Un paseo de domingo. Al pasar junto a la iglesia ves un grupo concelebrando sus ritos. Más adelante la sede de un partido político; un bar en el que se corean hazañas deportivas. Sigues paseando consciente de que tú eres capaz de apreciar los penaltis de tu equipo favorito y cuando el partido más afín actúa como no debiera. Eso te impide participar en todas esas reuniones de celebración de lo común. Tienes formación matemática como para saber que un contraejemplo es una demostración. Tienes la prueba formal de no pertenencia a ninguno de esos conjuntos cuyos elementos se reconfortan y disfrutan de la compañía. Tienes formación biológica como para entender las razones evolutivas del espíritu gregario, el valor adaptativo del grupo.Sabes que tu independencia de criterio te hace indeseable en cualquier conjunto. La exclusión es mutua. Terminemos el paseo para abrir un buen libro.