miércoles, 23 de marzo de 2022

La primavera de la gasolina carísima

De camino a la UPNA voy por el paseo al lado del Arga. Hace semanas que los los sauces llorones empezaron a echar hojas, pero es estos días, recién estrenada la primavera (astronómica) cuando empiezan a poblarse los chopos (álamos negros, de ribera).Las plantas "saben" cuando toca florecer o hibernar en parte por la cantidad de luz disponible y en parte por la temperatura. Y esa temperatura está cambiando muy deprisa en las últimas décadas.

Henry David Thoreau, ese intelectual polifacético estadounidense del siglo XIX se mudó a vivir aislado dos años en una cabaña en el campo y registró sus experiencias (en el famoso libro Walden, que por cierto da nombre  a una librería de Pamplona).  Las fechas que da de floración de especies en sus diarios son muy tempranas en comparación con las actuales. Pero el clima es muy variable, y es necesario mirar lejos para ver tendencias reales. Para eso la imagen más espectacular es una gráfica de la fecha de floración de los cerezos, árbol sagrado japonés, que llevan registrando allí desde hace 800 años. La aceleración en la floración en los últimos 30 años no tiene igual, ni de lejos, en esos 800 años.
 

 (He tomado la gráfica de este artículo de El Ágora)

Y ese calentamiento global, indudable y acelerado, se debe a que la acción humana está devolviendo a la atmósfera CO2 (entre otras cosas) que fue secuestrado de allí hace millones de años, en el carbonífero, y enterrado en forma de carbón, gas y petróleo.

Por eso, ese drama cotidiano que vivimos hoy día de precios desorbitados de la gasolina y la electricidad es, sin embargo, una puerta a una esperanza de que exista un futuro viable a medio plazo, aunque tengamos que apretarnos un poco el cinturón esta semana santa.
 
 
Texto preparado para la colaboración de hoy en Cope Navarra.

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