martes, 26 de mayo de 2020

Contajes y criterios

Preguntó el Rector un día, “¿cuántos profesores hay en esta universidad? En la reunión de la semana que viene quiero una respuesta”. A la semana siguiente el vicerrector de profesorado dijo “un profesor es una persona que da clase, y tenemos tantas personas diferentes con docencia asignada”. El vicerrector de asuntos económicos dijo “un profesor es un empleado de la universidad, alguien que cobra un sueldo, y tenemos tantas personas distintas cobrando un sueldo con esa categoría”. El vicerrector de campus dijo “un profesor es una persona que tiene asignado un despacho, he preguntado a los directores de departamento cuantas personas ocupan despachos en sus respectivos departamentos y el resultado es tantos, aunque aún hay dos que no me han contestado”. Por supuesto los tres números no coincidían.


Hay personas jubiladas que aún ocupan despachos pero ya no cobran. Hay investigadores con docencia asignada pero que no cobran con categoría de profesor… Hay una casuística muy amplia. Aunque un porcentaje muy alto de los docentes universitarios cumplen las tres condiciones (están contratados, dan clase y ocupan un despacho), hay un número no despreciable de casos en que no se cumplen las tres por igual. Además, no todas esas condiciones cuentan con un sistema de recuento eficaz, actualizado y fiable. Los sueldos si se llevan con mucha precisión, pero la ocupación de despachos con mucha menos.

Aquella universidad no era un desastre, es que la realidad es compleja, y su descripción numérica requiere de definiciones precisas, no valen impresiones generales. Este cuentito es (casi) real. Con el tiempo se han adoptado “sistemas de información” informatizados en los que se van incorporando definiciones y formas de cálculo precisas, así como fechas de actualización de los datos. 20 años después de aquella pregunta del rector, el actual, casi puede responder la pregunta que su antecesor pensó que se podría saber en una semana.

Cualquier similitud con el contaje de muertos en una pandemia y la incapacidad de entender las cosas de algunos políticos y casi todos los periodistas es pura coincidencia (o no).


La foto está tomada de aquí

domingo, 24 de mayo de 2020

La avalancha de publicaciones (en Es Radio)

Una entrevista con Luis Herrero sobre el tema de la avalancha de publicaciones científicas y la dificultad de asegurar qué merece la pensa de todo eso y que, probablemente, quedará refutado en breve.

miércoles, 20 de mayo de 2020

Desbordamiento del sistema de publicaciones científicas

En la UPNA estamos organizando un ciclo de conversaciones sobre lo que nos está suponiendo la crisis del virus. Nada tan original, es el tama casi inexcusable y también es el medio digital elimprescindible.

El pasado viernes 15 hablamos sobre la avalancha de papers con Juan Ignacio Pérez, Pamapa García y Eva Méndez. Y nos quedaron ganas de estar un buen rato más ;-)

domingo, 10 de mayo de 2020

El virus en el sistema de publicaciones.

El deseo de los científicos de contribuir a resolver la crisis del COVID19, pero también la oportudad de medrar en sus carreras profesionales, han generado una avalancha de trabajos científicos. Sobre estas cuestiones publicamos el 3 de mayo un artículo en The Conversation. Instigados por Alberto Nájera, que es quien más está sufriendo el tema en propias carnes con un trabajo sobre el efecto del tabaco, nos unimos Juan Ignacio y yo, interesados de hace tiempo por "los males de la ciencia"


El sistema de publicaciones científicas afronta una situación tan comprometida a causa de la COVID-19 que podría acabar desembocando en su transformación. No sería prudente hacer predicciones acerca de la forma en que se comunicarán los resultados científicos cuando la pandemia haya pasado, pero no cabe descartar ninguna posible evolución. La situación que atraviesa el sistema es de verdadera crisis.

El camino habitual para comunicar resultados científicos consiste en publicarlos en revistas especializadas. Para ello, una propuesta de artículo ha de pasar un proceso, generalmente lento, de revisión por pares. Durante este, otros especialistas en el campo, ajenos a los autores y anónimos para ellos, juzgan su calidad y lo aceptan, rechazan o proponen cambios.

