sábado, 28 de mayo de 2011

Parábolas pamplonesas

En un parque de Pamplona, como en muchos otros lugares, hay una fuente que tiene chorros de agua que salen por unas toberas inclinadas. Los chorros de agua que salen dibujan en el aire figuras geométricas precisas: parábolas. Bueno, precisas en la medida que lo permite el rozamiento del aire, el viento y algunas otras perturbaciones, pero si no cogemos el pie de rey, salen muy bien.
El viaje de cada gota de agua desde la tobera hasta el estanque se puede analizar de forma sencilla imaginando dos movimientos separados: uno vertical y otro horizontal. Horizontalmente viaja con velocidad constante, mientras que verticalmente sale con una velocidad que la gravedad de la tierra va frenando poco a poco hasta que la detiene (en el punto más alto de la trayectoria) y comienza a acelerarla hacia abajo. Si ahora recomponemos mentalmente el movimiento horizontal constante y el vertical acelerado de ida y vuelta obtenemos la trayectoria parabólica observada. Esa descomposición en componentes es muy conveniente para pasar de la descripción cualitativa a la cuantitativa, poniéndole las ecuaciones correspondientes, pero eso no nos interesa aquí (en la wikipedia mismo hay un desarrollo).

Aunque la parábola es simétrica, podemos saber en la foto de donde sale el agua y donde llega (aunque tapemos la tobera y el estanqué) ¿a que si? En la zona de salida del agua el chorro es continuo, mientras que a medida que avanza se va fragmentando en gotas, y cuanto más lejos llegan más separadas están. Dentro de la tubería el agua es un fluido continuo movido por la presión de la bomba que la impulsa y limitado por las paredes de la tubería. En cuanto sale al aire libre ya no está comprimida por una tubería, pero aún así conserva la misma forma de tubo que traía. Las moléculas de agua se atraen unas a otras (por eso es un líquido y no un gas), de forma que cada molécula es atraída por todas sus vecinas. Eso hace que las que están en la superficie exterior sólo estén atraídas hacia dentro del fluido. Ese hecho da lugar al efecto que se conoce como "tensión superficial" y que supone que la capa exterior del líquido actúa como una leve bolsa que encierra al resto. Esta tensión superficial es la responsable de mantener la forma cilíndrica del chorro a su salida de la tobera, y también la responsable de que se fraccione en gotas. El líquido, en ausencia de otras fuerzas, tiende a formar esferas ya que esta es la forma en la que la tensión superficial está totalmente equilibrada. Así, en su viaje por el aire el chorro se va rompiendo en gotas aisladas. Luego, en la parte de bajada del chorro, el movimiento uniformemente acelerado va haciendo que la separación entre gotas aumente. Cada una va detrás de la anterior a intervalos de tiempo constantes, pero a medida que viajan todas más deprisa, a ese intervalo de tiempo le corresponde un espacio progresivamente mayor (lo mismo ocurre cuando una fila de coches se acelera, el espaciado entre ellos crece). En resumen, la asimetría que observábamos en la parábola se debe a la formación de gotas causada por la tensión superficial y su evolución en el movimiento acelerado.

En la foto quedan más detalles científicos interesantes de analizar. Uno lo tenemos en las diferentes formas que se observan en las dos familias de parábolas. La que se ve en primer plano está alineada por el vértice, con lo que parece que están unas dentro de otras, mientras que las de la izquierda están alineadas por el máximo, cortándose unas a otras. Otro lo encontramos en la irisación que se aprecia en la nube de gotitas que hay entre los dos racimos de parábolas, sobre la superficie. Ahí el agua pulverizada proporciona un montón de gotitas esféricas en las que la luz blanca se descompone en los colores que la forman dando lugar a un mini arco iris. Pero bueno, tampoco es cosa de enrollarse más, que hay que seguir con el paseo.

