Hace unos días comentábamos sobre el oxímoron profesional que es un cura pederasta (como un bombero pirómano o un científico mentiroso). Hoy vamos al oximoron esencial: ciencias religiosas es una contradicción en términos escandalosa.
La figura adjunta (según Manolo Saco), en la que se muestra la placa de un "instituto superior de ciencias religiosas", está tomada en una calle de Córdoba, cerca de la Sinagoga.
Supongo que si llamar "ciencias de la comunicación" dignifica al periodismo y ya nos hemos acostumbrado a las "ciencias humanas y sociales" en general al autor del cartel se le ocurrió dar un pequeño paso más para dignificar su asunto.
Es difícil definir con precisión lo que es conocimiento científico (que le digan a Popper sin ir más lejos), pero cualquier aproximación a esa definición incluye cosas como la confrontación con el experimento, la observación de la naturaleza, la duda permanente, la inexistencia de argumentos de autoridad infalibles... Vamos, que no hay ni uno sólo que no entre en flagrante contradicción co la existencia de un libro definitivo sobre un ser todopoderoso que no se manifiesta. No se si en el país de los "golpes- institucionales" y las "agresiones- políticas" esto también tengrá un sentido, pero en el resto del mundo es un oxímoron considerable.
La figura adjunta (según Manolo Saco), en la que se muestra la placa de un "instituto superior de ciencias religiosas", está tomada en una calle de Córdoba, cerca de la Sinagoga.
Supongo que si llamar "ciencias de la comunicación" dignifica al periodismo y ya nos hemos acostumbrado a las "ciencias humanas y sociales" en general al autor del cartel se le ocurrió dar un pequeño paso más para dignificar su asunto.
Es difícil definir con precisión lo que es conocimiento científico (que le digan a Popper sin ir más lejos), pero cualquier aproximación a esa definición incluye cosas como la confrontación con el experimento, la observación de la naturaleza, la duda permanente, la inexistencia de argumentos de autoridad infalibles... Vamos, que no hay ni uno sólo que no entre en flagrante contradicción co la existencia de un libro definitivo sobre un ser todopoderoso que no se manifiesta. No se si en el país de los "golpes- institucionales" y las "agresiones- políticas" esto también tengrá un sentido, pero en el resto del mundo es un oxímoron considerable.
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