sábado, 28 de noviembre de 2020

Failure in science

 En el marco de la noche europea de los investigadores, desde Campus Iberus organizaron un acto en el que varios estudiantes de doctorado comentaban errores en su carrera, porque no todo en la actividad científica son éxitos, claro. El caso es que me invitaron a hacer de moderador de la conversación. Con eso de que ahora todos los actos telemáticos quedan grabados, dejoa quí el vídeo por si es de interés... lo que es seguro es en inglés ;-P

 Dejo mejor el enlace, que lo de insertar parece que no funciona. ESTE ENLACE


 

jueves, 19 de noviembre de 2020

Ciencia cotidiana (curso CAP)

 Este mes estoy impartiendo un curso a profesorado de primaria y secundaria de Navarra gracias a la amable invitación del CAP de Pamplona. Son cinco sesiones en las que mostrar algunos d elos temas que he ido recogiendo en los últimos años sobre aspectos científicos que surgen en lugares muy muy cotidianos.

Podríamos decir también, que se trata de aprender a disfrutar de los contenidos científicos igual que lo hacemos de los contenidos culturales... o lo que es lo mismo, llamar la atención sobre la cultura científica, su diferencia con la ciencia propiamente dicha (¡no utilizamos formulas y apenas números!).

Dejo a continuación los temas desarrollados en cada una de las 5 sesiones, los enlaces a las presentaciones utilizadas y los materiales que hemos utilizado o comentado:

Clase 1:

 Detejiendo fotografías

Video sobre la lágrima del vino y el efecto Marangoni

Clase 2:

Seguimos destejiendo fotografías (no recuerdo si algo más...)

Clase 3:

Vídeo Cienciaa con sentidos (a propósito de la escala logarítmica)

Ciencia de la música

Clase 4:

Las escalas del universo

Clase 5:

Formas y Sombras

Aceitunas y cogollos en Balmaseda

miércoles, 18 de noviembre de 2020

Abajo el periscopio

En estos tiempos de confinamiento, de teletrabajo, minimización de las relaciones sociales, toque de queda y bares cerrados, no puedo evitar la sensación de vivir en un submarino. Un submarino al que solo llega información del exterior a través del periscopio de twitter y quizá un poquito con el sonar de la radio.

Hace más de 10 años que tengo cuenta de twitter, y probablemente la he usado a diario en este tiempo. En esos años han cambiado muchísimo los flujos de información. Durante años estuve suscrito al periódico. Hubo tiempos en que el máximo placer del domingo era pasar un par de horas escrutando todos los folletos que componían la prensa de fin de semana.

Los editores de la información (content curators) eran personas profesionales y poderosas. Unos pocos diarios y noticiaros televisivos componían la ventana al mundo a la que teníamos acceso. Quizá por haber crecido en un tiempo en que la agenda la marcaban esos editores, tenía la confianza de que sabía lo que había que saber.

Todo ha cambiado mucho. Primero los “prosumers” de los que se hablaba con la web 2.0 (¿os acordáis, el colmo de la modernidad suena ahora a rancio hasta el extremo). Luego cada vez más canales, emisores agregadores, gestores de comunidades, bots y vaya usted a saber qué extraños personajes en el ecosistema de la información.

Y aquí está uno, echando un vistazo al timeline de twitter, como quien leía los titulares del periódico mientras desayunaba, antes de comenzar a trabajar. Solo que en un ventana del navegador en el mismo propio puesto, en casa… Sea como fuere, habrá que bajar el periscopio y ponerse a hacer algo de provecho.

lunes, 16 de noviembre de 2020

Bad practices...