CONTINUAR LEYENO EN THE CONVERSATION.

lunes, 4 de mayo de 2020

Mesa redonda en tuiter. Ciencia ciudadana

El pasado 30 de abril me invitaron a participar en una mesa redonda tuitera. En tiempos de confinamiento andamos todos buscando formatos para actividades culturales y de divulgación y esta es la propuesta que decidieron explorar los organizadores, la fundación Ibercivis.

No sé surante cuanto tiempo, pero por la etiqueta aún se recupera la conversación, en #CitSciChatEs.

Estuvimos bastante de acuerdo todos en que la Ciencia Ciudadana mola y enque tiene ventajas en cuanto a la comunicación por la involucración de muchas personas no especialistas. Hubo un cierto descuerdo, en dos bandos, entre los periodistas y los "científicos" en cuanto a quién y con qué credenciales comunicar, pero eso ya lo podíamos saber antes de comenzar. Los periodistas reivindican legítimamente su profesión.

El formato no me resultó muy agradable, no daba tiempo a entrar a fondo en conversaciones, al menos como "panelista", no sé si como público fué más ágil ni qué tal anduvo de público..

Como tenía por ahí escritas las preguntas y mis respuestas, las dejo aquí abajo:

P1 #Citscichates Ventajas/oportunidades que ofrecen los proyectos de ciencia ciudadana para trabajar con los medios de comunicación
(desde el papel de los propios ciudadanos como portavoces de los proyectos de ciencia ciudadana, de las historias humanas que se generan, de la importancia de los medios en visibilizar estos proyectos para conseguir participación, de la implicación de los mismos periodistas en los proyectos... de la relación entre impacto social de los proyectos y de la noticiabilidad que esto le da, etc).

R1 #Citscichates Además de las ventajas de cualquier historia de ciencia están las de que haya muchas personas “normales” detrás. La involucración de no-científicos acerca al público en general, o debería. 
R1 #Citscichates Para los periodistas la actividad de participanetes no-científicos (al menos profesionales) les facilita (a priori) más banderines de enganche para contar la historia del proyecto
R1 #Citscichates Ya de partida, si un tema de investigación ha sido capaz de “ciudadanizarse” es porque hay actividades que no requieren una alta especialización y, a priori, punto de enganche para la comunicación.
R1 #Citscichates La sensación de comunidad, la solidaridad de “entre todos podemos”, es fácil que produzca simpatía, un actitud favorable por parte del receptor de la noticia

P2 #CitSCiChatES  Indícanos cuatro conceptos claves (o las que quieras) para hacer buena comunicación de la ciencia ciudadana
R2 #Citscichates Los mismos que para la ciencia en general: rigor y emoción más las propias del “ciudadanismo”: cercanía y pertinencia (pertenencia, incluso)

P3 #CitSCiChatES Características que tienen los proyectos de Ciencia Ciudadana que han sido más mediáticos
R3 #Citscichates Vinculación al territorio (reportar mosquitos tigre, pájaros, espectros de las farolas, ….) y/o ayudar a algo verdaderamente gordo (ceder mi cpu al SETI).

P4 #CitSCiChatES Claves de comunicación interna en proyectos de ciencia ciudadana, es decir, entre todas las personas que trabajan en el proyecto
R4 #Citscichates No creo que haya nada especial por ser de ciencia ciudadana, las mismas que en cualquier grupo grande de personas: tratarlas bien, reconocerles importancia, facilitarles la tarea… ¡accesibilidad cognitiva! (algo bueno siempre)

P5 #CitSCiChatES Aún es necesario dar a conocer el concepto 'ciencia ciudadana', ¿qué primera medida establecerías si pudieras hacerlo a gran escala?
R5 #Citscichates Sí, sí creo que hace falta. Es necesario darle la vuelta a muchos estereotipos de “La Ciencia”: algo de laboratorio, muy difícil, hecho por señoros, muy excelentes ellos ….

