viernes, 22 de agosto de 2025

No mires arriba, fuegos artificiales

Hace unos días se ha comentado mucho un vídeo en el que se veían los fuegos artificiales de las fiestas de un pueblo al lado de los fuegos reales del monte ardiendo. Aparte de señalar es escaso criterio de quienes tomaron la decisión, hay una lectura mucho más profunda. En realidad ahí se resume la situación política actual. De un lado la realidad material, natural, el cambio climático con todas sus consecuencias. De otro lado, la realidad humana, social, las fiestas patronales que llevamos todo el año preparando y que son una tradición. 

El mismo conflicto, de forma satírica y brutal, aparece en la película "no mires arriba" de Allan McKay (2001). Aunque el meteorito que va a acabar con nuestra civilización esté ahí visible en el cielo, nuestro día a día, el trabajo, el sueldo, la pareja, la fama o lo que sea, pesan más. Tanto más que se vive sin mirar arriba.

Para muchos científicos climáticos la inacción política es desesperante pero, en realidad, ya sabemos todos que vamos a morir y vivimos la vida sin pensar en ello. Individualmente "no miramos adelante". La versión social de ese mismo hecho, a pesar de ser natural, resulta intolerable para la razón.

jueves, 21 de agosto de 2025

Espejismo en una pecera

 Los rayos de luz viajan en línea recta. Bueno, hacen eso en medios "homogéneos", en los que el índice de refracción no cambia a lo largo del camino del rayo. Si hay un cambio de medio brusco, el ejemplo típico del lápiz en un vaso de agua, los rayos se cambian de dirección en el cambio de medio, entre el agua y el aire, es el fenómeno de la refracción. 


 Puede pasar que el índice de refracción no cambie bruscamente en un lugar, sino que vaya cambiando gradualmente. Por ejemplo, el índice de refracción del aire cambia con la temperatura, lo que hace que en una capa de aire con una variación grande de temperatura, como cerca del asfalto negro al sol en una carretera, los rayos se encuentren una situación en la que la refracción los hace cambiar poco a poco de dirección, curvándolos. Así se producen los espejismos.

Hay muchas variables que hacen cambiar el índice de refracción de medios transparentes. Por ejemplo la salinidad del agua. Este es el efecto que buscaron unos compañeros "cacharristas" de la asociación Dictel de Estella en un taller. En el fondo de una pecera con agua templada inyectaron una solución muy concentrada de sal que habían preparado previamente y que estaba más fría. De esta forma el agua salada tendía a quedarse en el fondo y la dulce arriba, generándose una zona relativamente estrecha de cambio de salinidad y con ello de índice. Al lanzar allí un rayo láser se veía como se curvaba su trayectoria:


 Es un experimento bonito. Y siempre es gratificante que las cosas salgan. Science works, bitches.

martes, 19 de agosto de 2025

Sobre patinetes eléctricos

 Bluesky sigue sin ser X, así que me he permitido una opinión impopular: “El medio de transporte termodinámica y climáticamente mejor (menos peso de vehículo/ carga útil + eléctrico), el usado por los más humildes, el más perseguido reglamentariamente...” . La cosa ha tenido sus críticas, pero en un tono perfectamente razonable. Prefiero contestar en el blog, con más amplitud de argumentación.

El transporte es un problema social importantísimo: contribuye sustancialmente a la emergencia climática, su estructuración modela las ciudades, el urbanismo y la cohesión territorial. Y todo esto está dominado por el automóvil privado de motor de explosión durante un siglo, una “solución” que a fecha de hoy es totalmente insostenible.

Por otro lado, el coche es socialmente es incuestionable, tanto en lo personal como en lo económico. Personalmente los coches son símbolo de libertad, parte de nuestra forma de vida, un elemento identitario y de estatus. Económicamente contribuyen al PIB de forma muy significativa. En Navarra, la fábrica de coches de Landaben supone una inmensa fracción de la economía. Pensar en el final del reinado de los coches nos hace temblar.
La urgencia climática ha hecho que los poderes públicos (más cuanto más lejos del ciudadano, por eso sobre todo Europa) no puedan obviar el problema de los coches, la “solución” planteada es electrificarlos. Sin embargo la mayor parte de los problemas reales permanecen en este marco. Cuando se hace notar esto, a veces contestan que la solución de futuro es el “vehículo eléctrico, autónomo y compartido”.

