El gobierno ha anunciado recientemente la creación de la ONAC (Oficina Nacional de Asesoramiento Científico). La idea me parece muy buena, pero no exenta de riesgos, es difícil hacerlo bien. En lo que sigue se desarrolla un poco la idea
La ONAC
El organismo cuenta con una página web que incluye este vídeo de presentación:
Lo presentó el presidente del Gobierno en un acto con mucha repercusión mediática
- Nota de prensa de La Moncloa
- Reseña en El Español (por poner un periódico, salió en todos)
Crítica 1
No todo son alabanzas, como si se desprende de las noticias de prensa del día de la presentación. También hay visiones críticas. Una que manifestaba la cuenta de X @UniversidadxClima implica que se puede usar la palabra ciencia, en mayúsculas, para justificar políticas decididas a priori, en concreto dictadas por grandes corporaciones y lobbies en general. (tuit de la figura)
Crítica 2
Crítica 3 (supuesta)
Discusión
Cada una de las 3 críticas parte de una visión diferente de la ciencia (como sistema, de las personas dedicadas a la ciencia), muy resumidas serían:
- Critica 2: Las personas dedicadas a la ciencia tienen la verdad, pero no se les escucha
- Crítica 3: Los científicos mienten, son portavoces de saberes poco confiables
- Crítica 1: Las personas dedicadas a la ciencia generan conocimiento valioso en las condiciones adecuadas (sin conflictos de intereses, etc.)
La primera es la más razonable de las 3. La ciencia ni tiene todas las verdades ni es una gran farsa llena de falsedades. Parece que, aunque se enunciara de forma combativa en los tuits de la "crítica 1", realmente sostienen una postura epistemológicamente correcta, el conocimiento científico surge, con esfuerzo, de consensos de una comunidad y ponerle dificultades a sus miembros (conflictos de intereses, incentivos perversos), cuando menos, ensombrece ese consenso.
Incluso no habiendo mala fe, el hecho de reunir a un grupo de personas especialistas en diferentes aspectos para que busquen consensos entorno a cuestiones que no han surgido de ellos, sino de quienes les llaman para la tarea (la ONAC) es ya atípico. Cada una tendrá experiencia en defender sus posturas en congresos disciplinares o en proyectos sectoriales, pero probablemente no en entornos transdisciplinares. Los sesgos que se pueden padecer en ese entorno fuera del contexto habitual son distintos y eventualmente mayores que los habituales.
Hay otras dificultades previsibles para el funcionamiento de estos sistemas de asesoramiento, principalmente la selección de sus miembros (cuantos y cuales), qué méritos hay que tener, cómo tener en cuanta voces jóvenes (que no han tenido tiempo de cargar su currículum), como dirigir y moderar las reuniones, etc.
Conclusión
Aunque haya riesgos, me parece que la ciencia (i.e. el mejor conocimiento disponible en un momento dado) debe estar mucho más presente en las decisiones de gestión, y una oficina como la recientemente creada parece un paso en la buena dirección. El hecho de que se planteen diversas líneas de acción (incluyendo la reflexión sobre el propio proceso) son buenas noticias. Pero antes de nacer ya tiene críticas y vienen de "los dos lados".
Lejos de esa visión naif (que también se vio en X los primeros días) de poner al frente alguien de "ciencias duras" porque es el paradigma de "lo que es la ciencia", en mi opinión hace falta mucha epistemología en el proceso. Les deseo mucha suerte a los responsables.
Coda
Unos comentaros sobre el proceso de aprobación y la historia de este tema (basado en comunicaciones personales de colegas)
La idea del asesoramiento científico en la política (al estilo de la STOA del parlamento europeo) se lleva impulsando desde IU y desde CCOO desde hace al menos 20 años, tanto para el parlamento estatal como para el de la Comunidad de Madrid. La decisión de montar una entidad de asesoría científica en el gobierno y en el parlamento estaba incluida en las movilizaciones contra los recortes de 2013. Entonces se recogieron 400.000 firmas que se llevaron al Parlamento. La iniciativa se logró primero en el Parlamento, primero de forma provisional con unos métodos de selección bastante discutibles. Ese sistema se ha oficializado hace unos meses con la creación de la “Oficina C”
La nueva ONAC adscrita a la Presidencia de Gobierno enfrenta una labor compleja porque la coordinación entre ministerios no ha funcionado a través de los órganos previos como la Comisión Interministerial. Es una pena que se haya presentado de forma efectista, tras un desarrollo prácticamente secreto, por parte del partido mayoritario del gobierno
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