viernes, 10 de octubre de 2025

Desconectados por la conectividad

 Una epidemia de desconexión generada por los aparatos que prometían conexión.  Lo comenta la princesa de Gales, y seguramente tiene razón.

Cuando aparece una nueva tecnología no es lo mismo el transitorio de su introducción que la situación estacionaria a largo plazo. Quizá se ve mejor con el teletrabajo. 

Si te dan la opción de teletrabajar cuando llevas lustros en la oficina todo son ventajas: evitas desplazamientos, gestionas mejor tu tiempo, ganas productividad y calidad de vida. Pero para una persona que nunca fue a la oficina, que se incorpora al trabajo desde sus estudios, encontrarse solo en su habitación, sin rutinas previas y sin relaciones sociales informales puede resultar desastroso.

El transitorio de introducción del teletrabajo es maravilloso pero su estacionario de largo plazo resulta, cuando menos, problemático. Y lo mismo está ocurriendo con lo móviles que, aunque parezca que lleven 300 años aquí, hace apenas 15 años que están. A quienes lo recibimos con una libreta de teléfonos (esas de papel donde apuntábamos los números) bien surtida de amigos y conocidos de diferentes actividades y momentos de la vida nos sirvió para mejorar el contacto con esas personas. Quienes lo recibieron de adolescentes han visto mediada por el dispositivo toda la generación de esas relaciones que a nosotros nos llenaron la libreta. Y en esos momentos de inseguridades y timideces que es la adolescencia, todo lo que permita tomar distancia es aprovechado. Parece que es más fácil hablarse a través del dispositivo que cara a cada. Resultan fascinantes esas cuadrillas de críos sentados en un banco, todos mirando al móvil, pero haciendo cosas en conjunto (quizá jugar, quizá "charlar").

La paradoja de la desconexión por la conectividad se resuelve por ese concepto tan bien estudiado en ciencia e ingeniería que es la diferencia entre el estado estacionario y los transitorios de conexión. Se resuelve su comprensión, claro, la solución real al problema social generado está mucho menos clara.

Esta disquisición sobre transitorios me ha recordado a Panadero comprobando cuantos huevos aguantan su peso. No es lo mismo estar encima que subirse, el transitorio es muy importante. Para quien no lo viera, es un vídeo muy interesante de apenas 12 minutos:

jueves, 9 de octubre de 2025

Jane Goodall y sus grandes descubrimientos

 

Hace pocos días que falleció Jane Goodall. Una persona maravillosa y un personaje curioso. Una vida larga, 93 años, y llena de actividad y éxitos de la que se pueden decir muchas cosas, casi todas dichas ya.

A mi me van a interesar aquí dos aspectos de su figura: (i) como consiguió mezclar los papeles de científica y activista extraordinariamente y (ii) la peculiar situación que le permitió mirar de otra forma y con ello hacer grandes descubrimientos científicos.

Resumiendo mucho, podemos decir que la ciencia consiste en la búsqueda de la verdad, y el activismo es el esfuerzo por desarrollar un ideario. Ambas cosas no casan bien. El ideario al que uno se adhiere con fuerza podría entrar en colisión con las conclusiones del trabajo científico que se hace, por lo que una de las dos actividades se vería comprometida. En las encuestas de valoración de confianza en expertos, una de las cosas que más se valora es su independencia, no sólo administrativa y económica, sino ideológica. De hecho la independencia de criterio forma parte del estereotipo de científico y por eso puntúan alto como colectivo en estas encuestas. También por eso, cuando un científico se significa mucho por una causa su consideración como científico suele perder valor (y más cuanto más radicalmente muestre su activismo).

Jane Goodall mantuvo un activismo claro toda su vida: por Africa (por algunos lugares más especialmente), por la conservación y el bienestar animal, por los Derechos Humanos y por los grandes simios. Son causas tan grandes y tan nobles que concitaron una amplsisimo consenso, análogo al de Félix Rodríguez de la Fuente, nuestro conservacionista patrio. Quizá el actual "malismo" en alza generaría odios hasta con estos personajes, adalides de la paz y lo bondadoso. Pero aparte de una buena causa, seguramente también fue muy importante la capacidad de moverse bien en las altas esferas de la baronesa Jane van Lawick-Goodall (también de Félix, por cierto). Sea como fuere, es de agradecer que haya puesto su prestigio, esfuerzo  y dinero en tan nobles causas.

