todos los pasos de peatones haya rebajes en la acera (y que estén pavimentados con baldosas podotáctiles). A una persona concreta en una situación concreta no le cambiamos la realidad por endulzar el lenguaje, pero la evolución social sí que cambia si colectivamente asumimos unos u otros modelos.
Desde el modelo en el que la discapacidad se considera un castigo divino hacia la familia en la que nace la persona con discapacidad, hasta modelos como el ecológico antes descrito, ha habido una larga evolución. Por cierto, al igual que en la evolución biológica en que la aparición de especies más moderna no acaba con las más antiguas, también distintas visiones de la discapacidad coexisten. Justo en el último número de REDIS, hay un artículo sobre los modelos teóricos de la discapacidad en las últimas 5 décadas (está en abierto, por cierto). Hace unos años José Antonio Seoane (2) trataba también sobre la evolución de los modelos de discapacidad en este trabajo, también abierto.
Soeane se centra en los derechos, en que las personas con discapacidad son personas, con toda su dignidad; y por lo tanto sujeto de derechos (de los derechos humanos en particular) y no objetos de compasión o caridad. A mí me interesa más la visión ecológica antes descrita. Ambos aspectos forman parte de la legislación vigente, de la Convención Internacional de los Derechos de las Personas con Discapacidad (de la CIF) y de la legislación española que la transcribe. No es que sean alternativas, ambas cosas son parte de la misma visión.
El modelo ecológico de la discapacidad, así descrito (ejemplificado por el triciclo de ruedas cuadradas), enfatiza la importancia del diseño en la disminución de la discapacidad. Hacer un mundo más accesible no es una cuestión de compasión para (unas pocas) personas desafortunadas, es algo que reduce la discapacidad global, el desajuste entre capacidades y demandas para todas las personas, porque todos tenemos unas capacidades limitadas.
Para una interiorización más sentida de este concepto leed este cuento breve de Carmen Saavedra tan interesante (que me hace llegar Fátima)
(Primera parte de la tarea que me encarga @javierfpanadero derivada de una interesante conversación en Naukas Coruña)
---------
(1) Más bien las ideas construyen la realidad, pero las palabras son las asas con las que agarramos las ideas y las materializamos.
(2) Al que oímos en Naukas Coruña 2019 hablando de otro tema justo hace dos días.
(3) Sobre esto escribí hace ya 9 años,solo que de forma mucho más breve.
Viendo la foto puede parecer que no, por eso el niño está llorando. Ocurre, como tantas veces, que damos por asumidas demasiadas cosas. Un triciclo con ruedas cuadradas no es adecuado para un suelo plano. Pero hay más posibilidades (ver).
Calcular el perfil geométrico que tiene que tener el suelo por el que una rueda cuadrada circula bien es un problema muy elegante de matemáticas y se pone en muchas asignaturas. Aparecen las curvas cicloides, cosenos hiperbólicos, y cosas así. Hay modelos de este "juguete" en muchos museos de ciencia, escuelas de ingeniería, etc. (ver).
El ejemplo sirve para ilustrar muy gráficamente el llamado "modelo ecológico de la discapacidad". Según esta idea, la discapacidad no es una cuestión intrínseca de alguien, sino que surge de relación con el entorno, un desajuste entra las capacidades de una persona y las demandas del entorno para realizar una función.
Hay quien puede pensar que este tipo de malabarismos lingüísticos (conceptuales en realidad) no cambian las cosas: las personas en silla de ruedas lo tienen igual de difícil para bajar de una acera describamos como describamos su dificultad. Sin embargo no es así, las palabras construyen la realidad (1), especialmente a medio plazo. Concepciones modernas de la discapacidad están detrás de que hoy día en casi todos los pasos de peatones haya rebajes en la acera (y que estén pavimentados con baldosas podotáctiles). A una persona concreta en una situación concreta no le cambiamos la realidad por endulzar el lenguaje, pero la evolución social sí que cambia si colectivamente asumimos unos u otros modelos.
Desde el modelo en el que la discapacidad se considera un castigo divino hacia la familia en la que nace la persona con discapacidad, hasta modelos como el ecológico antes descrito, ha habido una larga evolución. Por cierto, al igual que en la evolución biológica en que la aparición de especies más moderna no acaba con las más antiguas, también distintas visiones de la discapacidad coexisten. Justo en el último número de REDIS, hay un artículo sobre los modelos teóricos de la discapacidad en las últimas 5 décadas (está en abierto, por cierto). Hace unos años José Antonio Seoane (2) trataba también sobre la evolución de los modelos de discapacidad en este trabajo, también abierto.
