domingo, 14 de diciembre de 2025

Males de la ciencia para doctorandos logroñeses

 Las responsables de la Escuela de Master y Doctorado de la Universidad de La Rioja (la buena, ¡rechace imitaciones!) tuvieron la amabilidad de invitarme a dar una charla a sus estudiantes sobre males de la ciencia. Gracias Pilar y Fayna!! 

Ya estuve por allí hace año y medio o así con temas parecidos, pero cambia el auditorio. Los asistentes se mostraron interesados e hicieron muchas preguntas. Además fue estupendo encontrarse con viejos amigos.

Dejo la presentación en ESTE enlace (al pinchar se abre en otra ventana)

En realidad hago estas presentaciones "de autobombo" en el blog para que (me) quede constancia de qué cosas cuento en cada momento. 

 


 

sábado, 13 de diciembre de 2025

Hipérbolas de luz

 La luz que sale de un foco con apertura circular forma un cono. Con el filamento como vértice emitiendo en todas direcciones, la pantalla con esa apertura circular solo deja pasar los que rellenan un cono. Cuando es luz choca oblicuamente con una pared (o techo) dibuja elipses (como ya encontré hace un tiempo). Más recientemente he encontrado un lugar en que la pared corta ese como en un plano paralelo a su eje, con lo que la figura que aparece es la hipérbola.


Este lugar en concreto, al que le hice dos fotos, es el pasillo subterráneo que conecta los andenes de la estación de Delicias en Zaragoza, pero supongo que habrá muchos focos como esos pegados a paredes. Ahora que he "visto" esta configuración la buscaré.

Como puse la foto hace unos días en Bluesky, a alguien le llamó la atención un círculo brillante que también se aprecia, centrado en el vértice de cada hipérbola, a Rafasith en concreto. En la de más a la izquierda de las fotos he dibujado el círculo en negro (y la hipérbola en rojo), pero al poner la línea se pierde en efecto, pero en la de al lado ya la puedes encontrar fácilmente. Nos comentó Jorge Arranz que podría ser un efecto de la pantalla espejada (con forma de paraboloide) que suelen tener esos focos dentro para que la luz que no puede salir inicialmente por no estar en el cono, se refleje y sí pueda salir. Habría que entrar en más detalles constructivos del foco. Yo me quedo con esas curvas cónicas que dibuja la luz por que la arquitectura del foco y la pared implementan la definición.

viernes, 12 de diciembre de 2025

Departamenos universitarios y tribalismo

Acabamos de tener una reunión del Consejo de mi Departamento. Con casi 100 miembros, ha durado 15 minutos. Yendo hacia la reunión recordaba con un compañero los que teníamos hace 25 años, donde éramos escasamente 20 personas y discutíamos enardecidamente durante horas. En el informe del director nos ha contado que el anteproyecto de estatutos está revisándose para incluir a los Departamentos, dado que su primera redacción quedaba abierta a su desaparición.

¿Y si no hay Departamentos cómo voy a saber quienes son mis amigos y quien mis enemigos? 


Si hay algo fundamental en las estructuras universitarias (supongo que también de otras organizaciones) es proporcionar ámbitos para el desarrollo del tribalismo. Ese mecanismo de funcionamiento mental tan humano (llámese sesgo cognitivo, heurístico o como se quiera) que consiste en dividir el mundo en dos grupos, los míos y los otros.

Es casi imposible comenzar a ver un partido de cualquier deporte, sin conocer los equipos que juegan, y no tomar partido por uno de ellos. Hay experimentos que, aunque controvertidos, muestran como ese tribalismo, aún creado artificialmente, puede llevar rápidamente incluso a la violencia (me refiero a Zimbardo y su prisión de Standford). La situación más absurda en la que me he visto desarrollando el tribalismo fue intentando aparcar en un atasco en Madrid. “Nosotros” éramos los de una calle y “los otros” los de la perpendicular. Nosotros intentábamos pasar el cruce honestamente mientras los otros buscaban triquiñuelas. Al cabo de un rato habías dado la vuelta a la manzana y habías cambiado de bando con total naturalidad.