Como científica, descubrió que los chimpancés utilizan herramientas, que tienen personalidades diferenciadas, que cazan en colaboración y que entran en guerra en ocasiones. Cosas que hoy nos parecen evidentes pero que supusieron una auténtica ruptura en su momento. La visión establecida consideraba al hombre un ser singular en la naturaleza precisamente por esas cosas, la capacidad de usar herramientas y de colaborar de forma flexible. Además claramente cada persona es un mundo, y a los animales se les consideraba miembros de su especie, sin una individualidad relevante. Para descubrir lo que descubrió "bastaba" con mirar la realidad. Claro que esa mirada (por eso el entrecomillado) tenía que estar libre de los prejuicios del paradigma dominante. Jane no fue a la universidad antes de comenzar su exploración africana. Esa exploración parte de un deseo interior (ella misma insistió siempre que originado en la infancia gracias a su peluche Jubilee). Un deseo interior que no tiene nada que ver con las lógicas científicas, no buscaba artículos científicos ni reconocimientos académicos, solo estar donde se sentía bien y aprender de esos magníficos seres.

Un deseo noble en una mente libre de los prejuicios que le habría imbuido la academia, pero también unas excelentes relaciones sociales que le permitieron, ahora sí, ir a doctorarse a Cambridge y ser admitida para un doctorado sin tener licenciatura (fue la octava persona en la historia admitida en esa situación). Esa capacidad de estar en el filo del conocimiento establecido, pero con la capacidad de dudar de él es fundamental para los grandes descubrimientos.

Normalmente esa situación ideal para el descubrimiento no la da la falta de estudios formales sino la juventud. Newton tuvo su "año milagroso" a los 22, Einstein con 26, Darwin hacia los 25, Steven Hawking a los 23. Estos datos los he tomado de un vídeo de Veritasium precisamente sobre este tema del momento vita óptimo para el descubrimiento rupturista. (En otro blog tengo dos piezas sobre este tema, 1 y 2).

Tanto su papel de científica como el de activista se apoyan en un conjunto de peculiares equilibrios: entre la exploradora y la señorita, entre el corazón inglés y el amor a Africa, entre la formación difusa y la académica. Unos equilibrios que manejó con sabiduría y buen criterio. Ha sido una suerte haber coincidido en el tiempo con alguien así, una de esas personas que te reconcilian con la humanidad.

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El otro día hablamos de ella en la radio: 

 

viernes, 3 de octubre de 2025

Visita guisada

Escribiendo un correo de invitación a una visita guiada se me ha ido la tecla a guisada, y me ha parecido una errata que merece la pena comentar. Le llamamos "metadatos del arte" a las cartelas, hojas de sala o cualquier pieza de información racional (texto casi siempre) que no forma parte de la obra (pero casi) y que sirve para identificarla y contextualizarla de alguna forma. Sobre eso he escrito alguna cosa en este blog en 2022 y 2024. Mi punto de partida, como buen racionalista, era el de reclamar unos metadatos extensos. Sin embargo tras muchas conversaciones, bastantes con Patxi, el autor de la exposición guisada, voy apreciando también la descontextualización. Es como pasear por una ciudad que no conoces sin plano (y menos navegador). Una sensación de descubrimiento, de cierta aventura, que sin duda mola. Pero bueno, tampoco romanticemos demasiado, depende de la ciudad y del barrio. Hay muchos lugares donde sentirse perdido lo único que genera es miedo (al menos a mi). 

Parece que el nivel de metadatos depende de la situación, en particular de cuanto de familiarizado esté el espectador con el tipo de obra que contempla, como lo alejada que pueda estar la ciudad del paseante de la suya de origen. Nos dicen que la música es un juego de expectativas entre lo que la armonía sugiere que va a sonar a continuación y lo que realmente suena. Para que ese juego resulte agradable la complejidad de la pieza tiene que caer en el rango de experiencia del oyente. Por eso las canciones infantiles son inmensamente simples y la música contemporánea solo la disfruta un puñado de entendidos. Del mismo modo, los "entendidos" que pueden encontrar las referencias de la obra plástica sin que se las señalen la disfrutarán mucho más sin guía, siendo actores de ese descubrimiento. A cambio, quien no pille las referencias se encontrará perdido como el paseante en un barrio extraño.

