miércoles, 14 de julio de 2010

Como granos de arena

Pues resulta que ganar el mundial puede tener efectos positivos en el crecimiento económico o afectar a las expectativas electorales. ¿Cómo es posible que un acontecimiento tan azaroso pueda influir conductas individuales en lo económico o en lo electoral? Me niego a pensar que yo cambie de opinión política por unos resultados deportivos, y seguro que esa negativa se extiende a todos los que conforman ese colectivo.

Hace 18 años, recién casado, me mudé a un barrio de adosados recién construido, igual que otros cientos de personas en los mismos meses. Al menos el 30% cambió de coche en los primeros 6 meses y más del 50% de las parejas quedaron embarazadas en los primeros 2 años de entregar las viviendas. Y todos hicimos esas cosas en el soberano ejercicio de nuestra más inalienable libertad... pero "casualmente" sincronizados.

Cada grano de arena de una playa ve unas decenas de granos vecinos, y permanece en una posición concreta por su interacción con esos vecinos próximos (más la gravedad y el efecto de arrastre del viento). Cada grano vive (1) en una colina o un valle por las casualidades de su entorno local. Ninguno pordria imaginar (si los granos de arena tuvieran esa capacidad) que unos miles de granos más allá la estructura se repite, y que hay una colina o un valle idénticos al suyo, y detrás otra, y detrás otra más con una regularidad pasmosa.

De una forma inquietante las interacciones locales (sin olvidar la gravedad y el viento) producen ese tipo de orden de muy largo alcance que en el caso de la arena son las dunas y los rizos en la arena (sand ripples). Del mismo modo la gravedad de estrenar casa y el viento de estrenar forma de vida parece que modula las interacciones locales llevándonos a elegir libremente hacer lo mismo. Y también del mismo modo, la intensidad emocional de un evento como la victoria del mundial nos mueve colectivamente (en el en ejercicio de nuestra libertad) a modificar comportamientos enormemente alejados del futbol.

Tan listos que nos creemos a veces y somos tan simples como un grano de arena .

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(1) Creo que después de un post anterior se me puede permitir "antropomorfizar" los granos de arena sin dudar de que sé que no son personitas.

Imagen tomada de aquí, donde se presenta un proyecto de estudio de la dinámica de formación de los rizos de arena.

4 comentarios:

@uhandrea dijo...

De simples, nada, amigo Joaquín. Lo que pasa es que somos muchos y al ser tantos, pequeños, pequeñísimos cambios en el estado de ánimo o miniexpectativas, pueden generar efectos de largo alcance.... si es que los generan. Es una variedad, de otro orden, del efecto mariposa. Pero insisto, no somos simples, ni tan predecibles como pueda parecer tomados uno a uno; aunque sí somos predecibles como grupo, porque un % de nosotros hará algo de lo mismo a la vez y eso tendrá consecuencias sistémicas.
Saludos

Joaquín Sevilla dijo...

Esa simpleza de la frase final era una "licencia poética". He insistido varias veces en que cada uno hace lo que quiere de verdad, y que la predicibilidad es estadística, grupal. Aún así es inquietante porque de algún modo, como dices tu, algún "microcambio" debe introdicirse en cada individuo (o en muchos al menos).

Muchas gracias por el comentario! Un saludo

Jose Antonio dijo...

¿Será la empatía social o una más de las explicaciones que rodean la teoría de las ventanas rotas?

Sea como fuere viva la libertad individual que nos da la libertad social.

Un abrazo sanferminero.

Joaquín Sevilla dijo...

Sin duda ninguna ¡Viva!
Abrazos, ya tras el pobre de mi :(