lunes, 6 de abril de 2009

Elogio del talento vs. aprecio al pelotazo

En la última entrada del Blog del tambien profesor de la UPNA Victor Dominguez, además de dar envidia con sus colaboraciones científicas transoceánicas, hace una observación de soslayo que me ha dado que pensar: "Una de las sorpresas cuando uno visita estos sitios es el humor científico, alguno diría freaky nerd que se gastan". Es verdad que, por ejemplo, es fácil encontrar camisetas con chistes técnicos a propósito de profesiones o estudios (las de la imagen están fotografiadas en una tienda del Mall de George Town en Washington, me compré dos de ellas).

Allí el personal no se avergüenza de saber, cosa que aquí no tengo tan clara. Los niños están orgullosos de sacar buenas notas; en la escuela y les dan estrellitas por cada cosa que hacen bien. Les gusta ser el estudiante del mes. Aquí nadie llevaría una camiseta así, los niños listos esconden lo que saben en la escuela. Se morirían de vergüenza de ser nombrados estudiantes del mes.

Los niños y la escuela no hacen más que emular lo que hacen sus mayores. El conocimiento, el esfuerzo y la singularidad no son valores. Lo que se aprecia socialmente es "el pelotazo", la consecución de mucho con poco esfuerzo (y si ese esfuerzo no es muy honesto tampoco pasa nada).

Muchos de los problemas de la educación, de todos los ciclos educativos, que nos hartamos de analizar buscando causas y soluciones, parten en realidad de esos valores. La sociedad y su escuela se realimentan mutuamente. Al final va a resultar que el día del orgullo friki tiene más sentido del que parecía.

4 comentarios:

RKincaid dijo...

No es sólo el conocimiento y el esfuerzo lo que no se valora, sino que se castiga. La sensibilidad (¿os imaginais el infierno que puede pasar un chico de doce años que se descubra que escribe poesía?), tener las orejas un poco más grandes, ser gordo o bajo, de una minoría étnica o haber tenido la desfachatez de mostrar tus sentimientos en público. Ninguna de éstas cuestiones se merece el trato que recibe.

Somos una sociedad de cretinos (ni más ni menos que cualquier otra, para ser sinceros), pero nos creemos lo mejor de lo mejor. Creemos que nuestros valores son superiores y no son ni más elevados ni menos que los de un gurú de la india o de un corredor de bolsa de Nueva York.

Todos somos iguales...lamentablemente.

frisco dijo...

T-O-T-A-L-M-E-N-T-E de acuerdo.En mi periplo por las instituciones educativas españolas he encontrado de todo menos amor al saber.Ni en alumnos ni en profesores.Y ello en gran parte surge de los valores compartidos por el rebaño,que son los que señalas.

Joaquín Sevilla dijo...

RKincaid, es cierto que hay valores comunes a todas las sociedades. Hay elementos biológicos que compartimos todos mucho más allá de los que nos gusta admitir, y el repudio al diferente está entre ellos (para detalles bien fundamentados, "The Social Atom"). Pero por encima también creo que hay valores sociales que no son idénticos en todo tiempo y lugar. Yo recuerdo de mi infancia la misma sensación que tengo en EEUU respecto del respeto al que sabe y el valor social del conocimiento. Algo muy distinto de lo que percibo aquí y ahora. Y el acuerdo de Frisco es con esos valores sociales; el también llamaba la atención (en una entrada sobre la educación finlandesa, no recuerdo exáctamente) sobre la universalidad de algunas cuestiones, como la distribución de la inteligencia, etc. pero la diferencia de valores sociales.

Unknown dijo...

Gracias por la referencia.


Me gusta, y mucho, la camiseta con las leyes de Maxwell. Si pudiera me haría con una de ellas.