En la biblioteca del Georgia Tech han empezado a prestar iPads y Kindles, y muchas bibliotecas incorporan en su servicio de préstamos libros electrónicos, el archivo que te bajas a tu dispositivo (por ejemplo las bibliotecas publicas de DeKalb, el condado en el que vivo este año.
Son dos hechos que me resultan sorprendentes porque los veo lejanos en casa. Ni me imagino el préstamo de iPads en las bibliotecas universitarias españolas ni de libros electrónicos en las bibliotecas municipales, especialmente en estos tiempos de recortes. Sin embargo es lo lógico dada la inexorable digitalización de la información. No creo que nadie dude de ella, lo que si varía es la velocidad a la que imaginamos el proceso.
También sirve para replantearse el papel de las universidades en cuanto a su servicio hacia los estudiantes, sea a través de las bibliotecas, los servicios informáticos o como sea. Desde hace años tenemos aulas de informática de libre acceso (incluso es un dato que se recoge en las estadísticas de la Crue-TIC) que resultan caras y complejas de mantener. Una cosa es que para dar clases basadas en software específico sigan haciendo falta aulas con ordenadores fijos de la universidad, pero el libre acceso no está tan claro. Desde hace años creo que el terminal final debe correr por cuenta del estudiante, si bien es muy razonable facilitarle le acceso con préstamos (de portátiles, iPads o lo que venga), o incluso alquileres de medio y largo plazo (leasing) para los que podría hacer de agregador con empresas especializadas logrando precios atractivos, pero no asumiendo directamente el coste de equipos y mantenimientos.
2 comentarios:
Hace más de un año que algunas bibliotecas públicas prestan dispositivos electrónicos de lectura. A veces nos creemos que sólo fuera lo hacen bien.
No, no nos lo creemos, solo nos llama mas la atencion. Me alegro mucho de que sea asi. En la biblioteca municipal de mi pueblo aun no los tienen, pero es estupendo saber que llegar'an.
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