lunes, 30 de diciembre de 2024

Juegos de luz en la catedral de Palma

La nave central de la catedral de Palma tiene dos rosetones con vidrieras de colores en sus fachadas opuestas. Una de ellas está orientada hacia el suroeste, de forma que el sol pasa por detrás cada mañana y proyecta en el interior de la catedral una mancha circular de luz de colores. Los días en que el sol sale más hacia el este que la orientación de la catedral la luz del rosetón pasará en algún momento por el eje de la catedral, y en dos días concretos se proyecta sobre la pared contraria, tangente al otro rosetón. Los dos, el de luz y el de verdad, forma un 8.

Esto ocurre el 11 de noviembre y el 2 de febrero, aunque dos o tres días antes y después andará cerca. En medio de esos días el rosetón de luz se proyecta parcialmente sobre el otro, llegando a coincidir con él justo el día del solsticio, el 21 de diciembre. Ese día la luz del sol entra en la catedral por un rosetón y sale por el otro. Si hubiera un lugar alineado con los dos rosetones, desde allí se vería esa luz que ha atravesado la nave de la catedral. Ese lugar existe, es la terraza de un museo, y desde allí se observa esa curiosidad todos los años:

Usar una catedral como una especie de astrolabio gigantesco es una genialidad que se les ocurrió a los algunos socios de la Sociedad Matemática Balear y desde entonces organizan una observación del fenómeno en la terraza del Museo Es Baluard de arte contemporáneo.

Es especialmente bonito ver la analema que incluye al rosetón como un punto. Se trata de la colección de fotografías de la posición del sol a la misma hora desde un mismo sitio. Fotos desde la terraza del museo a las 7:20 GMT

El vídeo de cómo se realizó la imagen está aquí: https://www.youtube.com/watch?v=rIt0TmK9wKs, y en su descripción leemos:

Durant un any, entre el solstici d'estiu de 2017 i el de 2018, Josep Lluís Pol i Llompart i Daniel Ruiz Aguilera realitzaren una fotografia quasi cada setmana, sempre a la mateixa hora, des de la murada del Baluard de Sant Pere cap a la Seu de Mallorca i l'església de Sta Creu.

La historia se entiende mejor al ver sobre la foto de la analema el camino que hace el Sol cada día (aproximadamente y escogidos varios al azar, como lineas negras):

Todos los días el Sol se alinea en algún momento con el eje de la catedral, pero estando muy alto, por lo que la luz del rosetón estará sobre todo en el suelo y las paredes laterales. Solo cerca del solsticio cruza tan bajo como para iluminar la pared opuesta, y solo en el solsticio (o muy cerca) se produce el alineamiento de rosetones.

Cabe preguntarse si los constructores de la catedral tenían en la cabeza algo de todo esto cuando la construyeron. La respuesta es que no, de hecho el rosetón de la pared norte se abrió hace relativamente poco, muchísimo más tarde de la construcción del edificio, por lo que seguro que no se construyó pensando en alineamientos entre los rosetones. Otra cosa es la orientación más o menos hacia el este, hacia la salida del Sol, que eso sí es habitual en las iglesias. Esta se construyó sobre una mezquita, por lo que tampoco es que la orientación sea realmente al este, sino bastante sureste.

La catedral está llena de curiosidades interesantes, algunas matemáticas, otras artísticas, como la intervenciones de Antoni Gaudí y, más recientemente, de Miquel Barceló. Algunas están contadas en este artículo del Majorca daily buletin (que ya es sorprendente que exista tal medio).

Fue un placer acompañar la observación del evento en el solsticio de 2024 con la charla Forma y Sombras y fue maravilloso visitar Palma, la Catedral y mucho más, con guías como Dani, Biel y Álvaro. Un fin de semana inolvidable




viernes, 20 de diciembre de 2024

Celebrando el solsticio

 Me invitan a un evento chulísimo. La Sociedad Matemática Balear organiza una observación del despliegue de color que genera la salida del Sol solsticial en los rosetones de la catedral de Palma, y la completa con una charla divulgativa para la que me han invitado (les gustó la de Naukas Palma y haré una versión extendida). Las diapositivas AQUI





lunes, 16 de diciembre de 2024

Recuerdos

Hay objetos que vinculamos emocionalmente a un suceso o una persona y se convierten en “recuerdos”. Debe ser un fenómeno psicológico muy habitual, tanto que el márquetin lo explota creando objetos destinados a ser ese objeto que recuerde un viaje (“souvenir”) y lo venden ya con el rótulo “recuerdo de Segovia”, para que no se te olvide que es un recuerdo (por sorprendente que parezca).

Me interesan los objetos que no fueron diseñados para ser recuerdos sino que se convirtieron en ello por asociación: la entrada del concierto en que lo pasaste tan bien, el primer diente que se le cayó a tu hijo, esas cosas. Hay personas que generamos mucho apego a los objetos y otras que mucho menos. Aunque insisto en ser poco fetichista, cualquier papelito, piedrita o lo que sea, se me convierte en un recuerdo por menos de nada.

Afortunadamente el poder evocador de esos recuerdos decae con el tiempo. No sabría si de forma exponencial, como la radiactividad, o de otra forma, pero es seguro que el olvido va luchando contra el recuerdo y siempre gana.