Hay que guisar las exposiciones en su justa medida, ni tan poco que te quede muy dura la pieza, ni tanto como para que te quede desmigada. Y encima cada comensal tiene su gusto (¡y su dentadura!)

viernes, 26 de septiembre de 2025

Física y danza. Recapitulación del proyecto (spt 2025)

Hace ya nos cuantos años que tenemos una colaboración la bailarina y coreógrafa Carmen Larraz y yo. He ido dejando cosas en el blog, pero creo que merece la pena hacer una recopilación del proyecto y añadir unas pinceladas de lo que hemos aprendido.


 1.- El marco conceptual

Es habitual que los proyectos de arte y ciencia sean simplistas, explicaciones unidireccionales bien de cómo la ciencia afecta una práctica artística o bien de como artistas se inspiran en algún elemento científico. En muchos casos, además de unidireccionales, esos caminos son muy cortos. Cosas como una pieza de danza que ejemplifica la corriente eléctrica en la que cada bailarín "hace" de electrón metafóricamente. O en la dirección contraria, como un artista plasmó el teorema de Pitágoras en una serie de piezas.

Estas aproximaciones tienen un gran valor y resultan muy inspiradoras, nada más lejos de mi intención que criticarlas. Sin embargo, hay otras relaciones entre arte y ciencia, más simétricas, incluso más esenciales. Mis principales referentes (literalmente las referencias que he manejado) respecto de esta cuestión son dos:

Emily Coates. Bailarina que mantiene un programa de física y danza en la Universidad de Yale junto con la profesora de física Sara Demers. Tienen un libro juntas "Physics and Dance" entre otros materiales disponibles en la red. Pero al artículo "revelador" para mi es The Poetics of Physics in Dance. En el propone (con el nombre de "intensificación") un lazo de realimentación, un camino de ida y vuelta entre el conocimiento científico y la expresión coreográfica para llegar resultados mucho más interesantes.

Alva Noë. Filósofo, profesor en la universidad de Berkeley, que sostiene una visión de la percepción (y de la propia conciencia) que requieren del movimiento, de la interconexión, del cuerpo. Y en ese marco considera la danza una de las actividades que de forma más pura ejemplifica esos puntos de vista. Para evitar malentendidos, mejor escucharle directamente en ESTE vídeo de media hora sobre el tema (aunque es largo, en los primeros dos minutos centra el asunto).

 

"5778 K, un proceso social"  fue nuestra interpretación escénica del problema del marco conceptual de la colaboración. Es la grabación de nuestra participación en Naukas Pamplona 2023. Es media hora.

 

Ahí también se trataba el tema de los "metadatos del arte contemporáneo", más desarrollado en ESTA entrada

 

Parte de la reflexión general sobre el proyecto está recogida en un artículo (VER) que nos dedicó Antonio Martínez Ron en El Diario en el verano de 2023, al hilo del Naukas Pamplona y con Electrical Body como pieza ya hecha.
 

 

2.- Elektrical Body

Fue la primera pieza en la que colaboramos. Yo me incorporé al proceso cuando ya había mucho trabajo coreográfico hecho. Buscamos los elementos que tuvieran similitudes más reconocibles con conceptos del electromagnetismo y a partir de ahí se generaron dos piezas: (i) la pieza coreográfica propiamente dicha, una hora ininterrumpida con música original, espectacular y (ii) la mediación, en la que se explica esa relación de elementos coreográficos con el electromagnetismo. Esa mediación la presentamos en Naukas Bilbao en 2021. Gracias a Eitb quedan unos vídeos estupendos:

Esta mediación es justo lo que comentaba en el marco conceptual que queremos trascender, la transcripción más o menos directa, con una metáfora sencilla, entre lo científico y lo bailado. Pero es que es más fácil decirlo que hacerlo, y por algún sitio había que empezar.

