Publica hoy en Diario de Navarra el amigo Osés una reflexión sobre la evolución de la enseñanza. Cómo armonizar la durabilidad del conocimiento, al menos con los fundamentos que pretenden transmitir los maestros, con la vertiginosa obsolescencia que hace de un móvil de hace dos años una antigualla.
Una parte importante del argumento incide en ideas parecidas (mucho mejor fundamentadas y expuestas aquí, sin duda) a las descritas hace unos días bajo el título de conocimiento fraccionario. Ahora que yo veía el mapa del conocimiento más como un queso gruyere, lleno de agujeros pero conexo y sólido. La metáfora aquí es el agua: una realidad líquida, que se adapta al recipiente que lo contiene. No he podido eludir el referente del anuncio basado en una entrevista a Bruce Lee que hizo furor hace unos meses.
Una parte importante del argumento incide en ideas parecidas (mucho mejor fundamentadas y expuestas aquí, sin duda) a las descritas hace unos días bajo el título de conocimiento fraccionario. Ahora que yo veía el mapa del conocimiento más como un queso gruyere, lleno de agujeros pero conexo y sólido. La metáfora aquí es el agua: una realidad líquida, que se adapta al recipiente que lo contiene. No he podido eludir el referente del anuncio basado en una entrevista a Bruce Lee que hizo furor hace unos meses.
Aparte de reflexionar, a ver como nos afectan estas transformaciones a los que nos dedicamos a la cosa docente. Al final vamos a tener que coincidir con el Bruce Lee más friky y recitar, medio profundos, medio alucinados: be water my friend.
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