P6 #CitSCiChatES ¿Quién debe hacer la comunicación de un proyecto de Ciencia Ciudadana? 
R6 #Citscichates Todo el que pueda (i.e. quiera y sepa). La comunicación es un ecosistema, con muchos mensajes y muchos receptores. (agit-prop, sci apreciation, valorization, divulgación, …)

domingo, 3 de mayo de 2020

Verdades relativas. Experiencias bajo sospecha

La edición de Ciencia en Redes de este año se suspendió en su versión presencial, pero se reinventó en virtual con excelente resultado. Con todo pregrabado, muy dinámico y concentrado, la emisión en vivo atrajo mucho público, 220 perosnas el primer día y 150 el segundo.

Programa

Vídeo del día 29 completo (mi participación en 1:08)
Vídeo del día 30 completo

Me invitaron a dar una charla, lo que agradezco mucho a la organización, AECC, Cosmocaixa, @Omenendez, @Wicho, @egastonestanga

La presentación, inicialmente de 20 minutos quedó compactada en los siguientes 7 para la versión digital:

sábado, 2 de mayo de 2020

Estuvo bien mientras duró

De joven leí las novelas de Vázquez Montalbán, del detective Carvallo, y me impresionó su costumbre de encender la chimenea con un libro de su biblioteca. Ahora, de mayor, no solo la entiendo, sino que no puedo evitar copiarle de alguna manera.



Cuando tenías más tiempo para leer que dinero para comprar libros, no podías dejar pasar mercadillos, ofertas o regalos. Algunos años después no hay baldas para tanto papel, y algunos más tarde lo que no hay es tiempo para leer todo lo que compraste y aún espera. Ahora lo escaso es el tiempo, y no vas a gastarlo con ediciones malas, de esas que te hacen estornudar, o con obras menores.

Paseas la vista por la librería y ves ese tomo viejo, quizá lo trajiste de casa de tus padres, recuerdas las sensaciones que te produjo leerlo, o no leerlo y colocarlo en todas las mudanzas de tu vida, quitarle el polvo alguna vez. Hace muchísimo que no lo echas de menos, si es que alguna vez ocurrió, solo has reparado en él porque estaba ahí, ocupando un espacio físico cerca de tí, formando parte del atrezo de tu vida. Deshacerse de él con todos los honores es el mejor destino que puede tener. Supongo que con un razonamiento parecido quemaba Carvallo sus libros, siempre hojeándolo antes de lanzarlo a la chimenea y recordando lo que supuso su lectura. No se trata de recuperar espacio en la librería (preocupación miserable), sino espacio mental.

El atrezo de tu vida pasada condiciona la obra que se representa y, si no renuevas la escenografía, vas a estar demasiado anclado a las mismas historias. Evolucionar requiere enajenar de alguna forma el pasado. Los artistas lo saben muy bien, o llega finalmente esa exposición y venden (regalan, almacenan, queman,...) la obra de una etapa o cuesta muchísimo pasar a la siguiente.

Hace poco más de 10 años, más o menos con este blog, comencé a habitar el mundo digital, ese que se empezaba a poblar entonces y que se ha convertido en una parte esencial de nuestras vidas. Tanto que en los días de confinamiento pandémico es donde hemos mantenido nuestra vida real. En este tiempo he acumulado ahí montones cosas que, como los libros de Carvallo, empiezan a ser una carga. Dado que esos e-trastos tienen menos hsitoria y menos corporeidad, la vinculación emocional es menor, en realidad es mucho más fácil "quemar" cuentas de internet que libros de verdad. De hecho el que quemaba libros era Carvallo (un personaje), dudo que lo hiciera Vázquez Montalbán.

