Pues resultó un acto muy emotivo y muy bonito. Un montón de ponentes de lo más variado contribuyeron, cada uno con su pincelada, a un cuadro impresionista muy entretenido. Se dice treinta años así como el que no dice nada, pero al intentar recordar aquel tiempo se ve la distancia. No ya lo móviles, los ordenadores (personales) no existían, incluso una fotocopia era algo recién inventado y muy caro. Coincidió en festejo con los 30 años de la Constitución y los 60 de la declaración de Derechos Humanos. Los derechos de todos se han reforzado con estos dos hechos, pero los de las personas con discapacidad, a pesar de lo que aún queda, de forma extraordinaria.Fui el único "de ciencias" en un mundo de maestras, trabajadoras sociales, psicólogas y pedagogas (de los 60 asistentes, el 80 % eran mujeres). Sin duda una dedicación específica del desarrollo tecnológico a este mundo es inexcusable: por la "tecnología asistiva".
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