Desde que cerró Google Reader, anticipando el cambio de suscripción a blogs por las redes sociales como sistema de información, anuncio las entradas de éste con la coletilla "en el blog".
En el blog han pasado 4 semanas sin publicación, se ha cerrado el año con menos entradas desde que existe, hemos cumplido el noveno año de existencia y he faltado a la tradicional publicación de metablogueo de fin de año.
No tengo ganas de comentar todas esas cosas, pero me siento en la obligación. Y como no lo hago tampoco continúo con publicaciones típicas a la espera de colocar esta, así que vamos a por ella y ya está. Total, con anunciarla poco y publicar pronto otras cosas resultará poco visible.
La falta de tiempo nunca me ha impedido escribir aunque fueran notitas breves, al revés, me servía de como un momento de relajo y cuando estás con muchos líos no te faltan ideas. Lo que hace que no escribas es la falta de motivación, situación a la que me han conducido problemas familiares. Encauzada la situación (que no resuelta, ya que hay cosas que no tienen solución) hay que acotar el esfuerzo anímico que supone y continuar con actividades apetecibles como el blogueo, que a eso a lo que habíamos venido aquí.
El contador de visitas de Blogger se ha vuelto loco hace tiempo y no da nada fiable. Analytics parece funcionar mejor. El resumen de lo que veo allí, unas 800 visitas mensuales menos octubre que tuvo la entrada más exitosa del blog en mucho tiempo (la de las grasas). En general un 5% menos que al año 2015, seguramente debido a publicar menos entradas. Tras nueve años y manteniendo la gran diversidad en cuanto a temas publicados la situación está estabilizada. Demasiados son, sois, para unas notas deslabazadas (y llenas de erratas) que, sobre todo, me dejo a mi mismo (manteniendo el espíritu fundacional, y si no véase la primera entrada).
Y dicho esto, a ver si recuperamos el tono y pasamos a cosas más interesantes.
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