sábado, 28 de marzo de 2015

Hipérbolas de la divulgación

(Este texto fue publicado en Naukas hace unos días)

A pesar de llevar años de bloguero, miles de lectores, cientos de páginas escritas, y decenas de conferencias un día te encuentras bloqueado, con pánico escénico… solo que como no estás en un escenario la presión no te induce al desmayo como a Sabina; pero desde luego se te atasca la pluma o la tecla. Tu escribías sobre ciencia y escepticismo (a veces con un toque de humor), por eso hay textos tuyos en este blog ¿no? Por tanto habrá que aproximarse a ese problema de forma científica, comenzando por buscar literatura y por preguntar a los amigos.

Un diagnóstico no cura la enfermedad, pero es un primer paso. Las palabras son asas que se le ponen a los conceptos para poderlos manejar (1), y resulta que una parte de ese pánico escénico tiene nombre, se llama “síndrome del impostor”.

Se trata de un fenómeno psicológico que impide al sujeto interiorizar sus propios logros. A pesar de las pruebas externas de su competencia, sigue convencido de que se trata de un fraude, y que no merecen esos éxitos. Estos éxitos se minusvaloran con argumentos como la casualidad, haber estado en el lugar adecuado en el momento adecuado, y cosas así. Aunque no se considera un trastorno psicológico, y por lo tanto no está recogido en los catálogos correspondientes, es un problema significativo.

Curiosamente (o quizá no tanto) este síndrome lo sufren especialmente personas pertenecientes a grupos tradicionalmente discriminados: mujeres, minorías étnicas o estudiantes de doctorado. Y lo de los estudiantes de doctorado no es una broma (ver aquí o aquí), de hecho algunos de ellos lo han redescubierto y relatado (como ejemplos magníficos véanse este o este).

Y es que la percepción adecuada de la propia competencia es un asunto difícil, y del mismo modo que se puede caer en la infravaloración infundada, también se puede caer en lo contrario y percibir la propia capacidad muy por encima de la realidad. A esto se le conoce como “efecto Dunning- Krugger” tras los experimentos publicados en 1999 por David Dunning and Justin Kruger, de la Universidad de Cornell. Mejor dicho, el efecto Dunning – Krugger va un paso más allá, establece que en un grupo los peores son los menos conscientes de su incompetencia. Y esto vale para un grupo de estudiantes, trabajadores o escritores o lo que sea, y se han replicado los experimentos en diversas ocasiones.
Distribución
Figura 1. El síndrome del impostor y el efecto Dunning – Kruger en la distribución de autores | El síndrome del impostor y el efecto Dunning – Kruger en la distribución de autores
Metido en medio de la distribución de calidades de la obra (ver figura 1) se puede mirar hacia la parte que te queda por encima y quedar abrumado por la altura que te falta. Pero también se puede mirar hacia el otro lado y atribuirte una calidad que no te corresponde. En cualquier caso mejorar el punto de vista no es tan sencillo como darse la vuelta, uno está psicológicamente anclado en su postura.
Preguntados un montón de exitosos blogueros (todos colaboradores de Naukas) sobre esta cuestión, en particular sobre el síndrome del impostor, se ofrecieron diversos relatos personales y estrategias para salir de el. Aunque no sean infalibles, quizá una combinación adecuada pueda ayudar. De forma muy sintética (y anónima), la lista de consejos sería la siguiente:
  • Concitar una presencia de ánimo que tiende a producir sudor genital.
  • Quitarse la túnica”, esforzarse por salir del paradigma de las expectativas que generan tus etiquetas (título, actividades pasadas, etc)
  • Relativizar la presencia de los que te imponen (el viejo truco de imaginárselos cagando, por ejemplo)
  • Relativizar el sentimiento por recurrencia, desde que murió Einstein (o el ídolo máximo que uno tenga) ya no se podría escribir más.
  • Relativizar el sentimiento por paradójico: no podemos escribir todos peor que la media (menos aún peor que todos)
  • Escoger el tema y el enfoque en el que uno se sienta, si no el más experto, al menos suficientemente cómodo.
  • Coleccionar borradores inacabados.
El asunto de escoger el tema y el enfoque adecuados que aparece al hilo del síndrome del impostor fue objeto de una discusión específico no hace mucho entre los mismos contertulios. Y es que es mucho más fácil decir “adecuado” que saber realmente de que hablar y en que tono. Especialmente complejo se vuelve el tema cuando la comunicación versa sobre desenmascarar supercherías y cuestiones escépticas en general. Ahí la posibilidad de ser tildado de prepotente, de no encontrarle la fibra sensible al interlocutor es aún más peliaguda.
Receptores
Figura 2.- Distribución de conocimiento de los receptores de la divulgación | Distribución de conocimiento de los receptores de la divulgación
Una pequeña aportación a la cuestión, parecida a la anterior solo que con una gráfica más colorista, para variar (figura 2): hay muchos públicos posibles. Hay personas que saben muchísimo de un tema y a los que, no solo va a ser difícil contarles algo interesante, sino que lo más probable es que te encuentren fallos. Pero hay muchísimos más que no saben tanto y que pueden encontrar interesante tu historia. Y esa distribución además cambia con el tema, porque el que sabía tanto de una cosa no sabrá lo mismo de otra. Una gráfica equivalente se podría dibujar respecto del nivel de credulidad de la audiencia (aquí credulidad se entiende como propensión a las conspiranoias y maguferías varias). La gran mayoría son simples desconocedores que han de formarse una opinión y cualquiera que venga con una y suene convincente les vale. Para ellos todo esfuerzo es poco.