 Me han invitado a contar mi rollo sobre las malas prácticas en ciencia. Es en un curso de doctorado internacional (así que en inglés) y con una coda de investigación e innovación (emprendedurismo). El caso es que como en el mundo on line es fácil que queden grabadas las cosas, tengo la charla AQUÍ (en youtube en privado) y dejo abajo las diapositivas, por si son de alguna utilidad:


sábado, 14 de noviembre de 2020

5 efectos que hacen atractivos bulos y leyendas urbanas

Jakiunde, la Academia vasca de la ciencias las artes y las letras, ha tenido a bien invitarme este año a participar en el programa Jakin Miña de charlas de divulgación científica a estudiantes de bachiller. Con la situación de la pandemia fue una cosa un poco rara, con loe estudiantes en remoto, pero yo en un auditorio de verdad. El caso es que todo funcionó muy bien y los asistentes hicieron preguntas y tuvimos un cierto coloquio.

Aquí dejo las dispositivas de la charla

Se trata solo de una pincelada, especialmente orientada a bulos sobre temas científicos (efectos de radiaciones no ionizantes sobre la salud, alimentación y cancer, etc.). Sobre estos temas habría mucho más que decir, claro. Como salió en el coloquio, el asunto de las "fake news" merece una consideración aparte. Aunque ya apenas se oiga, aquel concepto de la postverdad del que tanto hablamos cuando comenzó el mandato de Trump sigue más vigente que nunca. Sí que hace falta una palabra como esa, porque define, no la mentira, sino una posición epistemológica (absurda a mi entender, pero nada infrecuente) en la que son verdad una cosa y la contraria. 

Una foto de la charla en el auditorio del CiviCan, con Nora Alonso, académica de Jakiunde, presentando el acto y dando paso a las preguntas.


martes, 10 de noviembre de 2020

La belleza de la tostada

Tuvimos la semana pasada una tertulia de amigos (un poco pedante) sobre la belleza. Resultó maravilloso a pesar de ser en versión videoconferencia pandémica. Resulta muy gratificante la experiencia de disfrutar momentos ajá encadenados. O al menos el recuerdo de eso, porque tampoco es algo que vayas fijando como quien toma apuntes. Una cosa sí recuerdo, una especie de síntesis personal que consistiría en la existencia de dos tipos de belleza. Algo parecido a la diferencia entre la percepción numérica y la capacidad de contar. No hace falta hacer una operación mental compleja para saber que hay tres cosas (muchos animales lo hacen), para contar hasta 35 sí (muchas personas no lo hacen). Del mismo modo, habría una belleza natural, más innata o "de especie". Comentaba uno de los tertulianos que incluso en favelas, en ambientes emprobrecidos y sin educación formal, se ponen tiestos para embellecer la chabola. Las flores, serían uno de los elementos de esa belleza natural. La belleza de la arquitectura de Van der Rohe es mucho menos "natural", requiere un entrenamiento específico, una culturización que unas personas tienen y otras (la mayoría) no. 

Recuerdo esto hoy porque me encuentro un artículo (maravillas de tuiter, y Tay en particular) que se puede interpretar en este sentido. En un estudio de marketing, intentando ver qué características hacen la comida más atractiva (y asociada a valores positivos) se encuentra que la belleza. Pero la belleza en un sentido particular:

 "a specific type of aesthetics called "classical" aesthetics is characterized by the ideal patterns found in nature. For instance, a key classical aesthetic feature is symmetry, which is also extremely common in nature. Another prominent classical aesthetic feature involves order and systematic patterns, which, again, are ubiquitous in nature"


Otra cosa interesante (que no sorprendente) es que la belleza analizada en ese trabajo estimula los centros de recompensa del cerebro, produce placer de forma fisiológicamente demostrable. 

En una especie visual y ultrasocial (que se comunica a través del lenguaje, la voz, el sonido) tiene sentido que saber captar la atención visual y sonora de los congéneres suponga una ventaja evolutiva. Para ello, el deseo de comunicar y de percibir deberían estar premiados, producir placer. Que la belleza y la música produzcan ese placer biológicamente observable apoya esa hipótesis. Y una vez que tenemos el elemento comunicativo metido en el circuito del placer, tampoco es difícil imaginar en proceso que lleva a la adicción: te acostumbras a un nivel y has de buscar una experiencia más intensa para estimular el circuito en cuestión. Ese "círculo vicioso" ¿o es virtuoso en este caso?; esa realimentación, en cualquier caso, sería la responsable de refinamientos extremos, corrientes artísticas, virtuosismos y pasiones coleccionistas: el mundo del arte en general.