Las personas que han estudiado con seriedad la cuestión del transporte coinciden en que la mejor solución desde los puntos de vista de eficiencia, sostenibilidad, cohesión social y territorial es el transporte público. Curiosamente una solución electrificable, autónoma (para el usuario) y compartida, pero sin las tonterías de las tecnologías extremas (IAs y demás). El principal problema del transporte público es “el último kilómetro”. Desde la estación al destino final (casa, el trabajo, la tienda, etc.) hay una distancia, variable dependiendo de la situación que puede convertirse en una barrera muy importante para muchas personas y situaciones.

Es en la solución del “problema del último kilómetro” donde vehículos eléctricos ultraligeros personales encuentran todo su sentido. Esos vehículos pueden ser “patinetes” o variantes con más ruedas, asiento, etc. En todo caso, el motor eléctrico es escalable, cosa que no pasa con el de explosión. Se pueden hacer vehículos eléctricos extremadamente ligeros que no eran posibles con la tecnología previa (lo más”ligero” era una Vespino).

El patinete apareció hace unos años de forma casual, no para resolver problemas de la humanidad, pero su valor intrínseco (barato, portátil, eficiente…) empezó a hacerle ganar terreno. Desde entonces hemos asistido a una progresiva criminalización de este medio de transporte. O al menos yo lo veo así. Como persona crítica con las teorías de la conspiración, me cuesta atribuir esa tendencia a una confabulación explícita de agentes, pero no cabe duda de que el desprestigio de este dispositivo les beneficia a los grandes poderes económicos que operan en la cuestión de la movilidad. Sea explícita o implícita, la confluencia de acciones en esa criminalización es clara.

Así como el coche eléctrico se ha cubierto de una pátina de respetabilidad social (se les reservan las mejores plazas de aparcamiento, se subvencionan, se les personan tasas, etc.) al patinete se le hace aparecer como causante de accidentes, utilizado por casidelincuentes o susceptible de generar explosiones (“razón” por la que no se permite subirlo a trenes de Renfe o al metro). Claro que esas cosas son verdad parcialmente. Han producido accidentes, los conduce algún delincuente y alguna ha explotado, pero ¿no pasa lo mismo con bicicletas o más aún con coches? Por supuesto que sí.
Si a esta imagen social distorsionada por la motonormatividad del lenguaje y de la cobertura mediática le añadimos el toque clasista de que quienes lo utilizan a diario, como una herramienta de trabajo, son repartidores, asistentas y demás trabajadores precarios, tenemos el cóctel perfecto. Y es contra eso contra lo que protesto siempre que tengo ocasión, aunque resulte una opinión impopular. 

Que se les imponga una normativa sensata, equivalente a la de las bicicletas, que se les cedan (a bicis y microeléctricos) carriles que antes eran para coches, que se persiga a quienes hacen mal uso de cualquier medio de transporte... Obviamente no defiendo impunidades ni tratamientos especialmente ventajosos, me basta con que no se criminalice.

lunes, 11 de agosto de 2025

Emociones y viralidad (y burbujas de odio)

Utilizamos la palabra viralidad para referirnos al ritmo transmisión de un contenido digital de unos a otros usuarios por analogía con el comportamiento con los virus (cuya "contagiosidad medimos con el "índice de propagación"). Se ha estudiado que la viralidad de un contenido depende de las emociones que provoca. Un estudio de 2012 analizaba esto experimentalmente con mucho detalle a partir de un conjunto de datos de anuncios del New York Times (hay un preprint libre en ESTA web).


 Los grados de virulencia son promedios, cada persona tendrá sus emociones, pero al medir sobre miles de interacciones se obtienen valores medios y se aprecian diferencias importantes con el tipo de emoción.