Toda esta introducción es la declaración de principios de la limpieza digital que me propongo hacer, sin prisa pero sin pausa. Cosas que, por otra parte, hay que hacer antes de que las hagan por ti. Por ejemplo Delicious, un servicio del que fui muy asiduo y que desapareció sin dejar rastro (leo que en agosto de 2019). Allí se quedaron cientos de enlaces a páginas web que me habían interesado en algún momento. Cosas en su mayoría que no encajaban en mis intereses más profesionales o continuados y que, por tanto, no tenían un lugar mejor. Allí quedó una introducción al reconocimiento de constelaciones, la historia de una familia argentina que publicaba cada año una foto de carnet de cada uno de sus miembros (al menos dejé de visitarla antes de que discontinuaran alguna serie, me habría dado pena a pesar de no conocerlos de nada ni saber nada de ellos más que esas fotos). En realidad solo queda el recuerdo de aquello, porque si recuperara la cuenta igual no sabía encontrar esos enlaces entre todos los demás que no recuerdo. Ese humo digital no huele como las de verdad, pero produce una nostalgia parecida. Estuvo bien mientras duró.

viernes, 1 de mayo de 2020

Consiliencia. La belleza de una flor

Consiliencia Corona es un proyecto de lectura colectiva de textos que anda impulsando el compadre Javier Armentia. Se buscan textos con ideas poderosas, no muy largos y de temas de cultura científica, de apreciación de la cultura y la diversidad, de consiliencia. En ocasiones se revisan las traducciones (hay mucho "tiquismiquis").

El resultado final se monta en vídeo. Están en este canal. Y un ejemplo, un texto que por el tema y por el autor me gusta especialmente es:


viernes, 17 de abril de 2020

Datos, los que sean útiles

Uno de los chistes clásicos de mi abuelo médico: Ponga que ha muerto de muerte natural, porque lo natural cuando de pegan 6 tiros es que te mueras. Además de la gracieta, esconde el problema de las causas atribuibles a un efecto que ya Aristóteles sintetizó en cuatro: la causa material, la formal, la eficiente y la final. Atisbamos que detrás de preguntas aparentemente sencillas (¿cuántos profesores hay en la universidad? ¿Cuántas personas han muerto de esta enfermedad?) se esconden asuntos que no son nada evidentes.

A propósito de esto se publica hoy en el BOE una orden del Ministerio de Sanidad detallando los datos que las comunidades autónomas deben reportar al Ministerio para disponer de un cuadro de mandos coherente para la toma de decisiones en la crisis del covid-19. Y sobre esto hay unas cuantas consideraciones que merece la pena hacer.

Modelo esquemático representando 4 categorías de afectados que habría que cuantificar ( figura tomada de aquí)

Lo primero que resulta sorprendente es que no hubiera ya, de antes esta crisis, un sistema de información común, supongo que es parte de la cara B del estado de las autonomías.

Lo segundo es que ningún número responderá a la pregunta ¿cuántos muertos está produciendo el covid-19? No lo hará porque la pregunta no está planteada en términos suficientemente precisos como para ser contestada con un número. La persona que sufrió un infarto leve y no fue al médico por miedo al covid ¿la contamos o no? La persona mayor que hubiera muerto en noviembre y ha caído en la residencia meses antes ¿la descontamos? Obviamente es imposible hacer esas cuentas. Ni sabemos cómo considerar esos casos ni tenemos fuentes de información sobre ellos.
¿Cuántos muertos está causando el covid-19? Es una pregunta que, además de no tener respuesta numérica, no tiene sentido práctico. En realidad se plantea fundamentalmente para denostar al gobierno de turno. Si el número es alto podemos ridiculizar a las personas al mando de la situación, sean de la comunidad de Madrid o del Gobierno de España, cada uno disfruta su propio sesgo de confirmación. Por eso hay una tendencia de los políticos a evitar dar ciertos datos o maquillarlos de alguna forma.

Pero la gestión de las crisis, la toma de decisiones auténtica, o está basada en datos fiables o será como navegar a ciegas, una garantía casi total de ir a la debacle. Para cada decisión operativa sí que podemos imaginar indicadores razonables y buscar datos (fidedignos o, cuando menos aproximaciones suficientemente buenas). Por ejemplo, para la gestión de funerales, entierros y cremaciones hay que saber el número de fallecimientos (da igual aquí por qué causa hayan fallecido). El número de personas hospitalizadas que requieren de cuidados intensivos, y su evolución día a día, es lo que permite tomar decisiones sobre reestructuración de hospitales, adquisición de respiradores o montaje de hospitales de campaña. Pero para esa decisión, el número de personas con síntomas leves que están en sus casas no aporta nada. Para el desescalado de las medidas de confinamiento lo que estaría bien saber (entre otras muchas cosas) es lo lejos que podamos estar de la inmunidad de grupo, y para ello el dato es el porcentaje de la población general que dispone de anticuerpos (haya pasado la enfermedad grave, leve o asintomática); para eso se va a realizar un muestreo.

