A través del observatorio de Martinej me entero de que se ha celebrado ya el V foro sobre calidad universitaria, y que las actas de ese quinto foro, y las del cuarto, están disponibles en la red.
V foro
Libros de resúmenes de las dos, el V (en San Sebastián) y del IV (en Granada)
Por esas cosas de la serendipia, hojeando los índices me llama la atención una ponencia de Gualberto Buela-Casal, de la Universidad de Granada titulada "Ranking de productividad en investigación de las universidades públicas españolas". En la secuencia de transparencias se puede seguir bastante bien la justificación, metodología y resultados del estudio (así como el soporte institucional que ha tenido). Una ámplia encuesta y una ponderación de los resultados (lo que menos claro me queda es el reparto por áreas de conocimiento) lleva a unos resultados que lurgo se normalizar a 100% para la mejor y con eso se hacen tablas. He copiado aquí la final, en la que se ve que ocupamos el puesto 22 (con un 51% de puntos).
¿Y eso es bueno o malo? ¿De sentirse satisfecho o avergonzado? Algunas de ideas al respecto...
(1) Hay un grupito de universidades "hermanas" en el sentido de que son de las últimas creadas, tratadas con mucho cariño (y financiación) por sus comunidades autónomas y de tamaño equivalente (mediano- pequeño). Estas serían la Pompeu Fabra, la Carlos III, la Pablo Olavide o la Miguel Hernandez y la nuestra. Respecto de esa liguilla, somos los que peor hemos aprovechado el impulso fundacional.
(2) Cuando un estudio (como este) se hace dividiendo por el número de profesores, de forma que se elimina el efecto del tamaño, se ve como grandes "pesos pesados" que en los estudios de valor absoluto son de las mejores, quedan muy mal. Ganarle a las politécnicas de Madrid y Valencai por tanto es llamativo. Pero en realidad es más un demérito suyo que un mérito nuestro.
(3) Si se analiza ese puesto 22 en los 6 subapartados que ahí se integran se observa: Que lo que mejor tenemos es tramos de investigación (puesto 12), luego proyectos financiados (puesto (22) y artículos SCI (puesto 23), ya en tesis doctorales no colocamos en mitad de la tabla (24) y por debajo de la media en becarios FPU (39) y doctorados de calidad (36). Habría que analizarlo con más detalle aún, pero parece que los profesores de aquí tenemos un fuerte sesgo hacia que nuestro trabajo produzca publicaciones (y desde luego 5 buenas por sexenio) en detrimento de la formación de jóvenes (Doctorados, Becas y Tesis)... O que no conseguimos integrarnos en esas tareas más colectivas y que nos dedicamos a la publicación más individual.
Jomo juicio general: luces y sombras. No caben catastrofismos (estamos por encima de la media nacional) pero hemos tenido mimbres en la última década para haberlo hecho mejor.
¿Y eso es bueno o malo? ¿De sentirse satisfecho o avergonzado? Algunas de ideas al respecto...
(1) Hay un grupito de universidades "hermanas" en el sentido de que son de las últimas creadas, tratadas con mucho cariño (y financiación) por sus comunidades autónomas y de tamaño equivalente (mediano- pequeño). Estas serían la Pompeu Fabra, la Carlos III, la Pablo Olavide o la Miguel Hernandez y la nuestra. Respecto de esa liguilla, somos los que peor hemos aprovechado el impulso fundacional.
(2) Cuando un estudio (como este) se hace dividiendo por el número de profesores, de forma que se elimina el efecto del tamaño, se ve como grandes "pesos pesados" que en los estudios de valor absoluto son de las mejores, quedan muy mal. Ganarle a las politécnicas de Madrid y Valencai por tanto es llamativo. Pero en realidad es más un demérito suyo que un mérito nuestro.
(3) Si se analiza ese puesto 22 en los 6 subapartados que ahí se integran se observa: Que lo que mejor tenemos es tramos de investigación (puesto 12), luego proyectos financiados (puesto (22) y artículos SCI (puesto 23), ya en tesis doctorales no colocamos en mitad de la tabla (24) y por debajo de la media en becarios FPU (39) y doctorados de calidad (36). Habría que analizarlo con más detalle aún, pero parece que los profesores de aquí tenemos un fuerte sesgo hacia que nuestro trabajo produzca publicaciones (y desde luego 5 buenas por sexenio) en detrimento de la formación de jóvenes (Doctorados, Becas y Tesis)... O que no conseguimos integrarnos en esas tareas más colectivas y que nos dedicamos a la publicación más individual.
Jomo juicio general: luces y sombras. No caben catastrofismos (estamos por encima de la media nacional) pero hemos tenido mimbres en la última década para haberlo hecho mejor.
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