lunes, 26 de enero de 2009

Peligro, ingenieros diseñando universidad

Recientemente he tenido el placer de ser convocado a una reunión en la que recibí información de primera mano de la evolución del proceso de implantación de los grados, titulaciones de primer ciclo "adaptadas" al espacio europeo de educación superior. En esa reunión descubrí las siguientes cosas:

1) Aunque circulan unos documentos como "cuasi oficiales", aún no se ha publicado la normativa por la que se regirán las ingenierías. (Ojo que en el 2010 ne debería quedr ninguna titulación "antigua")

2) La idea de un primer año común a muchas carreras para que se pudiera pasar mejor de unas a otras, ha desaparecido.

3) Los grados de las ingenieráis se llamarán "grado en ingeniería técnica X"

4) Las definiciones de lo que deben ser esos "ingenieros técnicos graduados" son unas listas de competencias ("será capaz de") verdaderamente exageradas en cantidad y en detalle.

5) Con la estructura prevista, la movilidad (tipo Erasmus, etc) va a ser no más fácil, sino más difícil que ahora.

Las peleas entre los lobys de ingenieros superiores e ingenieros técnicos no terminan de decantarse, lo que hace que las autoridades no se atrevan a hacer definitivo el diseño que "va ganando" esa lucha de poder. Lucha que va dejando como daños colaterales buenas ideas como la del primero común. Todo esto después de haber ganado la batalla principal: que un racimo de carreras conserven unas prebendas legales denominadas "atribuciones profesionales", que no se corresponden con la regulación de estas profesiones en casi ningún país europeo (y ya de EEUU ni hablamos).

Además de estas titulaciones "con atribuciones profesionales", existen todas las demás (informática, física, matemáticas, derecho, sociología, etc. etc. etc.). Lo que ya no hay es "titulaciones oficiales", ahora solo hay "titulaciones registradas". A la hora de plantear que titulaciones nos podían resultar interesantes en la UPNA, no conseguí ni una sola adesión para intentar titulaciones sin atribuciones profesionales (en concreto algún tipo de "ingeniería energética" o incluso "ingeniería biomédica").

Yo hubiese apostado por un sistema universitario estructurado en grados de tres años y posgrados de dos (3 + 2), con un catálogo de titulaciones oficiales y sin más atribuciones profesionales que las marcadas desde Bruselas (medicina y arquitectura). Con unas bases sólidas de conocimientos fundamentales sobre los que edificar la formación a lo largo de toda la vida.

Resulta que con la intención de converger con los socios europeos, estamos divirgiendo cada vez más. Pero el riesgo de esta reforma no es menor, si la Universidad Pública no da respuesta a las demandas sociales ¿porqué la va a financiar?

3 comentarios:

Ambros dijo...

Es una pena que se desaproveche esta oportunidad. Yo soy ingeniero industrial y, a pesar de lo que puedan decir colegios y similares, coincido en que un esquema 3+2 seria lo mas racional. Y si no hubiese tantos intereses en juego creo que habría salido.

Por otro lado, si la universidad busca potenciar la enseñanza de adultos (y visto el bajón demográfico debería) sería necesario crear un buen numero de postgrados cercanos a lo que demanda la sociedad. Aunque no tengan competencias exclusivas. Si la enseñanza es buena, eso no sería un problema para encontrar trabajo.

Anónimo dijo...

Los nombres de los grados no van a contener la palabra "técnica"; lo que pasa es que esos grados van a dar acceso a la profesión correspondiente de ingeniería técnica actual, mientras no se revise todo el tema de las profesiones reguladas.

Joaquín Sevilla dijo...

¿No? Pues a mi me ha llegado de fuentes habitualmente muy bien informadas. Tiene narices que comenzado 2009 (recuerdo que en 2010 debería estar acabado el proceso entero) aún no sepamos con toda certeza este tipo de cosas.