Llevar la ciencia a los bares es una gran idea. Si lo que queremos es que los ciudadanos tengan un acceso a la ciencia asequible, tendremos que ir a buscarlos donde se encuentren, donde estén en su terreno, cómodos y tranquilos. Y allí contarles historias interesantes en un lenguaje sencillo. La idea de llevar charlas de ciencia a bares no es nueva, se hace con una cierta regularidad en muchas ciudades. Lo que va un paso más allá es coordinar eventos de este tipo agrupándolos en un festival internacional capaz de generar una amplia repercusión. Eso es Pint of Science.
Pamplona no podía quedarse fuera de un festival de este tipo. Desde hace casi tres años, y con el impulso del Club de Amigos de la Ciencia de Navarra, se vienen celebrando reuniones mensuales de Ciencia en el Bar. La del mes de mayo de 2015 se convirtió en Pint of Science Pamplona.
El festival propone que durante tres días consecutivos, los mismos en todas las ciudades, científicos profesionales salgan a bares a contar su investigación. Un festival de este tipo tiene que estar por encima de posibles rencillas locales, así que desde la organización se cursó invitación más o menos formal a los principales centros del entorno que desarrollan investigación científica relevante, y el orden de participación se decidió por sorteo.
La respuesta superó con creces todas las expectativas. Los tres días disfrutamos de unas charlas estupendas y se llenaron los locales hasta que no se cabía más.
El lunes, en el bar IDpuntoCERO, el astrofísico del Planetario de Pamplona Fernando Jáuregui nos hizo pensar sobre el planeta que habitamos y sus vecinos próximos.
El martes, en el bar Bahia, tres profesores de la Universidad de Navarra
nos desvelaron algunos misterios de una pinta de cerveza, jugando a
darle la vuelta al título del festival. Ignacio Lópz-Goñi habló de los
microbios que transforman los productos originales en cerveza, José
Ramón Isasi de la química de la espuma, y Arturo Ariño de lo que le
cuesta al medio ambiente producir una pinta de cerveza.
El miércoles, en el Zentral, desde la Universidad Pública de Navarra, Humberto Bustince, José Antonio Sanz y Mikel Elkano nos hablaron sobre la gran cantidad de datos que genera el actual mundo interconectado y la forma de sacarle partido mediante inteligencia artificial. El que fueran miembros de un mismo grupo de investigación, pero de tres generaciones distintas permitió atisbar un poco la forma en que se hace la investigación, las tripas del proceso.
En total unas 320 personas asistieron a las charlas, la participación en los coloquios fue muy alta, y la sensación general muy buena. Los dueños de los bares quedaron sorprendidos, todos quieren repetir experiencias del mismo tipo. El evento fue bien recogido los medios locales, tanto en prensa como en radio.
Ahora nos queda volver a la más contenida rutina mensual y empezar a pensar en las pintas de ciencia que se servirán en 2016.
Esta entrada se publica simultáneamente en Hablando de Ciencia.
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