Sobre esta pieza hay varias entradas ya en el blog, así que las enlazo y no me enrollo más: 

El inicio 2020, Estreno 2021Naukas 21 En Mexico en 2022 I,  En Mexico en 2022 II,  

3.- Luz Negra

En este proyecto intentamos ir juntos desde el principio, pero la complejidad de compatibilizar las fases de creación coreográfica, dependientes de ayudas que coinciden con períodos de clases y otras cuestiones mundanas del tipo lo hicieron muy difícil. El objetivo temático en este caso era la luz, y se pretendía que la ciencia la danza y la propia luz (la iluminación) fueran 3 elementos prácticamente en pie de igualdad. La pieza coreográfica con una breve intervención científica (en términos lo más poéticos posible) se ha representado unas cuentas veces y yo diría que sigue "in progress". El estreno formal fue en noviembre de 2024 (reseña en el blog). En el verano de 2025 hubo una versión al aire libre (en una ermita de la Valdorba) bien chulo.

Una idea de la fase inicial de este proyecto se desgajó del camino principal y se convirtió en una pieza aparte: "Atardecer" 

4.- Atardecer

Un día, hablando de la física de la luz en el Centro Huarte, en las fases iniciales de lo que sería Luz Negra, comenzó a anochecer y observamos el sol anaranjado, tocando el horizonte, proyectándose en la sala en la que estamos y nos pareció que ese momento merecía una atención especial. De aquel momento y un cierto trabajo surgió la pieza que ha quedado en algo minimalista pero muy potente (imho, claro). Dos trozos consecutivos, equivalentes, una explicación (lo más poética posible, guionizada por Carmen) de la física del atardecer seguida de un solo de Carmen. La charla no explica la danza, la danza no "interpreta" lo dicho, pero creemos que la fusión es total. Se estrenó en Pueyo en agosto de 2023 (ver reseña, con vídeo) en el exterior, acompañando una puesta de sol real (magnífica, por cierto). La hemos repetido bastantes veces. Algunas que tengo apuntadas son: en Barcelona, en un centro de ciencia de la danza del CSIC, o en Naukas 2024. El vídeo de ese día lo dejo a continuación:

 

 

5.-. Qualia 

Actualmente llevamos un tiempo trabajando en una siguiente obra. Si empezamos por el electromagnetismo y pasamos a la luz, el siguiente reto no podías ser más que la mecánica cuántica. Pero al margen de lo que nos salga, Carmen está empeñada en avanzar en esa integración entre disciplinas que materialice la intensificación de la que hablaba Coates y está planteando cosas muy curiosas que ya veremos como acaban... En el momento de escribir esto estamos muy "in progress" y con poca financiación, la verdad

 

6.- Investigación y reflexión  

Aparte de lo proyectos artísticos propiamente dichos, de los procesos de reflexión e investigación a veces quedan registros como: (i) un taller en el que explorábamos la idea de "corporeizar el conocimiento" (tan de Alva Noë, al que no conocíamos entonces) y (ii) Una magnífica conversación (pública) con Vanesa Aibar (en el marco de la edición del invierno del Festival Danzad, Danzad Malditos que dirige Carmen). Aunque está enlazado, dejo a continuación un vídeo de cada cosa para que no haya que salir de aquí (que quien lo mire en el movil y haya llegado hasta aquí lo agradecerá)

miércoles, 24 de septiembre de 2025

Revisión de la física del botijo

En realidad el título es un poco tramposo. Utilizo el botijo para cerrar el ciclo de Naukas Bilbao (como lo conocemos) ya que mi primera charla fue sobre eso, en 2014. Entonces me interesaba especialmente la ciencia de lo cotidiano, cuanto más aparentemente simple mejor. Hoy me interesa otra cosa, como la ciencia ha cambiado el mundo con consecuencias extremas, tanto positivas como negativas. Con el botijo como macguffin me voy a lo que me interesa hoy. En este vídeo:

 

Naukas Bilbao 2025, 15 años de Naukas, según los "jefes" el último con este exitoso formato, clásico ya, de las charlas de 10 minutos. Una maravilla de evento en el que es un privilegio poder participar. Todas las charlas son estupendas, merecedoras del rato que cuesta velas. Todas están en esta lista de reproducción de toutube

Ahora recuerdo que una parte de lo que cuento en la charla, lo de las 4 generaciones, lo tenía escrito en el blog aquí

martes, 23 de septiembre de 2025

Caminos de ida y vuelta


Con el título “Arte y Ciencia, caminos de ida y vuelta” se celebró un curso de verano de la UPNA en Estella este septiembre. Como directores figuramos al alimón Patxi Araujo y yo, un artista y un científico. Ahí tenemos el primer dipolo arte ciencia, una aproximación dipolar que pretendimos mantener en las conversaciones de cada una de las tres mañanas.