Ahora me doy cuenta de que cuando me incorporé a la universidad, lo que además me suponía un cambio de ciudad, desarrollé esa sensación de pertenencia con el grupo de personas con el que me tocó casualmente reunirme a menudo, el “área de conocimiento” en primer lugar y el departamento en segundo. Muchos años después me pidieron ser director de departamento y lo rechacé porque no me sentía suficientemente tribalizado, iba a ser incapaz de “defender” los intereses de ese casual grupo de personas frente a otros, otros departamentos o estructuras.

La defensa de los departamentos universitarios, con los cambios que ha habido de leyes orgánicas, y con ello de repartos de competencias entre estructuras y con todo lo derivado de la digitalización, es puramente sentimental. Pero ya sabemos que los sentimientos son los auténticos decisores, la razón viene después a “vestir el expediente”. Por último, que quede claro que no defiendo su desaparición. No sé si conviene su existencia, es algo que debería reflexionarse despacio y colectivamente.


martes, 9 de diciembre de 2025

Atardeceres mexicanos

La colaboración de física y danza nos llevó a México otra vez. La semana del 10 al 16 de noviembre fui para allá en un viaje breve pero intenso que me resultó maravilloso, entre otras cosas, porque no tuve jetlag ni a la ida ni a la vuelta. Ibamos a hacer dos actuaciones de Atardecer

Tras un largo viaje Madrid - Nueva York - Ciudad de México (4 horas estirado en una pensión) - Puerto Vallarta, Llegué al hotel que nos tenía reservado el festival Espontáneo, que es el que nos llevó hasta allí, y tras desayunar y dormir un par de horas fuimos a la primera actuación. En una universidad privada (ARKOS), pequeñita, de esas tan distintas a las nuestras que tienen por allí, nos prepararon un escenario en un gimnasio y, con una asistencia alta e interesada, tuvimos la actuación (vídeo en el Insta del festival y aquí fotos)


Tras un coloquio con los asistentes, nos llevaron a cenar a uno de los restaurantes que tienen mesas sobre la arena de la espectacular playa del pacífico de la ciudad. Playa, restaurante y ciudad que pudimos disfrutar al día siguiente, el único entero sin viaje ni trabajo. Al día siguiente volamos a Ciudad de México y tuvimos tiempo para hacer un poco de turismo por el centro (¡qué grande es el zócalo!)

El sábado 15 participé en el II coloquio de comunicación social de la ciencia (cartel en el Insta), concretamente en la mesa redonda sobre CPC masiva. Este coloquio lo organiza la curiosa organización "Ruta CPCERA". 

Tuve de compañeros de mesa a Rafael Guadarrama (que trabaja en un programa de televisión divulgativo excelente) y a la ingeniera de alimentos Mariana Zapién, que tiene un canal de divulgación en redes sociales muy exitoso. De mi querían que les hablara de Naukas como ejemplo de eventos escénicos masivos. El acto se celebraba en el Centro Cultural de España en México.

Esa mañana había convocadas dos manifestaciones masivas en la plaza del Zócalo, al lado del cetro, y desde la sala oíamos disparos (quiero creer que de pelotas de goma). En la sala habría 30 personas, pero conectadas al streaming muchas más. Supongo que colgarán el vídeo (por aquí) pero de momento no está. El acto concluyó con la actuación Atardecer. 

Acabado ya el trabajo, y volando hacia España al día siguiente, resultó que el Centro Cultural de España en México tenía una fiesta esa noche a la que nos invitaron. Hubo tres actuaciones, siendo la primera de Bewis de la Rosa. Todo un descubrimiento el concepto del "rap rural" y más aún el de origen conquense. Fue un verdadero placer poder hablar con ella y con su equipo, Nuria y David (¡del mismo pueblo de Cuenca que mi  padre!). Seguramente el trasnochar antes del día de viaje ayudí a dormir mucho en el vuelo trasatlántico y con ello despejar el jet lag.


