Tal día como hoy hace 10 años era domingo. Por la tarde Beatriz me estuvo enseñando lo fácil que es eso de hacerse un blog, y así como para probar creamos dos, uno con pseudónimo que lleva abandonado desde casi aquel día y este. La de cosas que aprende uno de sus hijos.
Dos frases escritas aquella tarde siguen teniendo plena vigenica, la
descripción de la temática: "La universidad, en general y la UPNA en
particular, la ciencia, la docencia y otras hierbas" y el objetivo del
blog, declarado en la primera entrada:
A veces pienso que tengo pocos lectores o que la temática está poco definida (y por eso hay pocos lectores), pero no puede ser de otra forma ya que nació, y se mantiene, más con un objetivo personal que de cara a una potencial audiencia. Visto así lo sorprendente es que tenga algún lector.
Esta entrada es la número 987 de las publicadas, una barbaridad vista de golpe pero que se hace casi sin esfuerzo, granito a granito, con el tiempo. Los primeros años escribía mucho, de forma muy impulsiva y bastante mal (y sin dar de alta el analytics). Luego llegó tuiter y se fue llevando temas e impulsos y aquí quedaron menos cosas. Creo que he ido mejorando la calidad de los textos, pero eso deberían juzgarlo otros. Y sigo publicando de forma demasiado impulsiva, sin revisar bien los textos, con muchas erratas que me dislexia de zurdo contrariado me dificulta localizar.
Los temas han ido cambiando. Al principio me importaba mucho la política universitaria de mi universidad, hacía poco que había dejado el equipo rectoral y tenía muchos detalles en la cabeza, pero en estos años me han aumentado las dioptrías de la presbicia mental y ni siquiera la fusión de departamentos o las "promociones" de los acreditados a cátedra me han animado a escribir algo.
En los años iniciales todavía leía el periódico de papel a diario (qué cosas) y muchos comentarios me los sugerían esas lecturas, eran cometarios a recortes de prensa. De ahí la etiqueta "recortes", pero la dejé de usar cuando la palabra "recortes" adquirió un significado mucho más siniestro, el recorte del estado del bienestar que no tiene visos de recrecer.
En 2010 se celebró en Pamplona el 5º Congreso de Comunicación Social de la Ciencia. Fue la vida digital, tuiter sobre todo, lo que me permitió conocer de verdad (aka desvirtualizar) a un montón de personas interesantísimas (evitaremos listas, siempre imperfectas). Y hablando con ellos me di cuenta de que yo era ya un "comunicador de la ciencia" aún sin saberlo. Entonces nació la etiqueta del blog "ciencia cotidiana", bajo la que he ido escribiendo piezas de divulgación, algunas también publicadas en medios más especializados y con muchísima mayor repercusión (especialmente Naukas). Este camino de la divulgación científica me ha llevado a ser nombrado en la UPNA para coordinar la actividad, y me ocupa hoy día una buena porción de la jornada laboral, probablemente la mayor parte.
Volviendo al blog, toda la constancia que he tenido en usarlo como libreta en la que apuntar lo que me iba apretando no la he tenido para mantener "proyectos editoriales" estables. Anuncié alguno sobre anumerismo o sobre vídeos que luego tuvieron escaso recorrido. Dan un poco de vergüenza esas entradas en las que dices grandilocuentemente lo que vas a hacer y que luego no ocurre. Estarán por ahí entre las casi mil, pero tampoco es cosa de borrar nada, en eso consiste también la gracia de un blog.
Aunque yo soy uno de mis temas favoritos de conversación (cosa que podría haber dicho Woody Allen pero creo que no ha registrado), es un vicio que hay que moderar mucho a riesgo de no tener con quien conversar, así que vamos acabando esta entrada de cumpledécada. Hay muchas cosas buenas que me han pasado gracias al blog, conocer gentes maravillosas, descubrir y seguir una vocación escondida, mejorar la escritura, tener más ordenadas muchas ideas, transferir esas habilidades a mi profesión docente, etc. etc. Pero si he de elegir una es la de vivir dos veces.
Y es que, como dijo John Dewey, no aprendemos de lo que hacemos, sino de reflexionar sobre ello. El hecho de haber escrito todas estas entradas ha supuesto rememorar y analizar cosas vividas, aprender de ellas, vivirlas otra vez.
Y por supuesto, muchas muchas, muchas gracias a todas las personas que leéis y comentáis.
A por los siguientes 10.
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