Hace unos días comentaba sobre las machas de luz que se cuelan por los setos o las copas de los árboles. Me quedé con la idea de que había dejado algo dicho demasiado de pasada, poco explicado. Decía "el agujero hace el mismo papel que el objetivo de una cámara fotográfica, y por tanto en la pantalla vemos imágenes de la fuente de luz, del sol".
Hace un par de semanas fotografiaba el suelo de un paseo de Tafalla, cubierto por plátanos, cerca del mediodía. Como se ve, el suelo estaba lleno de esos disquitos que insisto en que son imágenes el sol, pero ¿podemos aclarar esa idea? Para eso he incluido la figura que está sobre la foto. En la figura un objeto, una flecha, es iluminado por una fuente de luz, lo que se representa con las flechas amarillas. La superficie del objeto rebota la luz que le llega, cada punto de su superficie emite rayos en todas direcciones. En la figura eso está representado (sólo desde dos puntos) por los haces de flechas negras y grises. En esa situación no se forman imágenes, o visto de otro modo, se proyectan infinitas imágenes del objeto superpuestas. En cambio si ponemos un agujero (el iris del ojo, el objetivo de una cámara, un hueco entre las hojas de los plátanos) seleccionamos únicamente los rayos que pasan a su través. En el dibujo este agujero está representado por la interrupción en la línea negra gruesa. Los rayos que han pasado conforman una imagen, invertida por cierto, del objeto que emite la luz. El agujero ha servido para seleccionar una sola de las infinitas imágenes que estaba difundiendo el objeto y dejarla pasar hacia el punto de observación, la pantalla, el suelo del paseo en la foto.
Hace un par de semanas fotografiaba el suelo de un paseo de Tafalla, cubierto por plátanos, cerca del mediodía. Como se ve, el suelo estaba lleno de esos disquitos que insisto en que son imágenes el sol, pero ¿podemos aclarar esa idea? Para eso he incluido la figura que está sobre la foto. En la figura un objeto, una flecha, es iluminado por una fuente de luz, lo que se representa con las flechas amarillas. La superficie del objeto rebota la luz que le llega, cada punto de su superficie emite rayos en todas direcciones. En la figura eso está representado (sólo desde dos puntos) por los haces de flechas negras y grises. En esa situación no se forman imágenes, o visto de otro modo, se proyectan infinitas imágenes del objeto superpuestas. En cambio si ponemos un agujero (el iris del ojo, el objetivo de una cámara, un hueco entre las hojas de los plátanos) seleccionamos únicamente los rayos que pasan a su través. En el dibujo este agujero está representado por la interrupción en la línea negra gruesa. Los rayos que han pasado conforman una imagen, invertida por cierto, del objeto que emite la luz. El agujero ha servido para seleccionar una sola de las infinitas imágenes que estaba difundiendo el objeto y dejarla pasar hacia el punto de observación, la pantalla, el suelo del paseo en la foto.
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