 

viernes, 7 de noviembre de 2025

El listillo y el tachón

(Recuperación de "borradores" olvidados en estos 18 años de blog) 

Tenía en borradores la siguiente entrada desde el 24 de octubre de 2017, junto con una nota de que sobre esto también comentaba Iñako (como ha migrado de blog la url no funcionaba, pero ha sido fácil recuperar el contenido en el nuevo), su comentario aquí, "Leña al maestro" 

Va sobre una foto que se hizo muy viral en tuiter (que entonces existía). Sigo de acuerdo con el yo de 2017 

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El listillo y el tachón

A mi lo que me disgusta de la fotografía tuiteada es la cruz roja con que se tacha. El malentendido es una ocasión perfecta para discutir y aclarar los dos puntos de vista. Es obvio que el estudiante tiene más que superado el conocimiento que pretendía evaluar la prueba (y el maestro, por supuesto), entonces no tiene sentido pelear por "quién tiene razón", sino seguir avanzando en el aprendizaje, que pasa ya de la escritura de los números a detalles sofisticados de comprensión lectora. Si en vez de un tachón rojo hubiera un comentario valorativo de la respuesta (no necesariamente aceptándolo) la cosa cambiaría. Eso sí, el alto número de alumnos en clase (y otros elementos de presión laboral) dificulta tomarse ese tiempo, es más fácil el tachón, pero también muestra un ejercicio de autoridad innecesario. 



jueves, 6 de noviembre de 2025

Divulgación 101. La cena de navidad

Cuando le preguntan a un(a) estudiante de doctorado a qué se dedica, lo normal es que sufra para intentar no perder la atención del interlocutor entre tanto tecnicismo y detalle. Se cuestiona el auténtico valor social de su trabajo aún en el caso de que resulte exitoso y lo difícil que es que acabe siéndolo.

Por otro lado esa es la mejor situación para la divulgación científica, alguien que no conoce un tema se interesa genuinamente por él, aunque sea por interés en la persona que lo desarrolla. Es una interacción uno a uno donde puedes sintonizar el mensaje con toda la finura al nivel e intereses del interlocutor.

La situación se repite en encuentros familiares o con amigos y siempre lo enfrentamos con sensación de tierra trágame, a ver si cambiamos de tema. Creo que merece la pena pensarlo en frío, antes de volver a vernos en una situación estresante como esa, y poder llevar la respuesta preparada.

Además de por responder con calma, esa reflexión en frío es muy interesante en sí misma. ¿Cuál es mi pregunta de investigación (1)? ¿Cómo puedo formular mi tema de tesis (de investigación) de forma que sea susceptible de tener una respuesta? Además, ya que me pongo, debería esforzarme por evitar tecnicismos, sustituirlos por términos más comprensibles. Sí, claro, se pierde precisión, pero se gana accesibilidad que es de lo que se trataba ahora. Por último hay que plantearse ¿a quién le importa la respuesta a esa pregunta? Porque en la inmensa mayoría de los casos hay un interés social importante detrás de esa pregunta de investigación (2).

Con la tarea hecho, en la próxima cena de navidad, cuando te pregunten, en vez de pelear con la explicación sobre el efecto del estrés hídrico en la expresión de no sé qué gen de la planta modelo, puedes decir que trabajas por disminuir el hambre en el mundo. Quizá no recomendaría tanto “amarillismo” para titular un artículo de periódico. Pero cada medio requiere su lenguaje y una cena de navidad está, por definición, llena de “cuñaos”.

 

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(1) Lo de la pregunta de investigación se puede sofisticar mucho (ver Wikipedia, por ejemplo) pero para lo que aquí interesa vale un planteamiento mucho más ligero.

