martes, 20 de julio de 2010

Sobre la medida de la tele- enseñanza

La asignación de valor académico a un conjunto de contenidos no es un a tarea fácil en ningún caso. En asignaturas presenciales tradicionales tenemos años de experiencia y estamos más acostumbrados, ya no nos sorprende. En la medida en que el peso de la actividad académica se desplaza del discurso del profesor (10 horas = 1 crédito) al trabajo del estudiante no disponemos de reglas tan precisas. De todos modos, es ahí donde está la clave: el trabajo de un estudiante a jornada completa durante un año son 60 ECTS.

La jornada laboral anual para un estudiante no está definida con precisión, pero podría rondar las 1500 horas. Si suponemos dos cuatrimestres de 15 semanas cada uno (cómputo tradicional) cada semana sale a 50 horas, lo que no es excesivo, porque no es sensato pensar que los estudiantes no trabajarán ni fines de semana ni durante 22 semanas de "vacaciones". Vamos que lo que no es sensato es obligar a empaquetar las 1500 horas en 30 semanas, que si eran las de clase presencial, pero no las totales de trabajo.

Si 1500 horas de trabajo corresponden a 60 ECTS, cada crédito equivale a 25 horas de trabajo (algunas recomendaciones hablan de "entre 20 y 25 horas", así que ese 25 sería un límite máximo). Así una asignatura tipo de 6 ECTS equivale a un proyecto de 150 horas, y es tarea del profesor estimar la cantidad de documentación que se proporciona en función de lo que cuesta leerla, los ejercicios que se proponen para hacer, los trabajos, redacciones, etc.

No es una regla muy algorítmica, pero del mismo modo que cuando hacemos un temario para una asignatura de 6 créditos (60 horas de clase) podemos estimar razonablemente lo que vamos a ser capaces de "impartir" en ese tiempo, tenemos que acostumbrarnos a calibrar del mismo modo la duración del el trabajo encargado (para un estudiante promedio del curso que se trate). Este tipo de cómputo es inexcusable para las asignaturas virtuales, pero también va a ser necesario en los grados adaptados al EEES si queremos cumplir no solo la normativa sino el espíritu del cambio que suponen.

Una anécdota, una de las asignaturas del G9 que figura como de 6 ECTS se ha ofrecido por error en una universidad con 4,5 y no le ha extrañado a nadie; así que parece que hay una cierta tolerancia... aunque supongo que también hay profesores que dan un tercio más de temario que otros en la misma asignatura.

La figura es de aquí

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