Seguramente es un abuso de lenguaje, pero en la definición de la Wikipedia de "disonancia cognitiva" pone: "...el término se refiere a la percepción de incompatibilidad de dos cogniciones simultáneas...".
La sensación de placer y relajo que me debería producir la receta de los canelones de berenjena rellenos de ahumados se ve contradicha por la tristeza que produce que haya un hospital asfixiado por los impagos de los poderes públicos que lo sostienen. Y viceversa, la reflexión sobre el avance de los islamistas de Túnez se ve dificultado por el aroma de los canelones; y un poco por el avance de los e-books.
No se si estas sensaciones son o no "cogniciones", pero lo que es seguro es que la sensación de contradicción que inducen es importante. Me ha recordado a la sensación que me produjo un experimento en el Cosmocaixa de Alcobendas (seguro que está en muchos otros sitios) en el que has de tocar un conjunto de tubitos, de unos pocos milímetros de diámetro, por los que pasa agua a distintas temperaturas, por unos fría y por otros caliente. De la mano te llega al cerebro microsensaciones de frío y de calor que no son capaces de integrarse en ninguna sensación estable y que te dejan realmente desconcertado.
Supongo que son artefactos producidos por la confección de la portada digital, a la que se llevan los elementos destacados de las distintas secciones. Quizá mereciera la pena planteárselas de una forma más global. Por cierto, la composición de sensaciones por reunión de piezas distintas no es privativa de la prensa en versión digital ni mucho menos; una excelente y divertidísima muestra se puede encontrar en esta entrada de La Buena Prensa.
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