Me tocó una de esas cenas prenavideñas el día que cayó una nevada gorda en Pamplona. Afortunadamente no era lejos y pude ir andando. En el camino pude ver (y fotografiar) las dos imágenes adjuntas.
En la de la izquierda llama la atención una franja de nieve más alta que el resto, como una cinta vertical (en el centro de la foto). ¿De dónde sale? Coincide con algo, está sobre la línea blanca que, en el asfalto, indica del final del carril, pegada al bordillo de la acera. Reformulando la observación: la nieve se funda menos sobre la pintura de las líneas que sobre el asfalto. Suena razonable aparte de ser una observación empírica incontestable. Probablemente la razón es que la pintura transmite peor el calor que el asfalto, por lo que se mantiene más fría. Podría también ser porque la pintura es blanca y el asfalto negro, pero siendo nocturna la nevada, la absorción de radiación no parece jugar ningún papel. Hasta aquí llega mi reflexión: observación, búsqueda de correlaciones y planteamiento de hipótesis a partir del conocimiento existente. El método científico, siquiera sea parcial.
Un poco más adelante una tapa de alcantarilla (foto de la derecha) me ofrece otra oportunidad: está si me la se. La tapa dela alcantarilla es metálica, de hierro fundido, y el metal tiene una capacidad de conducir el calor (conductividad térmica se llama) muy superior a la del asfalto. Como ha cesado de nevar y no hace una temperatura bajo cero, la nieve comienza a fundirse y para hacerlo ha de tomar calor de su entorno, el calor latente de cambio de fase. El aire es mal conductor del calor, el suelo también: la nieve no va a deritirse con rapidez. Salvo puntualmente sobre las superficies que si transmiten bien el calor. Ahí está la tapa de la alcantarilla, transportando calorías del subsuelo a la nieve que la cubre y fundiéndola. Se comprueba además que lo hace más eficientemente donde hay más metal, donde es más grueso: en las nervaduras de la tapa. Ese dibujo que se aprecia en la nieve fundida revela los refuerzos que tiene la tapa por la parte inferior. Bueno, estrictamente hablando esto no sería sino una hipótesis que habría que comprobar levantando la tapa. No hice la comprobación, pero me apostaría... cuando menos la cena.
Se puede profundizar en la física de este mismo asunto (la transmisión del calor y la conductividad de los metales) en este reciente post de Wis Physics. Por cierto, este efecto se puede utilizar artificialmente para acelerar la descongelación de esos alimentos que olvidaste sacar anoche y has de cocinar hoy: se ponen sobre una lámina de papel de aluminio (holgada, que sobre papel) y esta sobre un colador metálico...
En la de la izquierda llama la atención una franja de nieve más alta que el resto, como una cinta vertical (en el centro de la foto). ¿De dónde sale? Coincide con algo, está sobre la línea blanca que, en el asfalto, indica del final del carril, pegada al bordillo de la acera. Reformulando la observación: la nieve se funda menos sobre la pintura de las líneas que sobre el asfalto. Suena razonable aparte de ser una observación empírica incontestable. Probablemente la razón es que la pintura transmite peor el calor que el asfalto, por lo que se mantiene más fría. Podría también ser porque la pintura es blanca y el asfalto negro, pero siendo nocturna la nevada, la absorción de radiación no parece jugar ningún papel. Hasta aquí llega mi reflexión: observación, búsqueda de correlaciones y planteamiento de hipótesis a partir del conocimiento existente. El método científico, siquiera sea parcial.
Un poco más adelante una tapa de alcantarilla (foto de la derecha) me ofrece otra oportunidad: está si me la se. La tapa dela alcantarilla es metálica, de hierro fundido, y el metal tiene una capacidad de conducir el calor (conductividad térmica se llama) muy superior a la del asfalto. Como ha cesado de nevar y no hace una temperatura bajo cero, la nieve comienza a fundirse y para hacerlo ha de tomar calor de su entorno, el calor latente de cambio de fase. El aire es mal conductor del calor, el suelo también: la nieve no va a deritirse con rapidez. Salvo puntualmente sobre las superficies que si transmiten bien el calor. Ahí está la tapa de la alcantarilla, transportando calorías del subsuelo a la nieve que la cubre y fundiéndola. Se comprueba además que lo hace más eficientemente donde hay más metal, donde es más grueso: en las nervaduras de la tapa. Ese dibujo que se aprecia en la nieve fundida revela los refuerzos que tiene la tapa por la parte inferior. Bueno, estrictamente hablando esto no sería sino una hipótesis que habría que comprobar levantando la tapa. No hice la comprobación, pero me apostaría... cuando menos la cena.
Se puede profundizar en la física de este mismo asunto (la transmisión del calor y la conductividad de los metales) en este reciente post de Wis Physics. Por cierto, este efecto se puede utilizar artificialmente para acelerar la descongelación de esos alimentos que olvidaste sacar anoche y has de cocinar hoy: se ponen sobre una lámina de papel de aluminio (holgada, que sobre papel) y esta sobre un colador metálico...
3 comentarios:
Añade que el aire en el interior de la alcantarilla probablemente este algo mas caliente que el exterior. La inercia térmica del suelo podría jugar un papel y el metal sería el transmisor perfecto
Me encanta hacer de "detective" con estos problemas.
Muy observador!! A mí ya me costó hasta en la foto darme cuenta de la ligera diferencia en la altura de la nieve. A simple vista fue un detalle que pasé por algo.
Y por cierto, muchas gracias por recomendar mi post sobre la transmisión del calor. Aunque tienes un pequeño error en el enlace. Sobra el #more-2026 del final.
Saludos ;)
Ya he corregido el enlace. Gracias a los dos por el comentario!!
Publicar un comentario