Y llegados a este punto va prácticamente un lustro de blogueo, así que hasta podría extenderse un poco más el tradicional post de fin de año dedicado al metablogueo, pero tampoco hay que castigar demasiado a la concurrencia.
Si hubiera que resumir en un titular, diríamos que todas las tendencias siguen igual: aumentando las visitas y disminuyendo las entradas. Es a esta disminución a la que va dedicada la figura.
48.500 visitas (30% más que el año anterior) que han visto 67.400 páginas. 150 suscriptores frente a los 93 del año pasado.
Lo malo del descenso en el número de entradas es que es muy constante y, extrapolando, supondría la desaparición del blog en un par de años, cosa que en principio me desagrada. Hay muchos blogs que cierran, otros se transforman. Muchos blogueros expresan sus dudas sobre el sentido de su actividad. No es extraño, es una actividad que supone un tiempo no despreciable y que ha de merecer la pena, y tanto las personas como internet (el ecosistema digital) evolucionan y han de reajustarse. Hemos de reajustarnos, no se porqué me pongo al margen de la reflexión.
Este blog nació como una libreta para las reflexiones personales, su título es suficientemente ego-explicativo. Las distintas categorías han servido para identificar mis temas de interés: ciencia, ciencia cotidiana (o divulgación científica), docencia (que debería ser "enseñanza", pero que no rimaba bien), universidad, gráficas, etc. Sobre cada uno de esos temas he tenido ocasión en estos años de conocer autores más especializados, expertos e interesantes. Sobre todo a través de Twitter se entra en contacto, con el paso del tiempo, que un lustro no es una broma, se van destilando una serie de sitios que ya escriben lo que a mi me gustaría, solo que mejor. Por eso ahora una parte muy importante de la actividad digital es señalar esos sitios, anunciarlos en Twitter y almacenarlos en sitios adecuados como scoop.it, delicious o pinterest (detalles aqui).
La sensación de que casi todo ya está bien escrito por ahí, y que ya no sólo me leen tus amigos más próximos hace que cada vez cueste más arrancarse. Espero que esa presión se equilibre con la dosis adecuada de exhibicionismo (intelectual, claro) y egolatría necesarios para mantener el blog en su línea actual. En todo caso el tiempo dirá. De momento, hay que reiterar el agradecimiento a todas las personas que pasáis por aquí. Aunque solo lo haga explícito de año en año, huelga decir que son los lectores lo que alimenta la escritura. Gracias por estar ahí. Mis mejores deseos para el año que comienza. Nos seguimos viendo por las redes.
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