Hoy 11 de febrero se ha convocado #WomeninStem o #JuevesCientíficas , en el que se trata de que muchas personas escriban una biografía sobre su científica favorita.
Yo no tengo científica favorita, no me gustan los rankings, siempre se dejan fuera cosas interesantes, así que dedico mi homenaje a científicas desconocidas pero que son tan necesarias como las grandes estrellas.
Cuando realizaba mi tesis compartía laboratorio con dos compañeras que, por distintos motivos, no la pudieron concluir, pero sus contribuciones, tanto en resultados concretos como en actitudes y formas de hacer quedaron en el grupo y todos nos beneficiamos de ellas. De las cuatro tesis doctorales que he dirigido tres fueron a mujeres (de la última hablábamos justo en la entrada anterior). Trabajos interesantes, estudios sistemáticos que aportan su granito de arena en una montaña por cuya cima andarán otras personas.
Sin duda que la gente que realiza contribuciones extraordinarias es gente magnífica, pero la inversa no es cierta. Hay muchas personas también excelentes que no realizaron contribuciones tan llamativas. Eligieron un tema que no daba de sí, no estuvieron en el lugar adecuado en el momento preciso, tuvieron un golpe de mala suerte, hubieron de reducir su dedicación por algún motivo externo... Ya hay demasiadas ocasiones en las que todas esas piedras del camino se obvian y uno es juzgado exclusivamente por sus resultados; lo que es especialmente injusto para las personas, como la mayoría de las mujeres, que encuentran su camino especialmente mal pavimentado
Todas las científicas con las que he colaborado son mi científica favorita.
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