Soeane se centra en los derechos, en que las personas con discapacidad son personas, con toda su dignidad; y por lo tanto sujeto de derechos (de los derechos humanos en particular) y no objetos de compasión o caridad. A mí me interesa más la visión ecológica antes descrita. Ambos aspectos forman parte de la legislación vigente, de la Convención Internacional de los Derechos de las Personas con Discapacidad (de la CIF) y de la legislación española que la transcribe. No es que sean alternativas, ambas cosas son parte de la misma visión.
El modelo ecológico de la discapacidad, así descrito (ejemplificado por el triciclo de ruedas cuadradas), enfatiza la importancia del diseño en la disminución de la discapacidad. Hacer un mundo más accesible no es una cuestión de compasión para (unas pocas) personas desafortunadas, es algo que reduce la discapacidad global, el desajuste entre capacidades y demandas para todas las personas, porque todos tenemos unas capacidades limitadas.
Para una interiorización más sentida de este concepto leed este cuento breve de Carmen Saavedra tan interesante (que me hace llegar Fátima)
(Primera parte de la tarea que me encarga @javierfpanadero derivada de una interesante conversación en Naukas Coruña)
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(1) Más bien las ideas construyen la realidad, pero las palabras son las asas con las que agarramos las ideas y las materializamos.
(2) Al que oímos en Naukas Coruña 2019 hablando de otro tema justo hace dos días.
(3) Sobre esto escribí hace ya 9 años,solo que de forma mucho más breve.
miércoles, 5 de junio de 2019
Pint of Science 2019 Pamplona
Desde que en 2015 debutamos como una de las 8 ciudades españolas que se unía al festival Pint of Science su éxito se ha desbordado. En 2019 han sido 73 ciudades españolas, y España uno de los 24 países en que se ha celebrado.
La idea es sencilla, programar charlas de ciencia en bares en tres días concretos, en este caso fue 20, 21 y 22 de mayo. Siempre es de lunes a miércoles, no sé si la organización central (inglesa) no confía en que esta modalidad de ocio pueda competir bien con otras más habituales hacia el fin de semana.
Desde la organización local de Pamplona, que hemos sido los mismos en estos 5 años, las actividades están totalmente rutinizadas. Los bares son los mismos, nos conocen, nos esperan y quedan encantados de la experiencia. Siempre me gustan los comentarios de camareras y camareros que "se tragan" la charla por obligación pero luego comentan que les ha parecido muy interesante y que se debería hacer más veces. Mola porque suena sincero, ellos hacen lo que les ha mandado su jefe, y no tienen porqué adularnos.
Tenemos estructurada la participación en tres bloques, universidad pública, universidad privada y otros centros relacionados con la ciencia navarra (principalmente el Planetario, que no falla nunca). Qué institución va a qué bar se sorteó el primer año y a partir de ahí va rotando. Cada organización elige a sus ponentes, con lo que la garantía de "calidad" de la charla está certificada. Esto parece una obviedad, pero en otras ciudades ha habido problemas por charlas demasiado "magufas".
Merece la pena detenerse un poco más en el crecimiento de la participación:
Un crecimiento muy lineal con casi 20 ciudades nuevas al año. Y todas las que comienzan repiten. En algún momento tendremos que reconocer que esto pasa de ser un festival a ser un género, una modalidad más de ocio en la ciudad, un elemento más de la cultura.
La idea de agrupar las charlas en unas fechas y ponerles una etiqueta común es muy útil. Para los organizadores novatos proporciona una garantía de éxito, hay un foro donde las personas involucradas comparten su conocimiento en un ambiente muy colaborativo. Y, lo más importante, los medios de comunicación tienen la noticia hecha, y ninguno falta a su cita. Algo tan friki y a la vez tan extendido por el mundo da una noticia perfecta.
