domingo, 7 de abril de 2013

¿Por qué en docencia no subimos a hombros de gigantes?


Walter Lewin ya ha grabado en vídeo las mejores clases imaginables de física general, lo que viene a sumarse a la existencia ya tradicional de magníficos libros sobre la materia. Puestas así las cosas ¿es sensato marchar hacia el aula con las manos en los bolsillos a interpretar una lección a tiza pelada? En mi opinión no lo es.

Podemos analizar una asignatura como un proceso de comunicación (1). El profesor transmite hacia los estudiantes, fundamentalmente, tres cosas información disciplinar (contenidos), instrucciones (ejercicios, etc.) y punteros (indicaciones sobre dónde hay más información). También ha de “transmitir” pasión, ilusión, interés, etc. Ha de transmitir emociones, pero estas no son contenido, sino parte del formato con el que el contenido se transmite, el formato de la comunicación. El estudiante transmite hacia el profesor (muchas veces con lenguaje no verbal): dudas, indicaciones sobre la explicación (más deprisa, más despacio) y ejercicios resueltos (problemas, trabajos y exámenes). Esa comunicación se produce en un entorno, a través de canales diversos, y se completa con comunicación entre pares (salvo en los exámenes, deseablemente), sin duda el modelo puede dar mucho de sí, pero de momento vamos a quedarnos con una versión simplificada centrada en la comunicación bidireccional profesor estudiantes. ¿Qué vías y modalidades de comunicación son las más efectivas? ¿Voz o texto, síncrona o asíncrona?

Sin ser un experto, hay cosas que se ven claramente fuera del entorno académico que pueden dar pistas. El texto se impone a la voz en muchas ocasiones (SMS, WhatsApp), y no solo por cuestión de precio, supongo que la “asincronía light” de la mensajería tiene sus virtudes para determinados mensajes. Seguramente hay que esperar a que los expertos en comunicación y educación vayan estudiando estos temas con la profundidad que merecen, pero mientras hay que seguir dando clase de alguna manera. Lancémonos a la opinión visionaria (un “educated guess” que dirían los ingleses)

Contenidos y formatos avanzan juntos permitiendo soluciones muy interesantes. Hay que aprovechar los contenidos excelentes que cada vez están más disponibles y en múltiples formatos (especialmente texto, vídeo y simuladores). La labor del profesor pasa de ser el trompetista de la orquesta de las fiestas del pueblo (malinterpretando los grandes éxitos de la temporada) a pinchadiscos de los mejores discos disponibles. Lo fundamental es elegir los mejores contenidos (seleccionar objetos de aprendizaje) e hilvanarlos en la secuencia adecuada. La secuencia de objetos de aprendizaje se sustancia en algún tipo de repositorio; cerrado como los LMS (Moodle y similares), abierto como un blog, u otras posibilidades que hay. A mi los blogs me encantan para esa función. Un repositorio abierto con una buena secuencia de objetos de aprendizaje es la esencia de un MOOC (solo le falta lo que aún funciona mal en ellos, la interacción y evaluación). Por otro lado, una secuencia de objetos de aprendizaje muy basada en vídeos es el corazón de las clases invertidas (the flipped classrom). Parece que si la lección está en vídeo en vez de en texto, puede sustituir a la clase magistral estándar (que es muy poco magistral) liberando el tiempo síncrono para actividades que le sacan auténtico partido a la sincronía: dudas y ejercicios.

Mi respuesta, por tanto, es que no es sensato ir hoy en día al aula a tiza pelada. Mi herramienta fundamental es el blog, un elemento que hace las veces de libro de texto. Un libro de texto que en ocasiones se lee solo, convirtiéndose en la lección. Un libro de texto que se actualiza de forma incremental y colectiva, con pequeñas mejoras constantes (añadidas por el profesor) debidas al esfuerzo de muchos autores (que son los que realmente generan contenidos nuevos). Un libro de texto que empieza a permitir que la docencia se suba también a hombros de gigantes.

Por cierto, este texto es en parte una racionalización del uso real que hago de blogs, que se puede ver en la pestaña "course ware" del blog
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(1) De una u otra forma tengo este modelo en la cabeza desde hace años (enlace), aunque entonces era aún más carca y consideraba sólo la comunicación unidireccional profesor estudiante

7 comentarios:

Ainhoa Ezeiza dijo...

Hola Joaquín:

Te decía en Twitter que disiento porque aunque toda tu formulación lleva a una mejora docente, el planteamiento sigue siendo prioritariamente transmisivo.

