Hace ya bastantes semanas que se destituyó al Director de la Biblioteca de la Universidad, Guillermo Sánchez. Esperaba que alguien preparar un homenaje, despedida, reconocimiento o similar, pero me parece a mi que ya no va a ocurrir. Ya se que podía haberlo organizado yo, no sería la primera vez.
Guillermo está en esta casa desde sus mismos comienzos, y ha participado en toda su implantación, muy especialmente de la biblioteca, que ha dirigido cerca de dos décadas.
Para quien no conozca nuestra universidad, la biblioteca es un edificio con aspecto de catedral que ocupa el centro físico del campus, y que es también el centro en muchos otros sentidos. Su funcionamiento ha sido excepcional, soportando la actividad académica de forma sólida y precisa. Si, si, ya se que "con ese presupuesto sólo faltaba", "pero a mi no me han tratado como merezco" y otras quejas habituales: ladran luego caminamos.
Supongo que la acumulación de esas quejas, junto con una postura personal inamovible habrán estado detrás del cese. Eso habría que preguntárselo al "cesador", que se ha limitado a decir que en los puestos de confianza cuando se pierde la confianza se pierde el puesto (más o menos). Ahora que a mitad de mandato, sin sustitución efectiva y sin directrices de reorientación la cosa resulta especialmente sorprendente. Las insondables razones del poder, supongo.
Volviendo al principio, parece que esa postura siempre tan severa y personal ha servido para que nadie le considere "de los nuestros"; suficiente como para no moverse. Tampoco es que sea "de los otros" (salvo en mentes de entendimiento limitado y/o ego ilimitado), así que si alguien organiza algo quizá vaya... Y hasta hoy. Una fiesta a la altura del personaje tenía que convocarla alguien de peso.
Pasado el escozor inicial, la pérdida de la púrpura siempre es relajante y mejora la calidad de vida de quien la sufre. Además al menos hemos sido suficientemente decentes como para que se quede en una plaza (de nivel adecuado espero), así que podremos seguir contando con su erudición y agudeza crítica. Un punto de vista siempre institucional, siempre crítico, siempre constructivo.
Ya que no colectivo, vaya desde estas líneas mi reconocimiento personal.
La foto la he tomado de aquí, sitio que merece un vistazo.
Guillermo está en esta casa desde sus mismos comienzos, y ha participado en toda su implantación, muy especialmente de la biblioteca, que ha dirigido cerca de dos décadas.
Para quien no conozca nuestra universidad, la biblioteca es un edificio con aspecto de catedral que ocupa el centro físico del campus, y que es también el centro en muchos otros sentidos. Su funcionamiento ha sido excepcional, soportando la actividad académica de forma sólida y precisa. Si, si, ya se que "con ese presupuesto sólo faltaba", "pero a mi no me han tratado como merezco" y otras quejas habituales: ladran luego caminamos.
Supongo que la acumulación de esas quejas, junto con una postura personal inamovible habrán estado detrás del cese. Eso habría que preguntárselo al "cesador", que se ha limitado a decir que en los puestos de confianza cuando se pierde la confianza se pierde el puesto (más o menos). Ahora que a mitad de mandato, sin sustitución efectiva y sin directrices de reorientación la cosa resulta especialmente sorprendente. Las insondables razones del poder, supongo.
Volviendo al principio, parece que esa postura siempre tan severa y personal ha servido para que nadie le considere "de los nuestros"; suficiente como para no moverse. Tampoco es que sea "de los otros" (salvo en mentes de entendimiento limitado y/o ego ilimitado), así que si alguien organiza algo quizá vaya... Y hasta hoy. Una fiesta a la altura del personaje tenía que convocarla alguien de peso.
Pasado el escozor inicial, la pérdida de la púrpura siempre es relajante y mejora la calidad de vida de quien la sufre. Además al menos hemos sido suficientemente decentes como para que se quede en una plaza (de nivel adecuado espero), así que podremos seguir contando con su erudición y agudeza crítica. Un punto de vista siempre institucional, siempre crítico, siempre constructivo.
Ya que no colectivo, vaya desde estas líneas mi reconocimiento personal.
La foto la he tomado de aquí, sitio que merece un vistazo.
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