En el otro extremo de la gráfica, unos pocos recalcitrantes resisten impertérritos  cualquier argumento, cualquier prueba. Además de mantenerse en su postura inicial, se sienten insultados por los intentos de razonamiento. Ahí todo esfuerzo es vano, y se aplica la Ley de Armentia (o de los cojonesmanuel): En cuanto alguien es tachado de prepotente en público, ES prepotente. Corolario: Cualquier intento de contrarrestar con argumentos ese insulto será percibido como la reacción de un prepotente.

Fig3_MemePrepot

Todo lo anterior podría encajar en un modelo ecológico de la divulgación, un entorno en el que hay muchos tipos de comunicadores y muchos tipos de receptores de la comunicación. Ahí cada uno ha de encontrar un nicho acorde con sus conocimientos, sus expectativas y sus gustos. Uno ecosistema en el que no sobra nadie. En fin, aun conscientes de que «Con lo que no sabemos los que estamos aquí, se pueden escribir bibliotecas nacionales enteras» (2), esperemos que estas reflexiones puedan ser de utilidad para alguien.
Disclaimer: Aunque lo aquí relatado procede de la lista de correos de Naukas, todo ha sido reinterpretado libremente por el autor y nadie más es responsable de cualquier error.

Notas:
(1) Frase tomada de un vídeo de VSauce
(2) Frase oída por Javier de la Cueva a Antonio Lafuente

sábado, 14 de marzo de 2015

Música, de las matemáticas a la cultura

La música es algo estupendo, algo muy humano ¿o hay otros animales que también disfruten de la música? Junto con otras artes uno de los últimos refugios de nuestro deseo de diferenciarnos del resto de la naturaleza. Sin embargo la base en la que comienza todo es muy "natural", muy física, siguiendo unas leyes matemáticas sencillas y biológicamente compartida. Veámoslo en un par de vídeos espectaculares:




El camino desde ese origen tan matemático (un acorde) hasta las elaboraciones culturales tan sofisticadas como son las piezas musicales reales es complejo. Hubo un interesante encuentro sobre neurociencia y música que profundiza en ello. Es chulísimo, pero son casi dos horas, lo dejo enlazado AQUI.

lunes, 9 de marzo de 2015

Viendo la invisible radiación

Una de las cosas que asusta tanto de la radiactividad es que es invisible. Los núcleos atómicos inestables del material radiactivo se desintegran de vez en cuando y emiten trozos con muy alta energía. Dependiendo del núcleo serán radiaciones alfa, beta, gamma o neutrones. Esas radiaciones normalmente no se ven, salvo que el medio en el que se propagan revele su camino de algún modo:


Lo que se ve en la animación anterior es un trozo de mineral de uranio (pechblenda) en una cámara de niebla. Se trata de un recipiente lleno de vapor en condiciones de sobresaturación. Eso quiere decir que a esa presión y temperatura el vapor puede pasar a líquido, a falta de un lugar en el que hacerlo (lo que se llama un centro de nucleación). Esos centros de nucleación los proporcionan los átomos ionizados. De esta forma, cada partícula ionizante emitida por el mineral va dejando en su camino una estela de gotitas de líquido. Le figura está tomada de Sploid, y se trata de una cámara de niebla llena de vapor de alcohol. Estos dispositivos son los tatarabuelos de los detectores de partículas que se usan en aceleradores como el LHC, pero su sencillez y lo visual de su funcionamiento resultan maravillosos.

Otro procedimiento físico, no menos maravilloso, permite ver neutrones en este caso (lo de antes eran partícuals alfa). Lo que se ve es un reactor nuclear de fisión en el momento de arrancar (también de Sploid):


El destello de luz azul que se ve está causado por el chorro de neutrones que sale del reactor en el momento de arrancarlo y pasan por el agua en la que está sumergido. Se trata "radiación de Cherenkov", denominada así en honor del físico ruso que la detectó experimentalmente por primera vez (y por lo que obtuvo el Nobel en 1958).

Es el equivalente luminoso a la ruptura de la barrera del sonido. Cuando un avión vuela más rápido que la velocidad del sonido (en el medio por el que viaja, claro) las ondas sonoras emitidas en diferentes momentos se amontonan en determinados puntos generando un aumento de presión importante, la suma del generado por cada onda. En la figura de la izquierda se ve bastante claramente el efecto.

La luz también son ondas y puede suceder el mismo fenómeno... salvo que la velocidad de la luz es un valor máximo, nada puede ir más deprisa ¿no?. Es así siempre que hablemos de la luz en el vacío, claro. En el agua (con un índice de refracción de 1,33) la luz viaja un 25% más despacio que en el vacío, por lo que si podría haber cosas que viajasen más rápido de que luz en el agua y menos que la luz en el vacío. Eso es lo que le ocurre a los neutrones que emite la fisión del uranio, y el destello azul que se percibe es el resultado de la ruptura de la "barrera de la luz" por ellos.

La radiación sigue siendo técnicamente invisible. Ni vemos realmente las partículas alfa ni los neutrones, pero la cámara de niebla y la radiación de Cherenkov los revelan de una forma tan directa y visual... en realidad es algo muy muy parecido a verla realmente. De hecho tendríamos que definir con precisión qué es ver, pero eso lo dejamos para otro día.

domingo, 8 de marzo de 2015

Una charla sobre el WiFi y sus secuelas

Hace ya un tiempo de la charla, pero tuvo mucha repercusión. Katakrak es un curioso centro de agitación cultural con la excusa de una librería (y una taberna y...). Es un ambiente ciertamente alternativo aunque solo sea por lo no estándar de la propuesta. Y en este mundo tan estereotipado parece que un ambiente así ya debería seleccionar la respuesta a la pregunta de la charla. Pero para glosar esa hipotética respuesta no me habrían pedido a mi la charla. Seguramente esa sorprendente aproximación es la que ha dado lugar a más movimiento del esperado. Secuelas de ese movimiento han llegado hasta esta semana, en la que ambos periódicos locales han publicado declaraciones mías. El martes (4 mazo) en Diario de Navarra y el viernes 6 en Diario de Noticias. En este último me ha extrañado el titular, excesivamente contundente, y que puede que dijera en la charla, pero seguro que al calor de la discusión posterior, que fue ciertamente acalorada. Lo demás es un texto, una "entrevista" que me hicieron por email, el siguiente:



1) ¿De qué hablamos cuando nos referimos a las ondas electromagnéticas?

La luz visible es el tipo de ondas electromagnéticas que nos es más habitual. Se trata de vibraciones, como las de un estanque al tirar una piedra, pero del campo eléctrico. Y en función de su frecuencia se manifiestan de muy diversas formas.

2) Algunas voces relacionan las ondas electromagnéticas con la posibilidad de desarrollar cáncer o la influencia en el feto, ¿qué hay de mito y de verdad acerca de estos peligros? ¿Debemos estar preocupados?