domingo, 8 de noviembre de 2020

Ciencia y cine

 Para la sección de esta semana en Cope Navarra me comentaba Alberto que si podíamos hablar de ciencia y cine (al hilo de esta lista de 21 películas quizá). Desde luego la ciencia en el cine da para muchísimo. Concretando mucho, empezando por esa lista, se podría decir:

Hay muchas películas que tienen la ciencia como trasfondo principal y pueden abrir una puerta a la comprensión y el disfrute de la ciencia, incluso a hacerla atractiva para los jóvenes. Pero no lo olvidemos, son productos de ficción orientados al entretenimiento, no documentales que busquen descripciones fidedignas. Es muy fácil que estén llenas de estereotipos. ¿Podemos hacer una clasificación de subgéneros basándonos en la visión de la ciencia que ofrecen? Veamos:

1.- El científico loco. El estereotipo consiste en que la ciencia la hacen individuos especiales (hombres despistados con el pelo alborotado, por cierto), con una inteligencia extrema y cierta incapacidad para las convenciones sociales. 
  • Doc de Regreso al Futuro (que nos sirve de sintonía a esta sección)
  • Flubber y el profesor chiflado (1997) Robin Williams
  • Cariño, he encogido a los niños (1989) 
  • Rick y Morty
  • Doofenshmirtz de Phineas y Ferb
 
Aunque hay una foto de A. Einstein sacando la lengua con el pelo alborotado que, seguramente está detrás de esta imagen, el científico promedio está muy lejos de este estereotipo.
Un estereotipo muy estudiado ( https://es.wikipedia.org/wiki/Cient%C3%ADfico_loco )


2.- El niño genio. En un mundo infantil que no termina de abandonar el pensamiento mágico (la creencia en poderes sobrenaturales y personajes imaginarios) una inteligencia y una capacidad de trabajo especiales producen descubrimientos e inventos extraordinarios.
  • Más allá de la luna (2020)
  • El extraordinario viaje de T.S. Spivet (2013)
  • Jimmy Neutrón: El niño inventor (2001)
De alguna manera es una versión infantil del científico loco, aunque con sus peculiaridades específicas (el acercamiento a la magia). La ciencia real actualmente está muy lejos de este estereotipo. En cambio algunos de los valores de los personajes (capacidad crítica, pensamiento independiente, trabajo duro, etc.) sí que son muy valiosos en los científicos.

3.- Recreación histórica (versión cienematográfica de la novela histórica). Historias basadas en personajes y hechos reales recreados para ganar fuerza narratva y enfatizar algún aspecto concreto.
  • Una mente maravillosa (2001) vida de John F. Nash
  • La teoría del todo (2014) vida de Steven Haeking
  • El hombre que conocía el infinito (2014) S. Ramanujan
  • Apolo 13 (1995)
  • Figuras ocultas (2017)
En este subgénero, lógicamente, la visión de los personajes es mucho más realista. Lo que pasa es que se escoge, también lógicamente, a personajes muy especiales, con l oque de nuevo el conjunto transmite una imagen muy estereotipada de la profesión de científico. Alguna, como Figuras ocultas, justo huye de eso, y nos muestra unas personas "muy normales" que no conoceríamos si no fuera por la película.