(2) Hay planteamientos de investigación muy difusos que son difíciles de poner en formato de pregunta. También hay cuestiones de interés muy interno de la disciplina, con un reflejo mínimo en la sociedad en general. Ese tipo de temas, que son los que alimentan el estereotipo de la “torre de marfil”, son en realidad muy raros. Cuando la persona que se inicia en la investigación descubre estar en una situación como esta, quizá mejor que lo reconsidere. 

lunes, 3 de noviembre de 2025

La gobernanza del ecosistema

Hace unos días me invitaron a una jornada de prospectiva y en una mesa de trabajo me sorprendí mucho cuando alguien dijo que había que trabajar en la gobernanza del ecosistema. Esa sorpresa me lleva escribir esa entrada, da igual, al menos de momento, qué ecosistema de qué prospectiva se trataba.

Los ecosistemas no se gobiernan ¿no? Es un oxímoron. Si lo haces dejan de ser ecosistemas y se convierten en granjas o jardines, según con qué objetivo se plantee el gobierno. Quizá el problema está en que abusamos de la metáfora del ecosistema para referirnos a sistemas, sin más, sin “eco”.

El ecosistema de la innovación sería un entorno donde están geográficamente próximos, y con interacciones entre ellos, los diversos agentes que intervienen en esa actividad: centros formativos (universidades, sobre todo), centros tecnológicos y empresas fundamentalmente (aunque pueden identificarse algunos agentes más). El famoso “silicon valley”, en la bahía de San Francisco, sería el ejemplo paradigmático de ecosistema de la innovación, un modelo que han declarado tener como inspiración multitud de municipios españoles a la hora de crear polígonos industriales.

A lo largo de los años he asistido a un montón de reuniones que, hoy me doy cuenta, eran intentos de crear (¡y gobernar!) ecosistemas. Reuniones en las que charlas inspiradoras pretenden animar el espíritu en la dirección correcta y que acaban con un vino para engrasar el “networking”, que debe ser lo fundamental, el establecimiento de relaciones entre agentes.

Hay una serie de cosas a las que no se puede obligar. Nadie disfruta por obligación. Nadie se divierte, ni siquiera se ríe de un chiste, porque lo mande el jefe. Cuando uno va a una reunión porque hay que ir, sin un objetivo claro y sin sentirse autorizado a representar a la organización que te manda, es difícil que surjan relaciones interesantes. Como mucho disfrutas del canapé.

Sí que, a veces, hay personas que se mueven bien en esos ambientes indefinidos y son capaces de generar relaciones provechosas, pero casi siempre el provecho es personal, no corporativo. El mejor ecosistema se dará en un entorno de suelo fértil y condiciones ambientales generosas y estables. Lluvias predecibles y abundantes año tras año. Es la estabilidad la que proporciona el tiempo para que la evolución actúe y las distintas especies se especialicen cada una en su nicho y el conjunto se enriquezca y crezca variado y resiliente. En el caso de la investigación y la innovación la metáfora es clara: dinero abundante y predecible (convocatorias mantenidas muchos años sin cambios). Menos esfuerzos de gobernanza y más paciencia, mucha paciencia.

viernes, 10 de octubre de 2025

Desconectados por la conectividad

 Una epidemia de desconexión generada por los aparatos que prometían conexión.  Lo comenta la princesa de Gales, y seguramente tiene razón.

Cuando aparece una nueva tecnología no es lo mismo el transitorio de su introducción que la situación estacionaria a largo plazo. Quizá se ve mejor con el teletrabajo. 

Si te dan la opción de teletrabajar cuando llevas lustros en la oficina todo son ventajas: evitas desplazamientos, gestionas mejor tu tiempo, ganas productividad y calidad de vida. Pero para una persona que nunca fue a la oficina, que se incorpora al trabajo desde sus estudios, encontrarse solo en su habitación, sin rutinas previas y sin relaciones sociales informales puede resultar desastroso.

