Publica hoy El País el artículo "Aviso a las Universidades piratas", que se hace eco de la preocupación de CEDRO sobre la supuesta violación de derechos de autor de las que nos acusa de manera colectiva, inegral y sistemática a las Universidades, y se extraña de que la CRUE no quiera negociar con ellos.
Si hay algún delito que se denuncie, y sobre un par de sentencias claras al respecto, si acaso, negociamos algo más general.
En la publicación científica se paga por publicar y se paga por leer. Las bibliotecas de las universidades pagan auténticos dinerales por las suscripciones a revistas científicas. Los investigadores de sus proyectos pagan cantidades significativas para que se publiquen sus artículos. Si hay que calificar en este asunto a alguien de "pirata" sería más bien a los editores ¿no?
Supongo que CEDRO se quejará más de fotocopias de libros con finalidad docente. pero ¿hay realmente fraude en este campo? y en su caso ¿quien es el delincuente? Si yo recomiendo un manual a mis estudiantes y estos compran uno, lo escanean y copian el archivo, los delincuentes serán ellos (y no lo tengo claro del todo por esas cosas de la copia privada y la ausencia de ánimo de lucro, pero yo no se casi nada de eso). En ningún caso la Universidad.
Las leyes de Newton siguen siendo un contenido interesante, y una buena explicación de las mismas sigue teniendo valor, pero me temo que el libro de papel como soporte de ese contenido es lo que cada día despierta menos interés (por tener mucho más contenido que el que se busca, por peso, por precio, ...). El empeño en llamar pirata al que deja de consumir un producto me indigna. Y más aún que las autoridades (algunas al menos, véase una ministra de cuyo nombre no quiero acordarme) se hagan eco de ese discurso.
Si hay algún delito que se denuncie, y sobre un par de sentencias claras al respecto, si acaso, negociamos algo más general.
En la publicación científica se paga por publicar y se paga por leer. Las bibliotecas de las universidades pagan auténticos dinerales por las suscripciones a revistas científicas. Los investigadores de sus proyectos pagan cantidades significativas para que se publiquen sus artículos. Si hay que calificar en este asunto a alguien de "pirata" sería más bien a los editores ¿no?
Supongo que CEDRO se quejará más de fotocopias de libros con finalidad docente. pero ¿hay realmente fraude en este campo? y en su caso ¿quien es el delincuente? Si yo recomiendo un manual a mis estudiantes y estos compran uno, lo escanean y copian el archivo, los delincuentes serán ellos (y no lo tengo claro del todo por esas cosas de la copia privada y la ausencia de ánimo de lucro, pero yo no se casi nada de eso). En ningún caso la Universidad.
Las leyes de Newton siguen siendo un contenido interesante, y una buena explicación de las mismas sigue teniendo valor, pero me temo que el libro de papel como soporte de ese contenido es lo que cada día despierta menos interés (por tener mucho más contenido que el que se busca, por peso, por precio, ...). El empeño en llamar pirata al que deja de consumir un producto me indigna. Y más aún que las autoridades (algunas al menos, véase una ministra de cuyo nombre no quiero acordarme) se hagan eco de ese discurso.
6 comentarios:
Estoy de acuerdo contigo en que, a menos que el rector obligue a fotocopiar los libros, la Universidad no hace nada ilegal.
El que fotocopie cometerá un delito o no, según lo digan los jueces, no los periodistas ni CEDRO, ni nadie más...
Buscan apoyos de los que imparten educación, pero no se dan cuentan que tienen más educación que cualquiera de ellos.
Un abrazo
Hace ya unos años que leí esto. Esta batalla se está librando hace ya unos años y no vamos ganando precisamente.
Un saludo
Interesantísimo el artículo de Stallman. Lo de quien va ganado no está claro. Coincido en que no vamos ganando, pero perdiendo tampoco, está luchada la cosa aún.
La cosa está aún más grave en el Ministerio de la Incultura:
Instruidos en materia legal por Marta García León, profesora de Derecho Civil de la Universidad Carlos III de Madrid, los portavoces del Ministerio de Cultura ponen en duda la naturaleza contractual de las licencias Creative Commons hasta el punto de afirmar con rotundidad que hay determinados derechos cuyo ejercicio sólo corresponde a las entidades de gestión. La presencia de estas entidades en el documento es tan frecuente que incluso se les insta a hacer efectivos estos derechos de remuneración aunque el autor hubiera decidido regalar su obra o no cobrar las cantidades recaudadas a su nombre.
Si lo he entendido bien, aunque desarrolles materiales docentes en tu tiempo de trabajo, y consideres que el procomún es el beneficiario lógico, la SGAE perseguirá a los usuarios para recaudar más dinero para la industria.
Quién es el pirata ahora?
Espero, y confío de verdad, que esas visiones maximalistas y absurdas no tendrán mucho recorrido, pero en todo caso asusta. Y deja muy claro quienes son los piratas, a mi no me queda duda.
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