martes, 16 de junio de 2009

Requiem por la autonomía universitaria

Sin duda ninguna que como toda administración pública, la gestión económica de la UPNA debe ser impecable. Obviamente ha de ser también transparente, y en ese sentido es AUDITADA ANUALMENTE por el tribunal competente: la Cámara de Comptos.

Sin embargo ahora los políticos pretenden hacer un análisis de los gastos y optimización de recursos. ¡Y al equipo rectoral no le parece mal!

¿Se hacen este tipo de estudios sobre el Departamento de Salud? ¿Decide el Parlamento qué vacunas hay que comprar y cuáles no? ¿Decide el Parlamento qué asfalto hay que poner en las carreteras o si el espesor del pavimento no es el adecuado?

Una cosa es que el gasto se haga conforme a derecho y con transparencia, y otra cosa que se invadan las legítimas competencias de una administración. No hay derecho a que el Parlamento (o el Gobierno) pretendan decidir sobre qué gasto es más necesario que cuál y cómo resulta más adecuado priorizar las inversiones. Es una invasión de la autonomía universitaria intolerable. Da igual que lo hagan directamente o asistidos por un informe profesional (igual da de una empresa privada o de la Cámara de Comptos), se están invadiendo las competencias de forma tremenda.

Si no saben en qué basarse para establecer un convenio de financiación que se lo estudien, que se asesoren sobre cómo lo han hecho en Cataluña, por ejemplo. Que se planteen qué objetivos sociales debe perseguir la UPNA y que establezcan incentivos económicos en esa dirección. Pero buscar en las cuentas a ver en qué se gastan el dinero estos mangurrianes a ver cómo les puedo recortar y controlar me parece una indignidad.

Y desde luego me parece intolerable que desde las autoridades académicas no se haga una defensa mucho más fuerte de la mayoría de edad de la institución que dirigen, y que se plasma en el precepto constitucional de la Autonomía Universitaria.

7 comentarios:

Antonio Arias dijo...

Buena entrada Joaquín. Hoy hemos coincidido en el tema, pero lamento disentir en la conclusión.

Debemos exigir una aproximación del auditor independiente y profesional, pero no puede haber "zonas exentas" del análisis de eficacia y eficiencia, bajo el manto de la autonomía universitaria.

Si me preocupa que la Universidad pueda estar menos "protegida" por las fuerzas políticas, en relación con otras Administraciones que tienen al frente un partido que se encargará de su defensa. Pero teneis un órgano de fiscalización que sabe hacer muy bien su trabajo y no es la primera vez que lo hace.

Un fuerte abrazo.

Joaquín Sevilla dijo...

Querido Antonio, muchas gracias por tu comentario y por la cita en tu blog. Por no duplicar los argumentos, me he extendido más
allí:
http://www.fiscalizacion.es/?p=3869&cpage=1#comment-9905

Unknown dijo...

En época de crisis ya se sabe, hay que recortar hasta en educación.

La cuestión si el análisis que se haga es el correcto o se acabará cortando partidas "más fáciles", como por ejemplo el gasto de investigación. Total, los que viajan (viajamos) fuera es porque queremos....

Joaquín Sevilla dijo...

Si, a mi me da pavor. La actividad universitaria se entiende mal, pero en Navarra especialmente. Yo estoy harto de explicarle a la gente que no estoy de vacaciones, es más que tengo mucho trabajo. Así que me da mucho miedo que con esos ojos se venga a inspeccionar (no si se gasta legalmente, que eso hay que asegurarlo) sino en qué se gasta el dinero. Una parodia del informe sería:
- Congresos -- vacaciones
- Ordenadores -- videojuegos y el mesenger
- Libros -- Novelas
- Gastos protocolarios -- comilonas por el morro

Resumen: con 2/3 del presupuesto habitual todavía os sobra para las pocas clases que dais, y encima no os quejéis, panda de privilegiados.

La última frase se la he oído de verdad a un cargo público con competencias en el ramo...

Joaquín Sevilla dijo...

Me he enterado de detalles internos de la gestación de esta noticia. Para empezar no recoge lo que en realidad se va a hacer, dado que la Cámara de Comptos debe interpretar desde su saber hacer el encargo del Parlamento, y no dar por hecha una reinterpretación desde el Gobierno (y dentro de él ni siquiera del primer nivel). Algunos técnicos de Educación, aprovechando el tirón político han mayorado la solicitud y buscan unos datos que no tienen porqué tener.

Legislativo, Ejecutivo, Tribunal de cuentas y Autonomía Universitaria. Precioso merdé. A ver cuantos de todos los involucrados son capaces de mantener su papel institucional con firmeza y dignidad.

Anónimo dijo...

No me gusta disentir de compañeros universitarios en lo "controles" que la SOCIEDAD, no las respectivas administraciones públicas,deben realiozar de la Universidad.
Mi condición de Catedrático de Universidad, y gestor durante cierto tiempo como Vicerrector de Asuntos Económicos, me ha hecho reflexionar mucho sobre la Universidad Española. Reflexión y autocrítica. Desgraciadamente, creo que la denominada "autonomía universitaria" ha sido mal entedida. No significa que el Rector de la Universidad sea la máxima autoridad (incluso de la política económica de la Universidad) en la Universidad. Es precis convertir las Universidades en Fundaciones Públicas, que estén presididas por quien las financite y que el coste de matrícula sea similar al coste directo de la enseñanza impartida (obviamente, con una buena política de becas y crédtos al estudiante y NO a la Institución). ¡Habría tanto que hablar!.
Rendir cuentas a la socieda NO es perder atonomía.

Joaquín Sevilla dijo...

Querido colega exvicerrector, rendir cuentas no tiene porqué suponer perder autonomía, coincido en eso contigo. Otra cosa es que cuentas se den y qué se audita. Tras el revuelo causado por el anuncio comentado en esta entrada (también en el Blog de Antonio Arias y también en la cafetería)le he dado más vueltas, y el detalle de lo que me molesta lo he escrito en la entrada política, gestión, economistas y abogados. La idea general es que la rendición de cuentas de la gestión se hace mediante auditorías, mientras que la de la política se hace en elecciones; y lo que me da miedo es que la Cámara de Comptos audite por ejemplo la política de profesorado o la de asignación docente, no sería su función.