ACTUALIZACION (Spt 2011). El agua, ademas de lanzarla y dejarla caer, se puede amaestrar mas. Por ejemplo dejandola caer por agujeritos en momentos controlados electronicamente, que no? Vease ESTE video que no tiene desperdicio (via Microsiervos

miércoles, 25 de mayo de 2011

Velocidad del sonido, ahora un vídeo

"Se lo que me gusta y me gusta lo que se", (I know what I like and I like what I know) dice un verso de una canción de Genesis (impresionante en directo, por cierto). Supongo que es por eso que poco a poco la medida de la velocidad del sonido se está convirtiendo en un clásico en este blog. Hace unos meses tuvimos una entrada resumen de lo tratado hasta el momento, pero ahora me encuentro con experimento que describí hace casi un año, filmado en vídeo. No he podido evitar copiarlo aquí y continuar la serie:

domingo, 22 de mayo de 2011

El emperador va desnudo

Dentro de un par de horas se cerrarán los colegios electorales. Poco a poco se irán conociendo los candidatos ganadores, los que han obtenido la potestad para gobernar los ayuntamientos y comunidades que correspondan (y que serán los que decían las encuestas de hace 15 días casi con certeza). Pero esta vez la autoridad moral para ejercer esa potestad se ha visto muy seriamente cuestionada por los movimientos #15M, #nolesvotes, #spanishrevolution, #acampadasol que comentábamos en la entrada anterior.

Ya hay ríos de tinta (más aún de bits) sobre el fenómeno: la autoorganización, el papel de las redes sociales , lo ordenado y pacífico del fenómeno, lo contagioso, lo ilusionante... También sobre la dificultad de convertir esa fuerza que parte de la indignación en una acción positiva. Esto se ha visto especialmente bien cuando se ha empezado a trabajar en asambleas para elaborar tablas reivindicativas: cuanto más se trabaja más adeptos se pierde. Sin embargo yo creo que hay unos mínimos indiscutibles que son los que han causado el grueso de la indignación y en los que coincide la gran mayoría.

Para muestra un botón. En la concentración de Pamplona, un niño (que me es muy próximo) se escapó de sus padres y se marchó directo a por el micrófono para evidenciar que hasta un niño de 10 años descubre el ridículo papel que hacen los politicos de los partidos en el ejercicio del poder.
El video que alguien hizo ha dado muchas vueltas en internet (Mename, La Información), televisión y hasta en la prensa. En los comentarios de alguno de estos sitios alguien decía "El emperador va desnudo", y me dejó pensando ¿alguien cree que lo que hacen "los míos" está siempre bien y lo de "los otros" siempre mal? Hasta los corruptos se perciben de forma diferente, los de mi lado son persecuciones políticas por tonterías y hay que hacer valer la presunción de inocencia, mientras que los del otro lado son unos casos gravísimos... Hasta Miguel se da cuenta de que eso es una pantomima que permite eludir la responabilidad real de proponer, negociar y en última instancia gobernar. Claro que él lo dice mucho mejor, más breve y contundentemente que yo.

martes, 17 de mayo de 2011

España no es Egipto y otras obviedades

La noticia de esta mañana es que se ha desalojado la acampada que se había establecido en Madrid al acabar la manifestación del domingo 15 de mayo (ver vídeo). Esta manifestación y las posteriores acampadas (porque hay también en otras ciudades) son el paso al mundo real de un movimiento iniciado en las redes sociales virtuales (especialmente en Twitter) que nuclea el descontento de mucha gente con la situación sociopolítica actual. El asunto es interesantísimo, y tiene muchas vertientes sobre las que se puede reflexionar un montón y que no sería raro que dieran lugar a tesis doctorales en el futuro: la movilización a través de la red, el paso a acciones físicas, la cobertura (o falta de ella) de los medios de comunicación, las razones del descontento, el posicionamiento (o ausencia de él) de los partidos políticos, y muchos más. Yo me voy a intentar centrar aquí en la cuestión  que se encierra en el hashtag #SpanishRevolution.

El malestar que hoy termina en acampada desalojada comenzó al empezar a comentarse en la red el absurdo papel de los políticos en ejercicio ante la crisis: todo el tiempo atacando al contrario por un quítame allá esas pajas y sin intentar nada mientras la población vive cada vez peor. De ahí surge la idea #NoLesVotes, que se ve muy alentada por el listado de casos de corrupción que salpica a todos los partidos que gobiernan en uno u otro lado. La propuesta #NoLesVotes es clara, en las próximas elecciones hay que votar, pero a ningún partido de los que ostenta el poder (fundamentalmente se trata de excluir del voto al PSOE, PP y CiU). Hasta ahí lo entiendo, aceptamos el sistema democrático formal y proponemos una estrategia dentro del mismo para mover la sociedad de alguna manera. El siguiente paso surge de la sana envidia de las revoluciones de los países árabes, y plantea salir a la calle para reclamar "democracia real"y eso si que no lo entiendo.

