miércoles, 8 de abril de 2015

Burocracia con piel de plan estratégico

Me llega la documentación sobre el plan estratégico de mi Departamento... esto me suena ¿no? Nada menos que 7 años atrás ya escribí sobre lo inadecuado del plan estratégico del Departamento. Los argumentos de entonces, más esenciales, siguen siendo totalmente válidos: una comunidad no tiene más plan estratégico que su buena vida, y mientras la Universidad enfrente estas cuestiones más como "comunidad universitaria" que como "empresa educativa" o "servicio social", no se puede hacer nada en absoluto.

Pero es que pasados todos estos años de perseverar en el empeño ya tenemos una maquinaria burocrática espectacular. Se distribuye un documento de 13 páginas y un hoja excell con decenas de indicadores, ahora estamos en el proceso de consulta para ver si alguno de los miembros a evaluar con esa planilla tiene alguna objeción o sugerencia. Los evaluados somos unos 75 profesores a tiempo completo (figura ficticia creada a base de sumar horas de contratados a tiempo parcial, en total hay bastantes más de 100 personas físicas), y el resultado de que en esos indicadores lo salgamos mejor o peor es una diferencia presupuestaria que apenas da para comparar 4 ordenadores. Esta maquinaria supone un gran esfuerzo: redactar los documentos, revisarlos, pasarlos a comisiones, apertura de períodos de consultas con envío a todos los afectados, recopilación de datos, comunicación de los resultados preliminares y recepción discrepancias e incidencias, decisión final sobre el presupuesto (como decía entre 0 y 3500€), realización de modificación presupuestaria... Si se valorase el coste del proceso en tiempo de las personas implicadas en él, superaría en órdenes de magnitud lo que realmente les supone a los afectados.

Podría decirse que no es tanto una cuestión de incentivos como de rendición de cuentas. Si la gente sabe hacia dónde se quiere dirigir el Departamento, cuales son los indicadores realmente importantes, trabajará por ellos por el placer del deber cumplido, sin el mezquino atractivo de una financiación extra. Pudiera ser. ¿Cuál es pues el sofisticado contenido de ese plan? Pues en resumen, hacer lo que tienes que hacer: dar las clases (y no faltar), sacar las notas de los exámenes sin retrasarte demasiado, publicar artículos, dirigir tesis, conseguir proyectos de investigación...

Me ha gustado mucho la figura que me ha salido buscando "strategic plan" en google imágenes y que ilustra la entrada. Ejemplifica la frase que me decía mi tío "campesino, si quieres arar recto ata tu arado a una estrella", que es la definición más contundente que conozco de plan estratégico. En toda esta parafernalia burocrática falta lo fundamental, la estrella, ¿hacia dónde queremos ir? Sería peligrosísimo intentar contestar esa pregunta con honestidad...

Mientras escribía esto tenía en la cabeza el 6º pecado capital de la universidad según Juan Ignacio Pérez. (La lista completa está enlazada aquí)

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