Mañana se defienden unos trabajos fin de Master de los que se supone que yo he dirigido alguno. No he tenido ocasión de ver el documento final, pero tengo que emitir un informe y ponerles una nota.
La primera reunión para ir confeccionando el encargo docente para el curso próximo está convocada para el 25 de mayo. Si no se tuerce la cosa el 15 de junio sabremos lo que hemos de empezar a impartir a primeros de septiembre. Aun sin saber quien va a impartir qué, ya se han hecho los horarios del curso; no se quien habrá asistido a las reuniones de modificación que se organizan.
Desde las direcciones académicas de los posgrados oficiales nos piden que realicemos fichas docentes de asignaturas (que impartimos en cursos pasados o que son afines a nuestros perfiles) en las que se incluya el profesorado que las va a impartir, incluyendo la firma de cada profesor a esos datos.
Preguntado en las instancias oportunas (al más alto nivel), no se obtiene una respuesta única a si un Ingeniero Técnico (de los de antes) con un Master de 90 ECTS (de los de ahora) necesita más requisitos para realizar el Doctorado. En esas conversaciones descubro que una cosa es la "admisión" y otra el "ingreso", interesante cuestión léxica que no dudo tiene su trasfondo legal y su intríngulis, pero el caso es que no hay una respuesta a esa pregunta tan clara; y no es una pregunta retórica, hay estudiantes con nombres y apellidos en esa situación.
Mientras, el inspector ha comenzad a realizar su función y ya se pasea por el aulario tomando nota de las aulas que están vacías cuando no tocaba, con lo que cada clase trasladada a un laboratorio a última hora hay que empezar a documentarla y enviar el documento a... vaya, no está previsto. Así que primero te denuncian y luego te explicas, si puedes.
Si hay suerte y buena voluntad, este período transitorio es posible que termine en un tiempo no demasiado largo. Entonces disfrutaremos por fin de unos planes de estudio de duración absurda y contenidos anticuados y desproporcionados.
Este es el resultado de 10 años de ilusiones y esfuerzos en el desarrollo de los magníficos principios (y no lo digo con ironía) recogidos en la Declaración de Bolonia y demás normas reguladoras del Espacio Europeo de Educación Superior.
Imagen tomada de aquí
La primera reunión para ir confeccionando el encargo docente para el curso próximo está convocada para el 25 de mayo. Si no se tuerce la cosa el 15 de junio sabremos lo que hemos de empezar a impartir a primeros de septiembre. Aun sin saber quien va a impartir qué, ya se han hecho los horarios del curso; no se quien habrá asistido a las reuniones de modificación que se organizan.
Desde las direcciones académicas de los posgrados oficiales nos piden que realicemos fichas docentes de asignaturas (que impartimos en cursos pasados o que son afines a nuestros perfiles) en las que se incluya el profesorado que las va a impartir, incluyendo la firma de cada profesor a esos datos.
Preguntado en las instancias oportunas (al más alto nivel), no se obtiene una respuesta única a si un Ingeniero Técnico (de los de antes) con un Master de 90 ECTS (de los de ahora) necesita más requisitos para realizar el Doctorado. En esas conversaciones descubro que una cosa es la "admisión" y otra el "ingreso", interesante cuestión léxica que no dudo tiene su trasfondo legal y su intríngulis, pero el caso es que no hay una respuesta a esa pregunta tan clara; y no es una pregunta retórica, hay estudiantes con nombres y apellidos en esa situación.
Mientras, el inspector ha comenzad a realizar su función y ya se pasea por el aulario tomando nota de las aulas que están vacías cuando no tocaba, con lo que cada clase trasladada a un laboratorio a última hora hay que empezar a documentarla y enviar el documento a... vaya, no está previsto. Así que primero te denuncian y luego te explicas, si puedes.
Si hay suerte y buena voluntad, este período transitorio es posible que termine en un tiempo no demasiado largo. Entonces disfrutaremos por fin de unos planes de estudio de duración absurda y contenidos anticuados y desproporcionados.
Este es el resultado de 10 años de ilusiones y esfuerzos en el desarrollo de los magníficos principios (y no lo digo con ironía) recogidos en la Declaración de Bolonia y demás normas reguladoras del Espacio Europeo de Educación Superior.
Imagen tomada de aquí
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