El País de ayer volvía sobre el tema de los rakings universitarios, que ha sido una serpiente de verano en el sector (ver 1, 2).
Obviamente el titular es cierto, no hay ninguna universidad entre las 100 primeras, pero ¿es ese el mejor indicador que podíamos considerar? Probablemente no. Si lo que miramos es en que puesto queda España en número de buenas universidades (entre las 500 primeras, por ejemplo), resulta estar en el puesto 19 (los datos detallados ya los vimos aquí).
La razón estadística que hace que estos dos datos sean ciertos a la vez es que a distribución de buenas universidades es muy poco homogénea entre países; quitando el número uno, se eliminan un tercio de las universidades de la lista.
Tan real es que no hay ninguna universidad entre las 100 primeras como que ocupamos el puesto 19 en el ranking por países, pero la lectura política no es exactamente la misma. La situación de las universidades españolas es manifiestamente mejorable, y sería bueno abordar lo que a mi entender son sus dos principales problemas: la escasa financiación global y la mala organización interna (especialmente en la gestión de recursos humanos en general). Pero no es una situación catastrófica ni muchísimo menos.
Además de las cuestiones más estructurales (financiación y gobierno), también nos vendría fenomenal que despuntara una figura señera. Lo que Indurain representó para el auge del ciclismo en este país sería magnífico que se pudiera replicar en el mundo científico. Un Nobel para Etxenike, Barbacid (o quien corresponda), además de subir al puesto 8 (aprox.) en los ranking universitarios, supondría un tirón muy interesante. ¿Hay alguien por ahí que pueda hacer lobby en esta dirección?
Obviamente el titular es cierto, no hay ninguna universidad entre las 100 primeras, pero ¿es ese el mejor indicador que podíamos considerar? Probablemente no. Si lo que miramos es en que puesto queda España en número de buenas universidades (entre las 500 primeras, por ejemplo), resulta estar en el puesto 19 (los datos detallados ya los vimos aquí).
La razón estadística que hace que estos dos datos sean ciertos a la vez es que a distribución de buenas universidades es muy poco homogénea entre países; quitando el número uno, se eliminan un tercio de las universidades de la lista.
Tan real es que no hay ninguna universidad entre las 100 primeras como que ocupamos el puesto 19 en el ranking por países, pero la lectura política no es exactamente la misma. La situación de las universidades españolas es manifiestamente mejorable, y sería bueno abordar lo que a mi entender son sus dos principales problemas: la escasa financiación global y la mala organización interna (especialmente en la gestión de recursos humanos en general). Pero no es una situación catastrófica ni muchísimo menos.
Además de las cuestiones más estructurales (financiación y gobierno), también nos vendría fenomenal que despuntara una figura señera. Lo que Indurain representó para el auge del ciclismo en este país sería magnífico que se pudiera replicar en el mundo científico. Un Nobel para Etxenike, Barbacid (o quien corresponda), además de subir al puesto 8 (aprox.) en los ranking universitarios, supondría un tirón muy interesante. ¿Hay alguien por ahí que pueda hacer lobby en esta dirección?
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