El primer día conversamos los dos “directores”, atreviéndonos cada uno a dar una definición (operativa, obviamente no de precisión exhaustiva) de nuestra disciplina. Para los siguientes contamos con maravillosos invitados que se integraron perfectamente en el ambiente intimista, relajado y curioso que se formó con los asistentes, pocos pero interesadísimos y participativos. Un poco intensito todo, vale, pero a gusto (como se dice por aquí).

“Un poema es la respuesta a una pregunta cuya única respuesta es ese poema”. Vamos, que lo poético se centra en lo singular, lo individual. Lo contrario a la ciencia, que pretende ser el conocimiento de validez más universal posible (idealmente total, cosa que solo se consigue en algunas disciplinas, como la física).

“Uno no está en sí mismo cuando está en ello”, una manera poética de referirse al “extrañamiento del hacer”, que es la forma filosófica de referirse al estado de flujo en que se puede entrar con un trabajo manual con el que te apasiones.

Con este par de notas que leo en mi cuaderno suficiente para hacerse una idea de por dónde iba la conversación. Eso sí, con la declaración de intenciones de que no somos de los que creen que Newton destejió el arco iris al descubrir su funcionamiento científico (como le reprochaba J. Keats en su poema Lamia). Lo ejemplificamos con la imagen elegida (por Patxi) para el cartel del curso, el cuadro “Newton” de William Blake, que como Keats, participaba de esa visión romántica reduccionista).

De este curso, mucho más modesto y minimalista que el que comentaba en la entrada anterior no hay grabaciones, ni siquiera fotos. Dejo enlaces a personas y colectivos que participaron:

 A ver si conseguimos repetirlo en año que viene...

miércoles, 17 de septiembre de 2025

El lado oscuro de la ciencia (en Alicante)

 

Los días 4 y 5 de septiembre de 2025 tuvo lugar un curso de verano titulado "divulgar la ciencia en el siglo XXI" en la Universidad de Alicante al que me invitaron a participar.

Me lo pasé muy bien con los organizadores y demás ponentes, me parece que está muy bien pensado todo.

Mantienen el mismo título año tras año, y es un título "contenedor" que da para hablar de casi cualquier cosa. Una elección cuidada delas temáticas permite sacar una interesante imagen de la ciencia en día y medio.

Curiosamente el formato es casi el opuesto a Naukas. Aquí se trata de profundizar en los temas, charlas de una hora seguidas de un buen turno de preguntas.

Mi charla fue sobre los males de la ciencia, muy parecida a la que he dado otras veces (las dispos usadas se parecen a las de esta charla en Logroño). Pero me acompañaron, nada menos que:

  •  Arcadi Navarro con una excelente disquisición sobre lo absurdo de buscar moralidad en la naturaleza (ni buena ni mala)
  • Pascual Roman (el "Pascualio") que nos contó mu montón de curiosidades sobre la tabla periódica, acabando con una jota aragonesa sobre dicho invento del ruso genial
  • Ileana Bladé con una master class de ciencias del clima que sirve para ver lo que realmente calcula con los modelos climáticos y lo inexcusable de sus predicciones más asustadoras 
  • Margarita del Val haciendo un repaso al estado de tres enfermedades candidatas a ser la próxima pandemia y como las tienen monitorizadas desde diversos campos científicos.
  • Joan Fuster nos contó el estado de los aceleradores de hadrones para radioterapia y el interés de disponer de instalaciones de este tipo
  • Ángela Nieto que nos descubrió la relación entre el crecimiento embrionario y las metástasis del cáncer; como en ambos casos se activan genes que permiten la migración celular. 
  • Todo ello bajo la dirección cuidadosa y amable de Isabel Abril, Rafael García Molina, Nicolás Cuenca y Mercedes Pastor.