Las cosas que consideramos sorprendentes, interesantes o políticamente valiosas nos mueven bastante a reenviarlas, pero lo que más es el cabreo (la ira, el enojo, "anger") como podemos ver más abajo. Aunque entender qué significan los ejes de la gráfica es lioso (hay que entrar en detalles del experimento), nos podemos quedar con que es una medida de la viralidad que produce cada emoción:

 


 Además de ser un resultado académico más o menos interesante para distintos fines, nuestra propensión a airear los enfados (viralizar el cabreo) explica cómo las redes sociales realimentan ese tipo de contenido llenándose de contenido de odio (de cabreo cuando menos) y dejando poco espacio para contenidos mucho más valiosos: informativos, bonitos, sorprendentes, etc.

El proceso está descrito muy bien en el vídeo de abajo (6 min de CGP Gray, un canal excelente).

Las "fuerzas" que nos mueven a los humanos a hacer cosas no son como la de la gravedad, son modificables. No es inmediato conseguirlo, conocer un sesgo ni de lejos supone evitarlo. Pero estaría bien que, conociendo estas cosas, hiciéramos esfuerzos por "controlar" nuestra ira viralizadora y ayudar a mantener unas redes sociales mejores.   

domingo, 10 de agosto de 2025

La luna llena de Ujué (Armonices Mundi)

 
En el marco del curso de verano organizado por la UPNA y Jakiunde sobre el miedo, nos invitaron a actuar a Harmonices Mundi, que es como hemos bautizado a este grupo de músicos y científicos que hacemos estos bolos de contar historias y poemas viendo el cielo y escuchando música.
 
Lo cuenta muy bonito el maestro Javier Armentia en su Mastodon
 
Anoche con #HarmonicesMundi y bajo el cielo de plenilunio en Ujué invocamos a Fobos y Deimos, pero también a Harmonía y Anteros, todos hijos de Ares, con música, poesía y ciencia. Edurne Aizpun, Ekhi Ocaña, el maestro @Joaquin_Sevilla y yo con el láser verde. Es un espectáculo que haremos en más sitios, por si alguien quiere llevarnos, que nunca se sabe... Me dicen que ayer estuvieron unas 200 personas con nosotros. Qué lujo. 

Ciertamente un lujo.

 

Este formato de espectáculo lo venimos haciendo desde 2021 (también reseñado en el 22

sábado, 9 de agosto de 2025

Mejor dejar los árboles

Protestas contra el proyecto de talar unos árboles para darle un uso más urbano al espacio que ocupan. El imparable aumento de seres humanos ha ido adaptando el terreno a sus necesidades y, en muchos casos, los árboles estorbaban. Quizá ese aumento de población no sea tan imparable como solemos creer; cuando se mira con atención es fácil comprobar que realmente se está frenando a un ritmo vertiginoso que nos aboca a lo que se ha llamado “invierno demográfico”.

En muchas familias de boomers aburguesados acometimos reformas de nuestras casas al ver que nuestros hijos crecían y nos lo podíamos pagar. Buscando que cada uno tuviera su habitación, para acomodarnos mejor, nos pusimos a la tarea. Al poco de acabar la obra, cuando no antes, esos hijos empiezan a hacer una vida por su cuenta y dejan de vivir en esa casa diseñada como si su presencia fuera a ser permanente. Su éxodo es señal de que las cosas han ido bien, era el destino esperable, inevitable. Y a pesar de ello no lo vimos venir cuando pensamos en reformar la casa.

Como sociedad deberíamos ser más inteligentes que esos boomers expansivos. Seguramente no hacen falta más asfaltados, circuitos de formula uno o aparcamientos subterráneos. Sí hacen falta algunas viviendas más en este momento del pico de población, claro, pero haríamos bien en moderar al máximo la urbanización de paisajes naturales, especialmente la eliminación de árboles, para crear espacios que, como la habitación de los adolescentes, van a ser utilizados muy poco tiempo.