El transitorio de introducción del teletrabajo es maravilloso pero su estacionario de largo plazo resulta, cuando menos, problemático. Y lo mismo está ocurriendo con lo móviles que, aunque parezca que lleven 300 años aquí, hace apenas 15 años que están. A quienes lo recibimos con una libreta de teléfonos (esas de papel donde apuntábamos los números) bien surtida de amigos y conocidos de diferentes actividades y momentos de la vida nos sirvió para mejorar el contacto con esas personas. Quienes lo recibieron de adolescentes han visto mediada por el dispositivo toda la generación de esas relaciones que a nosotros nos llenaron la libreta. Y en esos momentos de inseguridades y timideces que es la adolescencia, todo lo que permita tomar distancia es aprovechado. Parece que es más fácil hablarse a través del dispositivo que cara a cada. Resultan fascinantes esas cuadrillas de críos sentados en un banco, todos mirando al móvil, pero haciendo cosas en conjunto (quizá jugar, quizá "charlar").

La paradoja de la desconexión por la conectividad se resuelve por ese concepto tan bien estudiado en ciencia e ingeniería que es la diferencia entre el estado estacionario y los transitorios de conexión. Se resuelve su comprensión, claro, la solución real al problema social generado está mucho menos clara.

Esta disquisición sobre transitorios me ha recordado a Panadero comprobando cuantos huevos aguantan su peso. No es lo mismo estar encima que subirse, el transitorio es muy importante. Para quien no lo viera, es un vídeo muy interesante de apenas 12 minutos:

jueves, 9 de octubre de 2025

Jane Goodall y sus grandes descubrimientos

 

Hace pocos días que falleció Jane Goodall. Una persona maravillosa y un personaje curioso. Una vida larga, 93 años, y llena de actividad y éxitos de la que se pueden decir muchas cosas, casi todas dichas ya.

A mi me van a interesar aquí dos aspectos de su figura: (i) como consiguió mezclar los papeles de científica y activista extraordinariamente y (ii) la peculiar situación que le permitió mirar de otra forma y con ello hacer grandes descubrimientos científicos.

Resumiendo mucho, podemos decir que la ciencia consiste en la búsqueda de la verdad, y el activismo es el esfuerzo por desarrollar un ideario. Ambas cosas no casan bien. El ideario al que uno se adhiere con fuerza podría entrar en colisión con las conclusiones del trabajo científico que se hace, por lo que una de las dos actividades se vería comprometida. En las encuestas de valoración de confianza en expertos, una de las cosas que más se valora es su independencia, no sólo administrativa y económica, sino ideológica. De hecho la independencia de criterio forma parte del estereotipo de científico y por eso puntúan alto como colectivo en estas encuestas. También por eso, cuando un científico se significa mucho por una causa su consideración como científico suele perder valor (y más cuanto más radicalmente muestre su activismo).

Jane Goodall mantuvo un activismo claro toda su vida: por Africa (por algunos lugares más especialmente), por la conservación y el bienestar animal, por los Derechos Humanos y por los grandes simios. Son causas tan grandes y tan nobles que concitaron una amplsisimo consenso, análogo al de Félix Rodríguez de la Fuente, nuestro conservacionista patrio. Quizá el actual "malismo" en alza generaría odios hasta con estos personajes, adalides de la paz y lo bondadoso. Pero aparte de una buena causa, seguramente también fue muy importante la capacidad de moverse bien en las altas esferas de la baronesa Jane van Lawick-Goodall (también de Félix, por cierto). Sea como fuere, es de agradecer que haya puesto su prestigio, esfuerzo  y dinero en tan nobles causas.