En docencia no subimos a hombros de gigantes porque los gigantes son demasiado pequeños para verlos, porque no son existe el premio nobel de docencia ni nada que haga visibles a personas que construyen sobre las formas humanas de aprender (salvo neurólogos etc, los "verdaderos científicos"...). Investigar en docencia es MUY difícil y de validez limitada, lo que no significa que no se conozcan principios interesantes.

Para no liarme en un comentario infumable: el planteamiento transmisivo impone un conocimiento cuando sabemos que el aprendizaje es más profundo cuando es manipulado, explorado, descubierto... La clave no está en la calidad de los contenidos sino en la forma en la que se llega a esos contenidos, se profundiza y se abarca ese conocimiento.

Para mí, darle la vuelta a la clase no consiste en una cuestión de contenidos sino en que la docencia deje de ser el eje y se construya el conocimiento desde los estudiantes. Lo demás no me parece más que formas de "cebar" a unos estudiantes acostumbrados a esperar en su corral la ración del docente de turno. "Don´t feed students" ;-)

Joaquín Sevilla dijo...

Siii... pero no del todo.

Coincido contigo en términos generales. La mayor parte de la acción educativa (planteada de los 0 a los 30 o 99 años) se tiene que desplazar del enseñar al aprender, que es lo que de verdad se incorpora, se hace útil y merece la pena.

Pero yo me quería referir a situaciones formativas altamente centradas en los contenidos, como es la formación profesional y son muchas carreras técnicas (o trozos, de hecho me refería a "una asignatura" con cierta intención). Aún en esos entornos hay que hacer la educación más activa, sin duda. Pero si mis estudiantes han de aprender la precesión giroscópica (antes de usar un simulador/ juego, hacer ejercicios, discutir casos cotidianos, documentarse y exponer en público) mucho mejor que vean este vídeo https://www.youtube.com/watch?v=ty9QSiVC2g0 que cualquier explicación que pueda improvisar yo con la tiza y poco más. Renunciar a ese vídeo me parece un crimen, eso es lo que quería comentar en la entrada.

Ainhoa Ezeiza dijo...

Si, por supuesto, eso lo he entendido muy bien. Solo que creo que ese camino de mejora es solo más de lo mismo. Mejor, pero de lo mismo.

Hay que despertar al alumnado, el vídeo de youtube ya lo encontrarán ellos si están despiertos ;-)

Anónimo dijo...

Mis saluods; muy buena la entrada. Mi unico cuestionamiento es al titulo; esa frase de Newton es mjuy infeliz; el no la hizo para decir lo que todos creemos; lo hizo para burlarse de Hook (el del resote), con quien mantenia una pelea o discusion. Hook era maltrecho: tenia una joroba...Marcial Fonseca

Joaquín Sevilla dijo...

La historia, como el recuerdo, filtran la realidad y en general la embellecen. No sabía que la historia de la frase fura tan lamentable...

Ana Allueva dijo...

Hola Joaquín, he leído tu entrada y acabo de recomendarla en nuestro blog porque ahora justamente estamos hablando sobre el tema del rol de los docentes en esta nueva era digital.

Comento que en mi experiencia personal creo que una herramienta fundamental hoy es un LMS o una plataforma de enseñanza, que además de que también puede incluir el formato blog -o integrarlo con la plataforma-, incluye soluciones para interactuar con el estudiante, el trabajo colaborativo, la secuenciación adaptativa en el aprendizaje, la evaluación y la gestión académica, etc. No obstante, depende mucho del entorno docente, de quiénes son nuestros estudiantes y cuáles son sus intereses.

En todo caso creo que debe haber también una apuesta fundamental por la personalización del aprendizaje, que es muy difícil de llevar a cabo en una situación de docencia masiva. Simplemente, es distinto; pero en cualquier situación las herramientas que utilizamos son fundamentales y casi todas permiten abordar y mejorar los procesos de aprendizaje de la forma más adecuada y eficiente. Eso sí, sin olvidar que son justamente eso, las herramientas.

Te felicito por tu blog y el excelente uso docente que haces.

 

Joaquín Sevilla dijo...

¡Muchas gracias Ana!

Claro que los LMS son potentes, y se puede hacer casi cualquier cosa allí. De los blogs me gusta que sean abiertos, la idea de que la clase pierde las paredes del aula me resulta especialmente atractiva... Además del aula real, no de una versión plastificada especialmente diseñada para ser mostrada (como es el OCW).

Si se tratara de formación on-line tendría que replantear muchas cosas, pero en el caso de complemento a formación esencialmente presencial (que es lo que hago), la personalización y la motivación encuentran su vía en la relación física.

Gracias de nuevo por tus elogios. Saludos