Extwitter me repugna cada vez más. Por un lado que me retransmiten todas las miserias de las que yo intento huir. Es imposible no enfadarse si te ponen todas las tonterías de voxeros, los toreros, De Santis y demás. Por otro, la sensación de estar aceptando y colaborando con la reconversión de ese espacio que está haciendo su extravagante dueño. Estamos sufriendo un montón de modificaciones incomprensibles y destructivas del espíritu que disfrutábamos allí. Y toda esta decadencia se sostiene por el contenido de los usuarios. Aunque sea mínimo, cada contenido que pongo o muevo por allí genera algo de valor que apuntala eso que me repugna. No lo puedo soportar… pero tampoco me animo a irme como sí hizo @JavierArmentia bien al principio.
Si deontológicamente quiero irme, no lo hago por utilitarismo. A lo largo de la última década se fue convirtiendo en mi medio de comunicación. Además un sistema muy especializado y sofisticado. Tengo listas específicas de temas que me interesan, personal y profesionalmente. Listas posibles por que cientos de agentes relevantes tienen cuentas allí. Así puedo estar al día, por ejemplo, de lo que ocurre en oncología radioterápica. Hay médicos, clínicas, empresas y asociaciones que tienen cuentas de twitter y publican información de actualidad. No hay forma (fácil) de seguir ese nivel de actualización sin ser miembro activo de esa comunidad. Y ese nivel de información es muy útil para mis clases sobre esos temas.
Con la intención de mantener estas vías de información he intentado revivir Feedly, ese agregador de feeds en que convertí Google Reader cuando lo cerraron. Pero los feeds que seguía eran blogs fundamentalmente y, oh sorpresa, los blogs han desaparecido. Las personas que tenían blogs los reconvirtieron a “microblogs” y más recientemente a “newsletters”. Bueno, o los dejaron sin más, pero aquellos tiempos de la blogosfera están más que periclitados. Es curioso que, a pesar de tener 200 suscripciones en el Feedly, a diario me llegan cosas de 3 sitios: Microsiervos, The Conversation y SYNC, un agregador de agregadores.
En lo que es puramente social, el patio del recreo, si hay alternativas. Tanto Mastodon como Bluesky van haciendo poco a poco el papel. La verdad es que en Mastodon me cuesta construir una red que me interese, está lleno de frikis de otro barrio distinto del mío, programadores, linuxeros, gamers y esas cosas que, la verdad, no me interesan. La cosa cambia con Bluesky, ahí se ha reconstruido un entorno idéntico al twitter antiguo, al de hace más de 10 años, y resulta igual de satisfactorio, al menos en lo que se refiere a información generalista y relación con personas de intereses análogos.
Una tercera cosa para la que sirvió twitter en un momento dado fue para la autopromoción, y más que personal, de actividades realizadas. Cuando hacíamos “Ciencia en el Bar”, solo publicitándolo en Twitter recibíamos público suficiente. Eran tiempo en que había comunidades locales de personas tuiteras, pero eso acabó hace tiempo. Es un dato que, con casi 10.000 “seguidores”, si aviso de algo en el blog no suele llegar a las 20 lecturas. Así que esa vía de publicidad de programador cultural wannabe ha ido desapareciendo también, o al menos a mi.
En fin, seguiremos dando palos de ciego en este mundo digital tan potente como, en ocasiones, frustrante. Si alguien tiene alguna idea que avise, toda pista será más que bienvenida.
Una visión personal de la Universidad en general y la UPNA en particular; la ciencia, la docencia y otras hierbas.
domingo, 10 de septiembre de 2023
Despistado digital
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4 comentarios:
Me tranquiliza saber que gente mucho más activa anda también como dices despistada. Mal consuelo, en todo caso. Lo que comentas de Mastodon me lo aplico totalmente. Llevo ahí ya un tiempo y apenas tengo una docena de cuentas que no me resulten por así decirlo extrañas.
Tengo más confianza en Bluesky, que recuerda al TW de 2010 pero en —más— senior. xD
Veremos
Me parece que todos los "senior" como dices, andamos igual de despistados. Me he animado a escribir esto, más por ordenar las ideas tras el despiste que otra cosa, y visto que quedaba razonable me he animado a publicarlo. Me alegra que sirva aunque sea de mal consuelo ;-)
Bueno, Joaquín, yo he leído esta entrada revisando mi Feedly ;-)
Costumbres viejunas, seguramente.
Jajaja, sí, aún quedamos viejunos con costumbres antiquísimas de hace... ¿10 años?
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