lunes, 14 de enero de 2013

El "espíritu emprendedor" y el modelo educativo

Hace años oí la frase "tu no tienes futuro, solo tienes porvenir". Hasta ese momento siempre había pensado que eran términos sinónimos. Quizá técnicamente lo sean, pero lo que se quería decir es que la persona a quien iba dirigida la frase era muy pasiva, dócil, conformista. Era una persona que no tomaba las riendas de su vida con energía y que, por tanto, no dirigía el tiempo futuro, sino que simplemente lo veía venir. Para referirse a las personas que si tienen futuro hoy se ha puesto de moda el término "espíritu emprendedor". Sin duda el concepto, la capacidad de actuar crítica y enérgicamente sobre el propio destino es algo magnífico. Otra cosa es el carácter de moda, cuyo seguimiento exige en muchos casos falta de sentido crítico... justo ausencia de espíritu emprendedor.

La moda del espíritu emprendedor alcanza también al sistema educativo, y lo malo es que lo alcanza como moda, no como una tendencia sólida, comprendida y compartida. Desarrollar la crítica y la propia iniciativa (elementos clave de ese espíritu) requiere de forma inexcusable la acción. Hay que planear, hacer y evaluar. No hay iniciativa sin acción. Y no hay acción sin error, también es necesario equivocarse. Sin embargo el sistema educativo que disfrutamos, especialmente en secundaria y universidad, es fundamentalmente pasivo e intolerante con el error. Horas y horas escuchando, horas y horas estudiando con el examen como única acción que se espera del estudiante. Y se espera que no haya equivocaciones. Los errores se marcan en rojo y se hace escarnio de ellos a menudo.

El espíritu emprendedor en el sistema educativo se fomentaría animando a los estudiantes a hacer cosas, a que imaginen y lleven a cabo. Se fomenta con una actitud positiva ante el error, considerándolo como una oportunidad de aprender y contemplándolo en contexto, junto con todas las cosas buenas que seguro que lo acompañan. Uno de los muchos ejemplos que podemos encontrar es hablar en público. Una persona "con espíritu emprendedor", con iniciativa y seguridad en si misma, no teme exponer sus ideas ante sus compañeros. Sin embargo los estudiantes que llegan hoy a últimos años de carrera en general temen horriblemente hablar en público. No han recibido enseñanza formal para hacerlo, pero tampoco han tenido apenas ocasiones. Sólo han recibido como estímulo para hablar en público la frase "¿alguna duda?" tras una hora de discurso del profesor. Y si tenías una duda y no era una duda inteligente y expresada con concisión y oportunidad (a ojos del profesor) es probable que en vez de una respuesta generase una burla.

Sería necesario un cambio bastante profundo del sistema... mejor dicho, del modelo educativo, a todos los niveles, para conseguir un auténtico fomento del espíritu emprendedor. La verdad es que no creo que disposiciones normativas como la de la figura (a la que llegué por un tuit de Antonio Cabanillas), vayan a conseguirlo. Los "espíritus" no se crean por real decreto.

9 comentarios:

Julenuri dijo...

Sin duda, hace falta un cambio en el sistema en cuanto a la capacidad creativa y es uno de los grandes inconvenientes que tiene nuestra sociedad en general.

Pero, también, veo un problema de que se ha subvencionado la holgazanería (tanto por parte de la educación, como por parte de los políticos y las familias) y que ya no prima la actitud de superación, ni el mero hecho de "si quieres hacer algo, gánatelo trabajando".

No es que se haya vivido por encima de nuestras posibilidades solamente, sino que encima, esa actitud ha llevado a trabajar por debajo de las posibilidades a muchos sectores de la población. Sin esfuerzo, no se puede llevar a cabo ningún proyecto imaginativo que quieras (añadiendo que ahora no te concede un crédito ni el banco de Suiza). "¿Para qué esforzarse en idear si me puedo poner a tocar la zambomba en una obra (porque hay empleo) yendo en mi Audi todos los días?" pensaban los hijos de los falsos nuevos ricos. Y, ahora, ¿qué? Pues nada, como el gobierno, a verlas venir... Ya llegarán tiempos mejores.

Y, sin embargo, ¿se nos ha pedido que trabajemos? ¿Ese ha sido el discurso político, educativo o empresarial? No... Se nos ha vendido la moto de que este es el país de las oportunidades, que con un crédito estabas capacitado para todo.

Y las personas, no se pueden quedar fuera del sistema, ¿cómo no? Ahora bien, ¿qué ha ocurrido con todos aquellos que pasaron de "mal-acabar" la ESO a ser peón u obrero de manera fácil y rápida? ¿Ahora que no se vende un piso, el sistema los tiene dentro o se los comerá ofreciéndoles paro? ¿Innovarán? Creo que no. Y, desgraciadamente, es lo que ha ocurrido y lo que ocurrirá, pues lo vemos hoy en día en nuestros periódicos.

