Un nuevo escándalo relativo a la protección de datos. Leo en El Pais que en la basura de los juzgados, en contenedores próximos, etc. se han encontrado bastantes expedientes con datos personales sensibles.
Sin duda está mal, es algo que no debería ocurrir y que habrá que trabajar para corregirlo. Pero tampoco es para tanto. Una vez más nos escandalizamos de la anécdota, y lo fundamental nos resulta transparente.
Sin duda está mal, es algo que no debería ocurrir y que habrá que trabajar para corregirlo. Pero tampoco es para tanto. Una vez más nos escandalizamos de la anécdota, y lo fundamental nos resulta transparente.
El mal uso de los datos que están en la basura es una hipótesis. Aunque se especule con ello, en realidad no han sido recopilados por delincuentes. Solo han sido recopilados por periodistas para escandalizar, y en juzgados porque es un tema ya sensible por otras razones. Aunque preferiría que mis datos no estuvieran en la basura, en realidad no me importa demasiado
En cambio mi banco, mi suministrador eléctrico, y demás disponen de datos míos y los utilizan para lo que no fueron cedidos. Y por caminos ignotos, muchos datos han circulado desde no se dónde y están en empresas de marketing postal que no consigo trazar. Como resultado me veo acosado por correos y llamadas telefónicas promocionales. Se que la ley (la LOPD en concreto) me ampara, y que puedo perseguir el asunto y empezar a revocar autorizaciones tácitas de uso, de hecho lo hago con relativa frecuencia, pero no es suficiente, supongo que hace falta dedicarse casi profesionalemnte a perseguir el uso legítimo de tus datos. Pero esto no escandaliza y por tanto no interesa a los medios.
Esa misma sensación me produce la enfermedad ficción de la gripe aviar, que llena páginas (porque escandaliza) frente a los cientos de enfermedades reales, mortales, que permanecen oscuras.
Buscando la noticia en la red para poner el enlace, no he podido evitar leer los 30 comentarios que lleva, y asistir al despelleje del funcionariado, las auto defensas de individuos sin medios y demás. Supongo que cada cual arrima el ascua a su sardina, pero a mi lo que me preocupa es el uso de una ley (orgánica además) para cuestiones menores, y no para lo que se concibió.
En cambio mi banco, mi suministrador eléctrico, y demás disponen de datos míos y los utilizan para lo que no fueron cedidos. Y por caminos ignotos, muchos datos han circulado desde no se dónde y están en empresas de marketing postal que no consigo trazar. Como resultado me veo acosado por correos y llamadas telefónicas promocionales. Se que la ley (la LOPD en concreto) me ampara, y que puedo perseguir el asunto y empezar a revocar autorizaciones tácitas de uso, de hecho lo hago con relativa frecuencia, pero no es suficiente, supongo que hace falta dedicarse casi profesionalemnte a perseguir el uso legítimo de tus datos. Pero esto no escandaliza y por tanto no interesa a los medios.
Esa misma sensación me produce la enfermedad ficción de la gripe aviar, que llena páginas (porque escandaliza) frente a los cientos de enfermedades reales, mortales, que permanecen oscuras.
Buscando la noticia en la red para poner el enlace, no he podido evitar leer los 30 comentarios que lleva, y asistir al despelleje del funcionariado, las auto defensas de individuos sin medios y demás. Supongo que cada cual arrima el ascua a su sardina, pero a mi lo que me preocupa es el uso de una ley (orgánica además) para cuestiones menores, y no para lo que se concibió.
Imagen transformada a partir de originales aquí y aqui.
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