El viernes pasado tuvimos nueva edición de ciencia en el bar, esta vez sin invitado especial. Desde que tenemos un blog específico del evento invento, es allí donde quedan todos los detalles (en concreto aquí) y aquí me limito a redirigir.
Se titulaba de patas y multiversos, y se componía de dos minicharlas. Una mía sobre la coción de una patata y todos los procesos físicos que hay desde que se enciende el fuego hasta que la patata está cocida. La segunda de Javier Armentia sobre la noticia de los modos B en la polarización de la radiación de fondo, recientemente medidos y que, de confirmarse, suponendrá un gran avance en cosmología.
Últimamente me ha dado por pensar que en estos eventos de divulgación científica, cuando se le cuenta cosas muy extraordinarias a gente que no puede entender los detalles, aunque se maraville con el relato lo recibirá de forma parecida a historias míticas tradicionales. ¿Que diferencia hay entre un "modo B de la polarización de la radiación de fondo" y "la lucha entre Zeus y los Titanes"? ¿En que se diferencia nuestro extraordinario relato de otros, incluso más bonitos? La respuesta puede parecer obvia, nuestro relato es científico... pero eso no es tan obvio, porque no es nada fácil definir que es eso de "científico". No es cosa de entrar en profundas disquisiciones ahora, pero una de las cosas que proporciona la ciencia es una visión unificada de todo. La ciencia son un puñado de leyes que se aplican a todas las cosas, tanto a la cocción de patatas como a la expansión de los universos. Seguramente ese era el mensaje más profundo y duradero del festejo del viernes.
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