Es obvio que mejor enfrentar la vida con buen ánimo que con pesimismo, pero la exageración de esa idea al "postive thinking" (pensamiento positivo) radical es muy peligrosa. La idea se resumiría en que todo es posible con la actitud adecuada, por tanto no hay que quejarse: eso es perder el tiempo. Hay que ver los golpes como oportunidades y en vez de quejarte (contra el que te golpea, por ejemplo) esforzarte en sonreir. Ya hace un tiempo comentaba sobre el asunto, pero esta presentación me parece espectacular, lo deja calrísimo (eso si, en inglés). (Vía César Sánchez)
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