El programa del curso con enlace a las biografías de todas estas personas AQUÍ también con enlace a las sesiones completas grabadas

El repositorio con las ediciones anteriores del curso AQUÍ, un recurso que seguro que es interesante bichear 

La grabación de mi sesión AQUÍ, yo empiezo en el tiempo 1:35:00 aprox.

Un autentico lujo haber podido participar, tanto en la parte pública, como en las comidas y cenas con los colegas. Una actividad muy recomendable para el año que viene. 

Aprovecho para dejar aquí un vídeo de un trabajo divulgativo de Rafael García Molina, mezclando física (llena de "cacharrismos") con ópera, el vídeo AQUÍ

viernes, 22 de agosto de 2025

No mires arriba, fuegos artificiales

Hace unos días se ha comentado mucho un vídeo en el que se veían los fuegos artificiales de las fiestas de un pueblo al lado de los fuegos reales del monte ardiendo. Aparte de señalar es escaso criterio de quienes tomaron la decisión, hay una lectura mucho más profunda. En realidad ahí se resume la situación política actual. De un lado la realidad material, natural, el cambio climático con todas sus consecuencias. De otro lado, la realidad humana, social, las fiestas patronales que llevamos todo el año preparando y que son una tradición. 

El mismo conflicto, de forma satírica y brutal, aparece en la película "no mires arriba" de Allan McKay (2001). Aunque el meteorito que va a acabar con nuestra civilización esté ahí visible en el cielo, nuestro día a día, el trabajo, el sueldo, la pareja, la fama o lo que sea, pesan más. Tanto más que se vive sin mirar arriba.

Para muchos científicos climáticos la inacción política es desesperante pero, en realidad, ya sabemos todos que vamos a morir y vivimos la vida sin pensar en ello. Individualmente "no miramos adelante". La versión social de ese mismo hecho, a pesar de ser natural, resulta intolerable para la razón.

jueves, 21 de agosto de 2025

Espejismo en una pecera

 Los rayos de luz viajan en línea recta. Bueno, hacen eso en medios "homogéneos", en los que el índice de refracción no cambia a lo largo del camino del rayo. Si hay un cambio de medio brusco, el ejemplo típico del lápiz en un vaso de agua, los rayos se cambian de dirección en el cambio de medio, entre el agua y el aire, es el fenómeno de la refracción. 


 Puede pasar que el índice de refracción no cambie bruscamente en un lugar, sino que vaya cambiando gradualmente. Por ejemplo, el índice de refracción del aire cambia con la temperatura, lo que hace que en una capa de aire con una variación grande de temperatura, como cerca del asfalto negro al sol en una carretera, los rayos se encuentren una situación en la que la refracción los hace cambiar poco a poco de dirección, curvándolos. Así se producen los espejismos.

Hay muchas variables que hacen cambiar el índice de refracción de medios transparentes. Por ejemplo la salinidad del agua. Este es el efecto que buscaron unos compañeros "cacharristas" de la asociación Dictel de Estella en un taller. En el fondo de una pecera con agua templada inyectaron una solución muy concentrada de sal que habían preparado previamente y que estaba más fría. De esta forma el agua salada tendía a quedarse en el fondo y la dulce arriba, generándose una zona relativamente estrecha de cambio de salinidad y con ello de índice. Al lanzar allí un rayo láser se veía como se curvaba su trayectoria:


 Es un experimento bonito. Y siempre es gratificante que las cosas salgan. Science works, bitches.

 

Y tiempo después del experimento (8 oct 2025) encontré este vídeo donde hacen el mismo experimento con azúcar en vez de sal. También tiene una parte introductoria un poco pesada. Pero el experimento en sí le sale genial:

martes, 19 de agosto de 2025

Sobre patinetes eléctricos

 Bluesky sigue sin ser X, así que me he permitido una opinión impopular: “El medio de transporte termodinámica y climáticamente mejor (menos peso de vehículo/ carga útil + eléctrico), el usado por los más humildes, el más perseguido reglamentariamente...” . La cosa ha tenido sus críticas, pero en un tono perfectamente razonable. Prefiero contestar en el blog, con más amplitud de argumentación.