A cambio, este agrupamiento supone rigideces de fechas, exigencias económicas por parte de la marca (para poderla usar), costes de mantenimiento de una web compleja que recoge tantísimos eventos y que necesariamente se ha de mantener de forma distribuida. De momento no hay duda de que las ventajas superan con creces a los inconvenientes, pero con este ritmo de crecimiento (y la saturación mediática de "otra vez estos") en algún momento habrá de desbordarse la pinta y convertirse en ciclos de charlas locales en cada ciudad. Porque lo que no creo que ocurra es que este tipo de actividades vaya a menos.
Y ese es el mayor éxito de todo esto, la creación de un formato cultural y de ocio que se vaya incorporando de manera natural a la oferta ciudadana. Y en Pamplona, pioneros con "Ciencia en el Bar" no vamos a cejar en el empeño. Eso sí, si alguna persona se quiere incorporar a la organización local de Pint of Science será más que bienvenida.
Las charlas de este año en Pamplona, como siempre, fueron excelentes. Dejo aquí una foto de Javier Novo que evitó la muerte por power point con unas impresiones 3D de cráneos, y unos experimentos de simulación de redes genéticas utilizando voluntarios del público realmente espectaculares. Y el público del Zentral (más de 200 personas) que sin duda da un enorme subidón.
La idea es sencilla, programar charlas de ciencia en bares en tres días concretos, en este caso fue 20, 21 y 22 de mayo. Siempre es de lunes a miércoles, no sé si la organización central (inglesa) no confía en que esta modalidad de ocio pueda competir bien con otras más habituales hacia el fin de semana.
Desde la organización local de Pamplona, que hemos sido los mismos en estos 5 años, las actividades están totalmente rutinizadas. Los bares son los mismos, nos conocen, nos esperan y quedan encantados de la experiencia. Siempre me gustan los comentarios de camareras y camareros que "se tragan" la charla por obligación pero luego comentan que les ha parecido muy interesante y que se debería hacer más veces. Mola porque suena sincero, ellos hacen lo que les ha mandado su jefe, y no tienen porqué adularnos.
Tenemos estructurada la participación en tres bloques, universidad pública, universidad privada y otros centros relacionados con la ciencia navarra (principalmente el Planetario, que no falla nunca). Qué institución va a qué bar se sorteó el primer año y a partir de ahí va rotando. Cada organización elige a sus ponentes, con lo que la garantía de "calidad" de la charla está certificada. Esto parece una obviedad, pero en otras ciudades ha habido problemas por charlas demasiado "magufas".
Merece la pena detenerse un poco más en el crecimiento de la participación:
Un crecimiento muy lineal con casi 20 ciudades nuevas al año. Y todas las que comienzan repiten. En algún momento tendremos que reconocer que esto pasa de ser un festival a ser un género, una modalidad más de ocio en la ciudad, un elemento más de la cultura.
La idea de agrupar las charlas en unas fechas y ponerles una etiqueta común es muy útil. Para los organizadores novatos proporciona una garantía de éxito, hay un foro donde las personas involucradas comparten su conocimiento en un ambiente muy colaborativo. Y, lo más importante, los medios de comunicación tienen la noticia hecha, y ninguno falta a su cita. Algo tan friki y a la vez tan extendido por el mundo da una noticia perfecta.
A cambio, este agrupamiento supone rigideces de fechas, exigencias económicas por parte de la marca (para poderla usar), costes de mantenimiento de una web compleja que recoge tantísimos eventos y que necesariamente se ha de mantener de forma distribuida. De momento no hay duda de que las ventajas superan con creces a los inconvenientes, pero con este ritmo de crecimiento (y la saturación mediática de "otra vez estos") en algún momento habrá de desbordarse la pinta y convertirse en ciclos de charlas locales en cada ciudad. Porque lo que no creo que ocurra es que este tipo de actividades vaya a menos.
Y ese es el mayor éxito de todo esto, la creación de un formato cultural y de ocio que se vaya incorporando de manera natural a la oferta ciudadana. Y en Pamplona, pioneros con "Ciencia en el Bar" no vamos a cejar en el empeño. Eso sí, si alguna persona se quiere incorporar a la organización local de Pint of Science será más que bienvenida.
Las charlas de este año en Pamplona, como siempre, fueron excelentes. Dejo aquí una foto de Javier Novo que evitó la muerte por power point con unas impresiones 3D de cráneos, y unos experimentos de simulación de redes genéticas utilizando voluntarios del público realmente espectaculares. Y el público del Zentral (más de 200 personas) que sin duda da un enorme subidón.
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