Imágen tomada de AQUI


miércoles, 6 de agosto de 2025

Anticiencia de derechas (por Naomi Orekes)

Me he encontrado por ahí (en Bluesky, claro) un artículo de Naomi Oreskes que me parece interesantísimo. No tengo dudas de que ese interés deriva de mi sesgo de confirmación: yo ya pensaba algo así. Pero es muy gratificante encontrar esa idea bien trabajada por unos académicos prestigiosos en un artículo con muchos datos que la soportan


El abstract (traducido por ChatGPT y revisado):

Los datos empíricos no respaldan la conclusión de que exista una crisis de confianza pública en la ciencia. Sí respaldan, en cambio, la conclusión de que hay una crisis de confianza en la ciencia por parte de los sectores conservadores: las encuestas muestran que las actitudes de los estadounidenses hacia la ciencia están altamente polarizadas según líneas políticas. En este ensayo, sostenemos que la hostilidad conservadora hacia la ciencia tiene su raíz en la hostilidad conservadora hacia la regulación gubernamental del mercado, que en las últimas décadas ha derivado en una hostilidad hacia el gobierno, sin más. Esta desconfianza fue fomentada por líderes empresariales conservadores durante casi un siglo, pero se consolidó durante la administración Reagan, en gran medida como respuesta a las pruebas científicas sobre crisis medioambientales que requerían una intervención gubernamental. Así, la ciencia —en particular la ciencia medioambiental y de la salud pública— se convirtió en el objetivo de las actitudes conservadoras contrarias a la regulación. Sostenemos que la desconfianza contemporánea hacia la ciencia es, en su mayor parte, un daño colateral, un efecto secundario del esmerado fomento conservador de la desconfianza hacia el gobierno. 

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Desde que se publicó esto la cosa ha ido a peor de forma muy acelerada por la administración Trump. Es interesante ver que no esas posiciones anti ciencia no surgen de la nada, que entroncan en una tradición centenaria. También es interesante comprobar que no es casual, que tiene unas personas beneficiadas por ello: las empresas cuya actividad ahonda en problemas detectados científicamente y sus líderes. 

Ojalá la democracia sea lo suficientemente fuerte como para volver a poner la ciencia al servicio de la población (recuperando las vacunas, etc.) en vez de desacreditarla para poder mantener negocios que dañan la salud como serían los del el tabaco, los combustibles fósiles o, la más obvia, la militar. 

jueves, 24 de julio de 2025

Revisiones (engañando su automatización)

 Últimamente la IA se mete en todo tipo de actividades. Una de ellas: las revisiones de artículos científicos que conforman la famosa “revisión por pares” (peer review).

Estas revisiones las realizan científicos por encargo de los editores de las revistas científicas. Estos editores conocen el campo y cuando llega un artículo buscan a otros científicos que trabajen en temas análogos y que puedan juzgar la solidez del trabajo en cuestión.

Esa tarea de revisión, bien hecha, resulta costosa, hay que leer el original, repasar algún cálculo, comprobar referencias, etc. Ese esfuerzo no está remunerado de ninguna forma, ni se paga por hacerlo ni contribuye al currículum del revisor, o si lo hace, es con un valor minúsculo.

No es raro pues que muchos científicos “senior” hayan ido rechazando participar en este tipo de revisiones (dada la problemática del sector de las editoriales científicas que sería larga de comentar aquí). Los editores tienen cada vez más dificultades en encontrar revisores, y las personas que revisan (quizá) lo hacen con más desgana. Ahí es donde ha entrado la IA. Parece ser que muchas revisiones se encargan a CharGPT y similares (ver artículo de Nature). Digo parece por que todo lo que tiene que ver con las revisión por pares es oscuro. Las revisiones son anónimas, sólo los editores saben quiénes son los temibles “revisor 1, 2 y 3”, por eso hay muy pocos estudios (e información fiable) sobre el proceso. 

El que hayan aparecido preprints con “instrucciones ocultas” para que las IAs den revisiones positivas ha destapado la cuestión. Las instrucciones ocultas son prompts incluidos en el trabajo, en el preprint, pero de forma que los humanos no las veamos (por ejemplo en blanco sobre blanco o con tipografías mínimas).

Para mi lo más llamativo de que se hayan encontrado estos “prompts escondidos” es que evidencian que las revisiones se hacen (o al menos se apoyan) en resultados de IA. Seguramente los autores de esos prompts ocultos lo saben porque ellos mismos o compañeros cercanos actúan así como revisores.
En fin, cada vez más vamos a un sistema de ciencia en que las IAs escriben los artículos, los revisan y los leen… Esperemos que, al menos, no inventen el contenido.

sábado, 19 de julio de 2025

Sombras en Lerín Tierra Estrella

Este fin de semana se celebran las IX jornadas "Lerín Tierra Estrella". El pueblo de Lerín se viene volcando hace años con la ciencia, y en particular con la astronomía, habiéndose certificado como un entorno especialmente adecuado (por su cielo oscuro) para la contemplación de las estrellas.
Desde hace 9 años se celebran estas jornadas en las que se proponen multitud de actividades. Este año el tema central es el Sol, como preparación del eclipse total que podrá verse desde prácticamente toda Navarra el año próximo, en agosto de 2026.

La tarde del sábado me han invitado a una mesa redonda titulada "Los juegos del Sol" que tendrá lugar en el Frontón del pueblo a las 20h del sábado 19. En mi participación voy a comentar algunas cuestiones sobre las sombras. Porque el hecho de que el Sol tiene un tamaño que no es puntual tiene efectos. Un pequeño experimento, mejor dicho, una observación, es fijarse en la sombra de un poste (una farola, una señal, algo así). Se puede ver que la sombra de la base es mucho más nítida que la de la parte alta, a medida que la sombra se aleja del objeto que la generó se va difuminando, aparece una zona de "penumbra" cada vez mayor. Si una hormiga pasara por esa penumbra vería un "eclipse parcial de farola".

A continuación las imágenes para mi participación:

martes, 15 de julio de 2025

Resumen de un quinquenio de docencia

 En los últimos años, en verano hago un resumen en el blog de las actividades de divulgación y otro de las colaboraciones de radio. Este año lo completo con este resumen de docencia, pero no de un año sino de cinco, los que han pasado desde que tomé posesión como catedrático. Lo anterior está resumido en la documentación de la oposición, desde entonces esta ha sido la actividad:

 

Hay cuatro bloques temáticos que se mantienen, aunque cambiando algo, especialmente al modificarse el plan de estudios del máster de Ingeniería Biomédica (las asignaturas XXX desaparecieron en el cambio). Los bloques son: 

  • (I) "Aspectos básicos de la actividad investigadora", temas relacionados con lo que es la investigación y como se hace, independientemente de la disciplina de que se trate. Hay varias versiones de esos contenidos, más cortas, más largas, troceado o reunido.
  • (II) Tecnología para la discapacidad, que fue una asignatura en el Máster de Ingeniería Biomédica pero que tras su reforma en 2023 ha quedado reducido a tres sesiones en una asignatura (más neoliberal, cómo no decirlo) que se llama "Producto Sanitario". Ahí quedan 3 sesiones en las que explicar que hay una gran variabilidad humana que tener en cuenta en el diseño de productos, y que la accesibilidad cognitiva hasta obliga por normativa a evaluar diseños de interfaces de los productos.
  • (III) Tecnología de imagen médica y radiactividad, temas que tanto médicos como ingenieros biomédicos (en el grado) tienen en sus programas.
  • (IV) Diferentes aspectos de ciencia de la vida cotidiana (o no tan cotidiana a veces) en todo divulgativo para ese público creciente en las universidades que es el personal jubilado, las aulas de la experiencia

En la página de docencia del blog hay más detalles de estas asignaturas, en concreto los blogs que utilizo en cada una (y en ellos los contenidos con bastante detalle).