lunes, 21 de septiembre de 2009

Misas académicas

El viernes tuvo lugar la Misa Académica de apertura del curso universitario en la UPNA. Con los disfraces del siglo XVII, con su rancia solemnidad y toda la liturgia tradicional se dio comienzo formal al curso académico. Bueno, todo esto lo supongo, lo extrapolo de casos anteriores, porque no asistí. Y no es que dejara de ir en protesta por la falta del habitual piscolabis posterior (sacrificado en aras de la crisis), ni en protesta por nada en realidad. Es que, como decía un amigo mío, con lo que me ha costado dejar de creer en el Dios Verdadero como para hacerse Budista a estas alturas. Durante unos años la representación institucional me obligó a participar en estos eventos e hice todo lo posible por verle el lado bueno, pero si encontré algo se me olvidó.

Todo el interés que queda es ver el "choque dialéctico" entre Rector y Presidente del Gobierno Foral, pero eso te lo resumen los periódicos (ver viñeta adjunta, resumen inmejorable) y ahorras varias horas. Por cierto, el choque de este año, como casi siempre, sólo que un poco más acentuado por la coyuntura, se centró en el vil metal. No puede ser de otra forma, de un lado está quien fija los precios públicos, autoriza (o no) la implantación de titulaciones y promueve la multiplicación de campus y de otro el que con esas restricciones intenta hacer (de entre lo que le dejamos los colegas). Ese cruce de discursos escenifica el difícil papel de la universidad pública tal y como está concebida. ¿De dónde podríamos sacar una financiación privada significativa?

2 comentarios:

frisco dijo...

¿Una misa para iniciar el curso en una universidad publica?Pero¿en que siglo vivis?
Tambien es preocupante que sea dificil encontrar financiacion privada para la universidad.Eso nos aleja del modelo americano tan caro a nuestros liberales.Hay quien dice ¿funcionarios?Si,si son como los suecos.Yo digo ¿sociedad civil?Si,si es como la de USA,y aun.La "sociedad civil" española esta muy ocupada yendo a misa como para preocuparse del conocimiento,del que depende el progreso y,al final,la economia.¡Oh delirios liberales!

Joaquín Sevilla dijo...

Paco, quizá me he expresado mal en un exceso de ironía. Le llamo misa académica al acto de inauguración con togas, birretes y mucetas, abanderado, comitiva, ponerse de pie cuando lo hace el Rector, descubrirse y cubrirse cuando corresponde y todo lo demás. Pero vamos, no tiene nada que envidiarle a las de verdad... bueno un pelín menos de mitología