El alumno que llega a la ESO y no quiere estar en la ESO es básicamente, por no enfrentarse al reto de superar al Sistema Educativo. Porque esta actitud genera rechazo por parte de sus compañeros ("mira, el que siempre levanta la mano, empollón de las narices"), porque esta actitud no está siendo premiada, porque vivimos en una era en la que nos han vendido que el sistema (LOGSE, LOE, LOMCE... Etc.) y el profesorado (que dirige la clase alimentando la memoria pasiva y no la necesidad de saber, en muchos casos [culpa de incumplir principios educativos]) nos llevará en volandas a casita con un un título que nos asegure tener un cuadro más en la habitación.

Joaquín Sevilla dijo...

Hola Julen,

Dices muchas cosas, ciertas en su mayoría, pero un poco mezcladas. A mi me interesa ir separando los temas y aquí me centraba en el asunto del espíritu emprendedor y lo que podemos hacer por él los profesores y, en general, no hacemos.

El asunto de la "cultura del esfuerzo" es otro tema, muy interesante y complejo, y en el que la responsabilidad de los profesionales de la educación es, en mi opinión, menor. La pérdida de la cultura del esfuerzo ha sido un movimiento social, incluso político, y la escuela ha ido a rastras. Por otro lado, burbuja inmobiliaria aparte (que lo ha acelerado y profundizado), esa pérdida de la cultura del esfuerzo va muy ligada al propio desarrollo como país, al aumento del nivel de vida... Me alargo demasiado, escribiré sobre esto pronto.

Un saludo

Anónimo dijo...

Es cierto que hace falta un profundo cambio en el sistema educativo (en este y otros aspectos), pero no sólo en él. La actitud de las familias y de la sociedad, en general, es importante. El excesivo proteccionismo que se practica hacia los niños y jóvenes no parece la mejor vía para promover su autonomía y capacidad de iniciativa.

Joaquín Sevilla dijo...

Es verdad, pero los cambios en entornos profesionales son (en principio al menos) más fáciles de provocar que los cambios sociales. Centrar el aprendizaje en la acción, fomentar la participación y el hablar en público y considerar el error como parte del proceso de aprendizaje me parecen objetivos alcanzables para muchos profesores. Conseguir que los padres, padres tardíos y de pocos hijos, no los sobreprotejan me parece poco menos que imposible.

Anónimo dijo...

Al hilo de su última entrada y, en general, de su preocupación por la pedagogía/práctica educativa y por las TIC en los entornos educativos, me gustaría saber si conoce el "currículum bimodal". Corriente pedagógica (¿teoría?, ¿práctica?, ¿ambas?) de la que vengo oyendo hablar últimamente.
Un saludo

Anónimo dijo...

Cierto, defendamos el ánimo emprendedor. Por ejemplo, con quién la emprendemos primero...

Anónimo dijo...

Curiosa la imagen del niño haciendo pesas para conseguir una "capacidad emprendedora". En una presentación de TED (muy recomendable)

un tal Ken Robinson sostiene que la creatividad (uno de los motores del emprendimiento) es innata en los niños y el problema es que el sistema educativo contiene y acaba extinguiendo ese potencial.

De todas formas, me da la sensación de que es una moda pasajera. Parece que la orientación que se quiere dar al sistema educativo, en aras de la eficiencia, la competitividad y la excelencia, es por una parte crear un sistema para dar una instrucción suficiente para las necesidades del mercado laboral y por otro un sistema de educación para las élites del país, aunque esto podría suplirse con centros extranjeros. Con este planteamiento el "espiritu emprendedor" no tiene una cabida real.

Sin enrollarme más, sí he notado un cambio a mejor en la gente más joven, son más participativos, eso sí, no les pidas que se busquen la vida solos.

Anónimo dijo...

perdón, el link de TED

http://www.ted.com/talks/ken_robinson_says_schools_kill_creativity.html

Joaquín Sevilla dijo...

@Anonimo 1 (sobre el C. bimodal). No se mucho sobre el asunto. Coincido en que no hay que ignorar que existe internet y que está aquí para quedarse. Pero reestructurar toda la enseñanza basándose en eso es un poco maximalista.

@Anónimo 2. Buena idea!! Yo tengo un buen candidato para encabezar la lista de aqullos contra los que hay que emprenderla (una pista: su apellido aparece en el teclado del ordenador)

@Anónimo 3. Conozco el vídeo de K. Robinson, a estas alturas es ya un clásico. En la idea que expone de que la escuela mata la creatividad no se que parte es la escuela y cual la propia maduración de los niños. En todo caso sin duda que se puede conseguir una educación más respetuosa con estilos de aprendizaje y formas de ser (ejemplificado con lo de la niña bailarina en el vídeo). Pero eso desde el principio, lo que no vale es homogeneizar a lo largo de muchos años y pretender que surjan capacidades individuales y energía para desarrollarlas al final, en un cursito sobre "emprendedurismo" en último año de carrera.

Como dices, probablemente las reformas que se proponen en estos tiempos no van por ese camino...