domingo, 29 de mayo de 2022

Elektrical Body de gira internacional (1/2). El Aleph y las actuaciones


Elektrical body, la colaboración con Dinamo Danza en un espectáculo de danza contemporánea inspirada en el electromagnetismo, nos llevó a México. Entre el 18 y el 28 de mayo tuvimos 4 bolos, 3 en Ciudad de México y uno en Barcelona.

Todo comienza con El Aleph, el festival de Arte y Ciencia que organiza la UNAM. Un festival tan enorme como la UNAM, quizá la mayor universidad del mundo. Allí habían contratado dos actuaciones, una “pura” y otra con la mediación (la versión en la que yo participo con las explicaciones). De ahí pasábamos a otra actuación en el Centro Cultural de España en México. Finalmente, de vuelta, en la 15ª Festa de la Ciència organizada por el ayuntamiento de Barcelona en la Rambla del Raval teníamos un último pase de la mediación.

Para mí un verdadero regalo participar en una gira internacional de una compañía de danza. Algo que jamás hubiera imaginado que me podría pasar dentro de mi profesión. Ha resultado una experiencia interesantísima que merece algunos comentarios.

(La foto de arriba es del Instagram de el Aleph)

El Aleph y las actuaciones.


Teniendo en el horizonte la organización de un festival de arte y ciencia en Pamplona, tener la ocasión de visitar poco antes otro tan desproporcionado era especialmente ilusionante. Sin embargo la experiencia resultó un poco frustrante. 

Allí fuimos a la inaguración del festival (que por cierto he visto que está grabada). Comenzó con las autoridades mostrando su satisfacción por volver a la presencialidad y dieron paso a una conferencia inagural, como si fuera un curso académico, a cargo del profesor José Sarukhan, un científico climático que dio una charla verdaderamente interesante, solo que prácticamente dobló el tiempo que tenía asignado. Ese retraso y la fala de una disposición más abierta por parte del personal dificultaron muchísimo los ensayos y preparación de las actuaciones del día siguiente.

Más de 100 actividades a lo largo de 10 días, un cartel internacional lleno de cosas interesantes; sin duda un alarde de organización (y de presupuesto). Tuvimos ocasión de conocer a algunos de los organizadores "de a pie" en los múltiples trayectos entre la UNAM y el hotel. Se trata de personal de administración y servicios de una unidad de cultura en la que trabajan muchas pernas, bien formadas y con muy buen ambiente entre ellas (al menos aparentemente). La actuación tuvo lugar en uno de los 3 espacios escénicos que tiene la UNAM en la zona cultural (porque hay más en otros lugares), espacios bonitos, cuidados y con mucho personal (aunque poco colaborador a veces). No tuve ocasión de hablar con nadie de la dirección del Festival, me perdí el aprendizaje y el sofoco por la diferencia de orden de magnitud de presupuestos.

Sin duda la programación era muy potente, pero la asistencia de público en las actividades que estuve (incluida la inaguración) fue bastante escasa. Quizá es el efecto de la postpandemia, que vivimos en todos sitios y que ha reducido apreciablemente la asistencia a toda actividad cultural. Es difícil juzgar, pero la sensación que tuve por allí es que todo resultaba desleído y un poco triste, incluidas nuestras dos actuaciones allí.

Tras acabar en la UNAM nos mudamos de hotel, porque en Ciudad de Mexico hay muchas ciudades dentro de la ciudad, y pasamos de la universitaria al centro centro, al ladito mismo del Zócalo, donde está el centro cultural. La actuación, mucho más cercana e intimista, me resultó mucho más emocionante que las anteriores. Mejor aún me sentí en la de Barcelona, en un escenario callejero al que se iba sumando público con el tiempo.



No hay comentarios: