jueves, 7 de marzo de 2024

Sin techo

 

Desde hace un par de semanas tenemos una persona viviendo en su coche en uno de los aparcamientos de la universidad. Lo descubrí casualmente al aparcar a su lado. Y es que los primeros días era muy esquivo, no estaba casi nunca cerca del coche, que tampoco tenía un aspecto desastrado. Esta mañana le he visto terminando de limpiar el coche, brillante, repasándolo con un paño mientras fumaba un cigarrillo.
 
A partir de dos detalles, que además son impresiones subjetivas, toda historia que se cree no deja de ser pura ficción, pero el caso es que me la imagino. Imagino la inquietud de la persona en su primer día en la nueva ubicación, probablemente el primero de calle (o de coche si queremos). Un coche mucho mejor, nuevo y cuidado de lo que corresponde al estereotipo "sin techo", claro. El aparcamiento de un sitio grande por el que pasa mucha gente y en el que es fácil pasar desapercibido ¡y hacer uso de cuartos de baño! Pero es un sitio vigilado, donde quizá sea localizado y animado (con más o menos energía) a abandonar el emplazamiento.
 
Cuesta pocas repeticiones crear rutinas, y las rutinas dan seguridad. La ausencia de incidentes, o contactos no desagradables con las "autoridades" (mee extrañaría que desde atención social o desde seguridad o desde ambos, no le hayan contactado ya) dan seguridad también. Perdido el miedo inicial ya se puede vivir con un poco más de naturalidad y gastar parte del (seguramente demasiado) tiempo libre en dejar brillante ese coche que es el hogar.
 
Todos estamos a dos sueldos de vivir en la calle. Quizá 8 o 10, vale, pero no mucho más. Especialmente si no tienes una red familiar que de cobertura a momentos de desempleo, ruptura de pareja, transitorio descoloque psíquico o lo que sea. Me gustaría pensar que esa persona del aparcamiento es un actor de una intervención artístico educativa organizada para los alumnos del centro (no lo es).
 
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Imagen tomada de un periódico que da como crédito Dall-E2 

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