Como científica, descubrió que los chimpancés utilizan herramientas, que tienen personalidades diferenciadas, que cazan en colaboración y que entran en guerra en ocasiones. Cosas que hoy nos parecen evidentes pero que supusieron una auténtica ruptura en su momento. La visión establecida consideraba al hombre un ser singular en la naturaleza precisamente por esas cosas, la capacidad de usar herramientas y de colaborar de forma flexible. Además claramente cada persona es un mundo, y a los animales se les consideraba miembros de su especie, sin una individualidad relevante. Para descubrir lo que descubrió "bastaba" con mirar la realidad. Claro que esa mirada (por eso el entrecomillado) tenía que estar libre de los prejuicios del paradigma dominante. Jane no fue a la universidad antes de comenzar su exploración africana. Esa exploración parte de un deseo interior (ella misma insistió siempre que originado en la infancia gracias a su peluche Jubilee). Un deseo interior que no tiene nada que ver con las lógicas científicas, no buscaba artículos científicos ni reconocimientos académicos, solo estar donde se sentía bien y aprender de esos magníficos seres.

Un deseo noble en una mente libre de los prejuicios que le habría imbuido la academia, pero también unas excelentes relaciones sociales que le permitieron, ahora sí, ir a doctorarse a Cambridge y ser admitida para un doctorado sin tener licenciatura (fue la octava persona en la historia admitida en esa situación). Esa capacidad de estar en el filo del conocimiento establecido, pero con la capacidad de dudar de él es fundamental para los grandes descubrimientos.

Normalmente esa situación ideal para el descubrimiento no la da la falta de estudios formales sino la juventud. Newton tuvo su "año milagroso" a los 22, Einstein con 26, Darwin hacia los 25, Steven Hawking a los 23. Estos datos los he tomado de un vídeo de Veritasium precisamente sobre este tema del momento vita óptimo para el descubrimiento rupturista. (En otro blog tengo dos piezas sobre este tema, 1 y 2).

Tanto su papel de científica como el de activista se apoyan en un conjunto de peculiares equilibrios: entre la exploradora y la señorita, entre el corazón inglés y el amor a Africa, entre la formación difusa y la académica. Unos equilibrios que manejó con sabiduría y buen criterio. Ha sido una suerte haber coincidido en el tiempo con alguien así, una de esas personas que te reconcilian con la humanidad.

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El otro día hablamos de ella en la radio: 

 

viernes, 3 de octubre de 2025

Visita guisada

Escribiendo un correo de invitación a una visita guiada se me ha ido la tecla a guisada, y me ha parecido una errata que merece la pena comentar. Le llamamos "metadatos del arte" a las cartelas, hojas de sala o cualquier pieza de información racional (texto casi siempre) que no forma parte de la obra (pero casi) y que sirve para identificarla y contextualizarla de alguna forma. Sobre eso he escrito alguna cosa en este blog en 2022 y 2024. Mi punto de partida, como buen racionalista, era el de reclamar unos metadatos extensos. Sin embargo tras muchas conversaciones, bastantes con Patxi, el autor de la exposición guisada, voy apreciando también la descontextualización. Es como pasear por una ciudad que no conoces sin plano (y menos navegador). Una sensación de descubrimiento, de cierta aventura, que sin duda mola. Pero bueno, tampoco romanticemos demasiado, depende de la ciudad y del barrio. Hay muchos lugares donde sentirse perdido lo único que genera es miedo (al menos a mi). 

Parece que el nivel de metadatos depende de la situación, en particular de cuanto de familiarizado esté el espectador con el tipo de obra que contempla, como lo alejada que pueda estar la ciudad del paseante de la suya de origen. Nos dicen que la música es un juego de expectativas entre lo que la armonía sugiere que va a sonar a continuación y lo que realmente suena. Para que ese juego resulte agradable la complejidad de la pieza tiene que caer en el rango de experiencia del oyente. Por eso las canciones infantiles son inmensamente simples y la música contemporánea solo la disfruta un puñado de entendidos. Del mismo modo, los "entendidos" que pueden encontrar las referencias de la obra plástica sin que se las señalen la disfrutarán mucho más sin guía, siendo actores de ese descubrimiento. A cambio, quien no pille las referencias se encontrará perdido como el paseante en un barrio extraño.

Hay que guisar las exposiciones en su justa medida, ni tan poco que te quede muy dura la pieza, ni tanto como para que te quede desmigada. Y encima cada comensal tiene su gusto (¡y su dentadura!)