4.- Ciencia ficción. Hay muchísimos tipos, claro. En este contexto nos interesan especialmente las que permite "visualizar" algún concepto complejo creando una historia alrededor
  • Gravity (21013) - La basura espacial, estar en órbita, el mundo ISS
  • Interstellar (2014) - La relatividad y agujeros negros
  • Inteligencia artificial (2001) - La IA.
  • 2001 Odisea del Espacio - También la I.A.
  • Yo Robot (2004)
  • Her (2013)
  • Contact (1997) - La posibilidad de contactar con extraterrestres
  • Encuentros en la 3ª fase
Aquí no se trata tanto de la ciencia como profesión (aunque en alguna se entrevea también) sino más bien el conocimiento científico, aspectos del mismo que nos resultan problemáticos y sobre los que nos interesa reflexionar. Grandes problemas del ser humano: el tiempo, la inteligencia propia y artificial, los robots y nuestra convivencia con ellos, la dificultad de contactar con potenciales extraterrestres ante la ausencia de referentes comunes...
 
Las clasificaciones son como los principios de Groucho Marx, si no le gusta, tengo otras. Sirven en la medida en que el criterio utilizado ayude a entender mejor el objeto que se clasifica. Estas 4 grandes cajas nos sirven para ver en qué medida la imagen social de la ciencia que crea el cine puede aproximarse a la realidad. Mi conclusión es que, por unas u otras razones, muy poco. La ciencia es una profesión "normal" a la que se dedican miles de personas "normales" (tan normales que hay de géneros y colores variados) que trabajan en temas rutinarios, especializados y aburridos para el público en general, como en cualquier trabajo. Pero bueno, sobre eso, si acaso, profundizamos otro día. El cine no se hace para promocionar profesiones con fidelidad, sería muy aburrido.

lunes, 2 de noviembre de 2020

Manifestaciones espontáneas y su relato

Cuando estudiaba la carrera iba a la facultad en el tren de cercanías. Un trayecto diario de Nuevos Ministerios a Cantoblanco y vuelta. Había temporadas que los trenes funcionaban especialmente mal, llegaban muy tarde, iban llenísimos. Una mañana en que estábamos allí esperando decenas de personas, se retrasó el tren y cuando llegó estaba ya lleno, no había forma de entrar todos. Mientras nos apretábamos para que entrasen a presión las últimas personas sonó el silbato de que iba a arrancar. Alguien se enfadó y tiró el freno de emergencia. El personal en el entorno de esta persona empezó a aplaudir el gesto y a manifestar su indignación con el servicio. El ambiente de cachondeo y de protesta se fue extendiendo por el tren. 

Al cabo de unos pocos minutos llegó un revisor por el andén a preguntar qué pasaba. El freno quedó suelto, pero en algún otro punto del tren otra persona accionó el de allí. Total, que en un ambiente de cachondeo importante, y ante la sensación de que esa mañana ya habíamos perdido las clases, el tren quedó bloqueado y las protestas empezaron a ser cada vez más fuertes. Entonces solo había una vía por sentido en la estación, así que el tren parado, bloqueando el túnel, suponía un perjuicio importante.

Pasados unos 40 minutos decidí marcharme a casa. Al salir vi que había algunos policías hablando con algunos estudiantes. Luego supe que eran miembros de un sindicato estudiantil y que se habían “apropiado” de la protesta y estaban “negociando” mejoras en el servicio. Al día siguiente el periódico recogía la noticia del suceso. En la noticia la protesta había sido organizada por el sindicato de estudiantes, declaraciones de algunos de sus representantes explicaban las reivindicaciones pretendidas.

Si no hubiera estado presente en el origen real de la protesta nunca habría imaginado que la noticia era falsa. De hecho, he intentado pensar muchas veces cómo se podría haber contado la historia real sin encontrar una forma verosímil. Los relatos necesitan protagonistas y las acciones necesitan motivos claros. En esta historia un cabreo genérico enciende una acción de protagonismo distribuido sin objetivos definidos.

Estos días estamos viendo manifestaciones violentas en diversas ciudades españolas y europeas. Gente que sale a romper cristales y quemar contendores sin saber muy bien contra qué protestan ni qué les une más allá de un cabreo genérico con la incómoda vida en que nos ha puesto la pandemia. Seguro que al final hay relatos canónicos con sus protagonistas, sus instigadores y sus motivaciones, pero de momento predomina la sorpresa. ¡Qué extraños son los movimientos colectivos espontáneos!