En el plano de la gestión es necesario ir haciendo modelos de la realidad y buscar medidas adecuadas que los cuantifiquen. Para ello hacen falta series de datos que sean, lo primero de todo, coherentes, que respondan a definiciones precisas y que se mantengan en el tiempo como para poder observar tendencias. Es para eso para lo que hacen falta sistemas de información como el que se intenta ordenar en el BOE de hoy.

Probablemente sea una iniciativa que debería haberse tomado mucho antes. Probablemente le falten datos importantes, como el número de pruebas que se realizan.  ¡Los resultados negativos son también muy informativos! ese dato es muy importante (como señalan @Aberron o Eva Belmonte en Civio). Pero al menos es una decisión técnica en la dirección correcta. Es una pena que la discusión política no esté en consensuar la batería de datos y mejorar su calidad sino en esa absurda costumbre de tirarse muertos a la cabeza.

martes, 14 de abril de 2020

No puede ser casualidad

Dice Pedro Alonso que “tener en España la tasa de mortalidad más alta del mundo de coronavirus no es casualidad” ¿qué quiere decir esto exactamente? A él no se le pueden pedir aclaraciones porque eso lo ha dicho tras indicar que, como representante de un organismo internacional no puede entrar en más detalle.




Lo primero que deja claro es que mantiene una postura epistemológica, ampliamente compartida, que requiere que todo efecto sea derivado de una causa. Lo que ya no está tan claro es cual es la causa, y para poner alguna hay que partir de un esquema mental previo. Podríamos ser profundamente religiosos y suponer que esa tasa de mortalidad es un castigo de dios (del de nuestra elección) al que hemos ofendido especialmente por alguna razón. Podríamos ser demógrafos y colegir que, dado que el virus se ceba con las personas mayores y tenemos un país con una de las mayores esperanzas de vida del mundo (si no la que más) ahí está la razón. Podríamos ser jacobinos y pensar que la ineficiencia de un estado tan descentralizado en el que cada comunidad autónoma toma sus decisiones es la razón. Podríamos ser socialdemócratas y pensar que la falta de inversión en el sistema sanitario a lo largo de los últimos 25 años es la razón última, que el gasto sanitario por habitante sea la mitad que en Alemania (con mucha menor mortalidad) es un dato que apoyaría esa visión. Podríamos ser estadísticos y dudar del propio dato, tenemos la mortalidad más alta por la forma en que se computan aquí infectados y fallecidos, que no es comparable a la de otros. Podríamos ser anticapitalistas y considerar que la deslocalización de la producción (que nos ha impedido tener suministros médicos adecuados) y la precariedad de un sistema injusto son la causa de esa mortalidad récord. También podríamos ser cortoplacistas y pensar que la causa está en las decisiones tomadas por los políticos en el último mes. También ahí podemos elegir el color que nos interese, podemos buscar ineficiencias en las comunidades autónomas gobernadas por unas, en las de otros, en el estado central, o hasta en los ayuntamientos que no vigilan las residencias de ancianos de sus municipios.

Así mirado, esa frase que se ha convertido en titular es tan vacía como los enunciados habituales en los horóscopos. Como cada uno ve ahí reafirmado lo que ya creyera, le parece una frase soberbia. Pero ¿qué quería decir realmente? Viniendo de alguien tan experimentado en epidemias, tan versado en políticas sanitarias, de verdad que me gustaría conocer una opinión profunda, que arrojara algo de luz. Personalmente, salvo el designio divino y la acción cortoplacista, todas las demás me parecen plausibles.