Hace unos meses nos comunicaba el Gerente que los ordenanzas del aulario ya no repartirían y recogerían micrófonos en el aulario, los profesores deberían autoservirse en el cuartito correspondiente. Como presidente de la Junta del PDI, recibí algunas llamadas de profesores molestos por el asunto... Escabroso asunto, por cierto: unos ven la tarea como servilismo, otros como tareas necesarias, clasismo, eficiencia...
Casos equivalentes, incluso más triviales, han llegado a los tribunales con resultados desiguales. Hay una reflexión muy buena de un especialista en derecho público que acaba llamando al sentido común y a la sensatez en las relaciones laborales. En el caso de la Universidad me parece especialmente claro que PAS y PDI somos engranajes del mismo reloj, y que realizar trabajos distintos con horarios o exigencias diferentes no implica relaciones jerárquicas.
Tristemente las cosas no van por el camino de la sensatez reclamado. El día de la Universidad nos encontramos distintos grupos de compañeros por el centro, un miembro del PAS, entre risas, dijo a mis acompañantes "si hasta os juntáis con profesores" . Una broma evidente, y nos reímos todos, pero la naturalidad del comentario es un síntoma de una sensación de diferencia y división poco prometedora.
Tristemente las cosas no van por el camino de la sensatez reclamado. El día de la Universidad nos encontramos distintos grupos de compañeros por el centro, un miembro del PAS, entre risas, dijo a mis acompañantes "si hasta os juntáis con profesores" . Una broma evidente, y nos reímos todos, pero la naturalidad del comentario es un síntoma de una sensación de diferencia y división poco prometedora.
3 comentarios:
... en casa del herrero ... o también: te lo dice una italiana...
Tienes razón, Joaquín. El PAS y el PDI de la Universidad son (somos) como el músculo y el hueso: los dos tienen características distintas pero al final los dos son necesarios para que ese brazo o pierna, o la parte del cuerpo que sea, se sujete y pueda cumplir su función. Y desde luego, sin los tendones en condiciones tampoco hacemos nada.
Deberíamos hacer un esfuerzo serio en entender al otro; que los motivos de sus actuaciones no nos resulten evidentes no significa que no sean razonables.
Ojalá cunda la idea y vayamos avanzando en la dirección de la colaboración real, en vez del puteo y el cachondeillo mutuo tan habituales. La termodinámica no juega a favor, así que habrá que echarle imaginación...
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