Es totalmente real para las ondas electromagnéticas de más alta energía, como los rayos x y los rayos gamma. Sin embargo, por debajo de un umbral de energía de la radiación estos fenómenos no se producen. La luz visible está por debajo de ese umbral y, lógicamente nadie la tema. Las ondas que transportan la telefonía móvil o el wifi son de energías aún menores. No parece pues justificado el temor a esos problemas.

3) Hay expertos que aseguran que aún no hay evidencias científicas suficientes para adjudicarles un riesgo a la salud, sin embargo la OMS reconoce que entre un 5% y un 10% de la población es electrosensible y entre los síntomas más frecuentes están dolores de cabeza, insomnio, irritabilidad, depresión o mayor riesgo de cáncer, ¿qué recomendaciones preventivas están en la mano de cada uno de nosotros para protegernos de un posible efecto negativo de las ondas?

Siempre se puede requerir más investigación, y es bueno que se haga. Pero hay una abundancia enorme de estudios científicos que no encuentran relación alguna entre las ondas de baja energía y ningún efecto pernicioso sobre la salud.

4) Algunas acciones son individuales pero otras muchas dependen de decisiones políticas o colectivas, es decir, parece imposible hoy en día vivir en un mundo ajeno a la presencia de estas ondas electromagnéticas.

Siempre hemos vivido bañados en ondas electromagnéticas. Muchas de mediana energía que constituyen la luz del sol, y de otras energías procedentes de los rayos cósmicos. Es verdad que a lo largo del último siglo la actividad humana ha incrementado ese fondo electromagnético, pero en general con valores muy bajos.

5) Precisamente para evitar el impacto de las ondas, en Navarra y en otras CCAA algunas escuelas han iniciado una campaña en contra de la inclusión de tecnología Wifi en las aulas. Alegan que los daños de las ondas son aún más perjudiciales para niños y adolescentes, ¿Cuál es su opinión al respecto? ¿Llegará el día en el que el wifi dejará de ser el sistema más utilizado para conexión a internet?

Sin duda puede ser que el wifi deje de utilizarse para conectarse a internet. Si la decisión de la mayoría así lo solicita será de ese modo, es la esencia de la democracia. Sin embargo, confío en que se comprenda mejor la evidencia científica disponible y que el esfuerzo ciudadano se reoriente en la lucha con las compañías telefónicas hacia objetivos como el cumplimiento estricto de las normativas, la reducción de precios o la calidad del servicio.

6) Pese a que cada vez son más las voces que alertan de los riesgos parece que los gobiernos hacen caso omiso. De hecho, la nueva ley de telecomunicaciones concede a las empresas de telecomunicación el derecho que antes tenían los ayuntamientos y CCAA para expropiar e instalar libremente la estación base de telefonía móvil en las azoteas. Parece que nuevamente los intereses de las empresas parecen estar por delante de los derechos de la población.

Es muy negativo que los derechos de los ciudadanos queden postergados por los intereses de las compañías, esa es una lucha que comparto plenamente, y los derechos de explotación de suelos o antenas no deben regalarse. Sin embargo no creo que los riesgos para la salud de las ondas de baja energía sean terreno para esta lucha, dado que la evidencia científica es muy poderosa en sentido contrario.

7) ¿Cómo se está actuando en otros países ante esta nueva situación?

La verdad es que solo conozco casos aislados que no muestran una tendencia general.


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El artículo ha dado lugar a las críticas esperables y algunas que no tanto. Se quejan compañeros de profesión de que mis conclusiones son demasiado contundentes y faltas de rigor. La contestación a esta crítica:

El titular está sacado de contexto, y cuando estás discutiendo en una situación tensa exageras la terminología. Tengo la documentación de una charla de investigadores sobre efectos no térmicos, he profundizado un poco en el tema, y me parece que los efectos in vitro con potencias altas es muy muy improbable que se produzcan in vivo con potencias de las que se usan en realidad. En cualquier caso, creo que la excesiva precaución de las personas que estudiamos estos temas con rigor deja un campo abonado para charlatanes que dicen necedades sin ningún fundamento. Es por eso que en los últimos tiempos me he prestado a participar en charlas divulgativas. Se que en esos foros se pierde rigor, pero nunca tanto como los "adversarios".