El transporte es un problema social importantísimo: contribuye sustancialmente a la emergencia climática, su estructuración modela las ciudades, el urbanismo y la cohesión territorial. Y todo esto está dominado por el automóvil privado de motor de explosión durante un siglo, una “solución” que a fecha de hoy es totalmente insostenible.

Por otro lado, el coche es socialmente es incuestionable, tanto en lo personal como en lo económico. Personalmente los coches son símbolo de libertad, parte de nuestra forma de vida, un elemento identitario y de estatus. Económicamente contribuyen al PIB de forma muy significativa. En Navarra, la fábrica de coches de Landaben supone una inmensa fracción de la economía. Pensar en el final del reinado de los coches nos hace temblar.
La urgencia climática ha hecho que los poderes públicos (más cuanto más lejos del ciudadano, por eso sobre todo Europa) no puedan obviar el problema de los coches, la “solución” planteada es electrificarlos. Sin embargo la mayor parte de los problemas reales permanecen en este marco. Cuando se hace notar esto, a veces contestan que la solución de futuro es el “vehículo eléctrico, autónomo y compartido”.

Las personas que han estudiado con seriedad la cuestión del transporte coinciden en que la mejor solución desde los puntos de vista de eficiencia, sostenibilidad, cohesión social y territorial es el transporte público. Curiosamente una solución electrificable, autónoma (para el usuario) y compartida, pero sin las tonterías de las tecnologías extremas (IAs y demás). El principal problema del transporte público es “el último kilómetro”. Desde la estación al destino final (casa, el trabajo, la tienda, etc.) hay una distancia, variable dependiendo de la situación que puede convertirse en una barrera muy importante para muchas personas y situaciones.

Es en la solución del “problema del último kilómetro” donde vehículos eléctricos ultraligeros personales encuentran todo su sentido. Esos vehículos pueden ser “patinetes” o variantes con más ruedas, asiento, etc. En todo caso, el motor eléctrico es escalable, cosa que no pasa con el de explosión. Se pueden hacer vehículos eléctricos extremadamente ligeros que no eran posibles con la tecnología previa (lo más”ligero” era una Vespino).

El patinete apareció hace unos años de forma casual, no para resolver problemas de la humanidad, pero su valor intrínseco (barato, portátil, eficiente…) empezó a hacerle ganar terreno. Desde entonces hemos asistido a una progresiva criminalización de este medio de transporte. O al menos yo lo veo así. Como persona crítica con las teorías de la conspiración, me cuesta atribuir esa tendencia a una confabulación explícita de agentes, pero no cabe duda de que el desprestigio de este dispositivo les beneficia a los grandes poderes económicos que operan en la cuestión de la movilidad. Sea explícita o implícita, la confluencia de acciones en esa criminalización es clara.

Así como el coche eléctrico se ha cubierto de una pátina de respetabilidad social (se les reservan las mejores plazas de aparcamiento, se subvencionan, se les personan tasas, etc.) al patinete se le hace aparecer como causante de accidentes, utilizado por casidelincuentes o susceptible de generar explosiones (“razón” por la que no se permite subirlo a trenes de Renfe o al metro). Claro que esas cosas son verdad parcialmente. Han producido accidentes, los conduce algún delincuente y alguna ha explotado, pero ¿no pasa lo mismo con bicicletas o más aún con coches? Por supuesto que sí.
Si a esta imagen social distorsionada por la motonormatividad del lenguaje y de la cobertura mediática le añadimos el toque clasista de que quienes lo utilizan a diario, como una herramienta de trabajo, son repartidores, asistentas y demás trabajadores precarios, tenemos el cóctel perfecto. Y es contra eso contra lo que protesto siempre que tengo ocasión, aunque resulte una opinión impopular. 

Que se les imponga una normativa sensata, equivalente a la de las bicicletas, que se les cedan (a bicis y microeléctricos) carriles que antes eran para coches, que se persiga a quienes hacen mal uso de cualquier medio de transporte... Obviamente no defiendo impunidades ni tratamientos especialmente ventajosos, me basta con que no se criminalice.