La desactivación emocional de los objetos ayuda a hacer limpieza de vez en cuando y a tirar muchas de esas cosas. Mejor así, porque si no la tarea que le dejas a tus herederos es chunga, esas cosas ya no serán recuerdo de lo que te sucedió a ti sino recuerdo de ti para ellos. Tu desaparición les da un subidón emocional resignificado. Y no merece la pena. Mantener un recuerdo cariñoso de personas y sucesos no requiere vivir rodeado de porquerías.

De todos los teléfonos móviles que han pasado por esta casa en los inicios de esa tecnología ya he olvidad la mayoría. No sé quien lo usó ni cuándo. El que único que tuvo mi madre sí, y algún otro. Creo que se van a salvar 4 de los 19 que llevan lustros en una caja. Tampoco hay porqué tirarlos todos, aún conservan pare de su radiactividad emocional.

sábado, 7 de diciembre de 2024

Despistado digital III: el renacer

 

Escribía en septiembre de 2023 sobre lo desagradable de tuiter (X en realidad) y la dificultad para encontrar sustitutos de su funcionalidad. En octubre sobre la idea de que no salía de allí por adicción. El giro de guion de los últimos días supone un nuevo capítulo en esa historia. Con la victoria de Trump en las elecciones estadounidenses, conseguida en gran medida por el apoyo brutal del dueño de X, ha comenzado una desbandada de personas e instituciones de aquella red, y han ido a recalar en Bluesky. Cada cual con su argumentario, unos manteniendo la cuenta de X, otros cerrándola, el caso es que Bluesky ha subido millones de usuarios en pocos días (y lo ha soportado técnicamente bien).

Aunque llevaba más de un año en Bluesky y Mastodon y ninguno se acercaba a la experiencia de tuiter, decidí cerrar la cuenta de X el 13 de noviembre. Por casualidad, ese mismo día The Guardian también decidió abandonar X, y eso fue el disparador que llevó a un éxodo muy considerable. Millones de cuentas llegaban a Bluesky y cientos a mi TL. En unos días había rehecho muchas relaciones y listas de las que tenía en tuiter. De una forma inesperada y aparentemente mágica, se había reconstituido el entorno de tuiter de hace más de 10 años.

Por supuesto que esto es un estado transitorio (¿qué no lo es?) y evolucionará. Seguramente irá a peor como la segunda ley de la termodinámica (no literalmente) indica. Sin embargo hay esperanza, por un lado las personas llegamos aprendidas, “dont feed the troll” es algo ubicuo. Es más, no ya alimentarlo, ni siquiera verlo gracias a los bloqueos masivos desde listas creadas al efecto evita encuentros indeseables. Tanto los usuarios como la tecnología no son lo mismo, así que quizá nos de un tiempito de tranquilidad.

Internet no es el unicornio rosa que soñamos, la (des)evolución de los buscadores, la “enshitication” de la red con la ayuda de la IA o la conciencia del coste medioambiental de las granjas de servidores están ahí, pero tampoco es el demonio con cuernos. Disfrutemos lo bueno mientras dure.

martes, 3 de diciembre de 2024

Privatización educativa, contra la igualdad de oportunidades

 Últimamente ando metido en política más formalmente que antes. En realidad toda la actividad pública de una persona es política en ciento sentido, pero cumplidos los 60 me he incorporado de una forma más expresa. Como parte de ese activismo escribí un artículo junto con Pedro González de Molina (el escribió casi todo, la verdad) que nos publicaron en Público. Está abierto y se puede acceder en ESTE enlace.


Dejo directamente a continuación los tres párrafos sobre universidad:

A esto tenemos que añadir que en el último cuarto de siglo no se ha creado ninguna universidad pública mientras que la cantidad de privadas, de dudosa calidad, no para de crecer. En los 25 años posteriores a la muerte de Franco, se hizo un esfuerzo por la democratización del conocimiento que se materializó en la creación de campus universitarios en muchas ciudades, alcanzando a todas las Comunidades Autónomas. Parece que ese impulso se agotó, lo que era posible y deseable en los años 80 o 90 se ha vuelto una quimera en los 2020´s. Si las universidades privadas proliferan es, entre otras cosas, porque las públicas dejan un hueco importante de necesidades por cubrir. Ese hueco no se mide necesariamente en número de universidades, pero sí en el de titulaciones, cantidad y precarización del personal académico, envejecimiento de las infraestructuras y otros muchos indicadores.

Cuando se analizan los servicios públicos, como en este caso el universitario, puede parecer que estás viendo una serie en alguna plataforma televisiva. La temporada 1975-2000, con sus diferentes episodios (i.e. los distintos gobiernos) tenía un arco narrativo claro, la extensión y democratización del servicio, la involucración del sector público y un compromiso inversor apreciable. En unos episodios se avanzaba más en la línea del arco de la temporada y en otros menos, pero la dirección es reconocible. Con el cambio de siglo cambiamos de temporada, y el arco de la nueva es muy distinto basado en la sensación de que ya hay un servicio universitario suficiente y que lo que pueda faltar ya no es responsabilidad común. Así, episodio a episodio, gobierno tras gobierno, la financiación de las universidades públicas se va estrangulando. En unos episodios más deprisa y en otros más despacio, pero con una dirección tristemente clara.

Los últimos ejemplos los tenemos en la combinación de estrangulación financiera por parte de la Comunidad de Madrid, y sus dos discípulas en cuanto a políticas regresivas, la Junta de Andalucía y Extremadura, a la par que se impulsan más universidades privadas. Este movimiento está ocurriendo en más países, como en el Reino Unido.