jueves, 23 de febrero de 2012

Recomendar contenidos

He leído hoy unas críticas a Scoop.it y a la actividad de recomendar información (content curator) que no he terminado de entender, pero me han hecho pensar sobre esa actividad. Sin duda que la recopilación de información está de moda, y hay multitud de herramientas o servicios  destinados a ella con diferentes enfoques. El término en inglés (curator) lo traducimos en otros contextos como “comisario”: en una exposición de arte el que elige y organiza las obras a exponer. La actividad de selección de contenidos (o recomendación), content curation sería lo equivalente pero para recursos de la red, elegirlos y ordenarlos.

El tradicional Delicious, que originalmente era un sistema de mercapaginas, desde su última reestructuración incluye los "stacks", que son conjuntos de enlaces, presentados gráficamente en forma de revista, a dos columnas. Cuando gurdas un enlace en delicious puesdes asignarle palabras clave y lo puedes asignar o no a un stack. Es una funcionalidad de recomendación elegante añadida sobre un servicio previo de marcadores.

Paper.li nació (o yo lo vi así) como una forma de generar resúmenes automáticos de lo más relevante de un conjunto de fuentes. Yo lo uso para que me resuma la actividad de listas de twitter. Ahora también permite añadir y quitar enlaces y reorganizar. Y por supuesto hacer público el resultado en un formato atractivo.

Scoop.it y más recientemente Pinterest son sitios en los que, como en Delicious, el usuario va añadiendo lo que le parece conveniente y lo ordena por temas, igual que los diferentes stacks de delicious. En Pinterest lo que "pinchas" solo puede ser una foto o un video, mientras que Scoop.it permite más formatos y, para mi gusto, queda mucho más bonito.

El uso inteligente de estas herramientas es lo que hace que navegar por internet se convierta en una actividad productiva. Es como el chiste aquel que decía que el jefe no lee el periódico sino que lo estudia. Del mismo modo, si uno archiva lo que de valor va encontrando en su navegación de forma ordenada ya no pulula por internet, lo estudia. Y luego tienes tus repositorios de documentación relevante para lo que sea: preparar una clase o una charla, ilustrar una presentación, documentar un artículo, etc. (esos son ejemplos de cosas que yo hago, y por las que me resultan útil todo esto).

La dimensión social de la recopilación, eso del "curator" llega en último lugar. Si mi recopilación de enlaces sobre cualquier tema le puede ser útil a otras personas, ahí la tiene a su disposición. Los enlaces no eran míos (aunque lógicamente si son públicos) y siguen sin serlo, pero la tarea de ponerlos juntos y bien etiquetados si es del “recomendador”. Esos paquetes están hechos para mi uso personal; quiza haya quien utilice esas cosas para generar tráfico, poner anuncios y no sé qué cosas más de community manager, pero la mayoría de los usuarios digo yo que funcionan así, como personas.

Para mantenerme al día de lo que se publica en tecnología y discapacidad (congresos y revistas científicas aparte) estoy suscrito por rss a unos cuantos blogs, y en twitter a varias decenas de cuentas (que resumo con un Paper.li semanal). Hojeando esa información lo que me parece que cumple el criterio (trata realmente de un dispositivo tecnológico orientado a personas con discapacidad) lo pongo en el correspondiente tablón de Scoop.it, al que en promedio van menos de 5 enlaces por semana. Otras personas cuyo criterio me merece confianza siguen procesos parecidos con temas que a ellos les son interesantes, y el resultado de sus recopilaciones lo encuentro muy valioso, especialmente por lo que tiene de selección (filtrado y precision), porque para tenerlo todo a boleo siempre puedes hacer una búsqueda en Google. Independientemente de la herramienta que se use para ese fin, yo creo que la recopilación de información (content curation) resulta es una actividad muy valiosa en estos tiempos de exceso de información.

Es posible que este enfoque sea algo naïve (desde luego es poco documentado) y me haya olvidado de consideraciones sobre el suficiente reconocimiento de los autores originales de lo recopilado, o la ausencia de un extra de valor añadido mediante comentairos a lo seleccionado o no se que cosas más. Estaré encantado de recibir comentarios al respecto.

Por cierto, se que hay muchas más herramientas para este tipo de cosas (hablan muy bien de Storify,  por ejemplo), pero yo he comentado las que uso. La imágen es de AQUI, dónde se puede encontar más información sobre el tema, más "profesional" supongo.

2 comentarios:

Jacinto González Pachón dijo...

De "naive" nada, Joaquín. Creo que es una visión bastante acertada de lo que es esa actividad.

Sin pretender hacer de visionario, yo creo que se podría considerar una actividad docente del siglo XXI. ¿Qué era eso de confeccionar apuntes para una asignatura sino el recomendar el contenido incluido en ciertas referencias bibliográficas?
La única objección podría ser que el contenido de una web no está avalado por autoridad científica concreta. Pero es ahí en donde la figura de un "content curator" especialista se hace totalmente necesaria.

Joaquín Sevilla dijo...

Gracias!! Interesante eso de ver la labor del profesor en ese sentido, porque nosotros somo especialistas (al menos oficialmente).

Ayer en twitter tres personas criticaban scoop.it pero dando por hecho lo que no les gustaba, asi que me qued'e sin saber que es. Y a mi me encanta la herramienta... En fin, tampoco quiero preguntarles directamente, a ver si pasan por aqu'i.