La democracia es un conjunto de reglas, al igual que el futbol es un conjunto de reglas. Y si el partido es aburrido no es porque las reglas no sean "reales", sino porque los jugadores no lo hacen interesante, porque los entrenadores no fichan y alinean a los adecuados, porque los directivos mantienen a esos entrenadores y, en última instancia porque los socios mantienen a esos directivos. Quizá se pueda mejorar el espectáculo ajustando las reglas (como cuando en la liga se pasó a 3 puntos por la victoria), pero volverse contra "el futbol" porque no resulta interesante no lo veo justificado.

En Tunez o en Egipto no había un sistema democrático formal realmente establecido, y las protestas podían unir a todo el mundo en un objetivo claro: conseguirlas. Pero aquí ya las tenemos, por más que algunos magnifiquen los excesos y disfunciones intentando dar a entender que no hay democracia real o derechos civiles. Entonces ¿que es lo que se pretende en las manifestaciones y acampadas de estos días?

Esa es la gran pregunta: cómo convertir la inmensa fuerza del descontento descarado y solidarizado en una fuerza constructiva capaz de porducir un cambio positivo. Pero me temo que nadie tiene respuestas: las octavillas que se repartían en la manifestación del 15M contenían un conjunto de medidas heterogéneas y alicortas que en realidad podría suscribir cualquier partido de los que no hay que votar.

Está claro que la vuelta de tuerca neoliberal que se ha dado a propósito de la crisis no gusta: la sensación (yo creo que real) de que los gobiernos ya no gobiernan, sino que son "los mercados financieros" los que lo hacen, las medidas de "ajuste" a que obligan (bajadas de sueldos, empeoramiento de las jubilaciones, ...). Y además no está sirviendo para producir un relanzamiento de la economía. Pero todo lo que suene a socialismo suscita una urticaria intelectual aún mayor. Nadie se atreve a proponer en serio nacionalizaciones, aranceles contra el dumping social, tasas contra los movimientos de capital especulativo, etc. 

Entre tanto intelectual se salón, ¿no habrá por ahí un ideólogo de verdad que se ponga con un buen manifiesto para el siglo XXI?

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Artículos sobre el tema que me han gustado: Error500, Ruina imponente, Politikon, Golem

sábado, 14 de mayo de 2011

Plan: vamos a hacer lo que tenemos que hacer

Leo que se aprueba el siguiente plan estratégico de la universidad. Hace tiempo (casi tres años ya) comentaba aquí sobre el mismo tema, y el paso de ese tiempo no me ha hecho cambiar de opinión, más bien al contrario: los planes estratégicos no son herramientas adecuadas a la gestión de comunidades, y en la medida en que la universidad es por encima de todo la comunidad universitaria, no hay nada que hacer.

Si miramos lo que dice la nota de prensa sobre el plan estratégico, resulta que los ejes estratégicos de actuación propuestos son: la formación, la investigación (y transferencia) y la extensión universitaria. Esas tres cuestiones resulta que son las funciones de la universidad tal y como vienen determinadas en el artículo 1 de la Ley Orgánica de Universidades, (así como en las leyes anteriores al menos desde la transición). Está muy bien que el plan estratégico de la universidad coincida con lo que la universidad tiene que hacer por encargo de la sociedad a la que sirve... pero para este viaje no hacen falta alforjas. Para acabar en esa identificación de los obketivos estratégicos con los fines legales, no hace falta ningún proceso de reflexión, ni repetir el proceso bienalmente. De hecho es que el mismo plan serviría para todas las universidades españolas.

Se puede argumentar que dónde empieza la diferencia es en la forma en que se quieren desarrollar los objetivos de la institución, y algo de eso hay, pero eso no es planificación estratégica; no va más allá de un plan de actuación lleno de declaraciones de intenciones y propuestas obvias.
Que quede claro que no critico este plan estratégico de esta universidad por que sea especialmente malo o algo así, lo uso de ejemplo de todos los planes estratégicos de todas las universidades públicas españolas. Es un ejemplo de un problema general: las comunidades no admiten planificación estratégica, su auténtico objetivo estratégico es la mejora de la calidad de vida de sus componentes.

Es posible que el endurecimiento del escenario financiero de las universidades obligue entre otras cosas (como a diferenciarse unas de otras, a competir, a preocuparse por la satisfacción del usuario, etc.) a involucrarse por completo en procesos de planificación estratégica, pero de momento no son más que tristes pantomimas.

lunes, 9 de mayo de 2011

Tu eliges, tu decides

No termino de entender esta noticia. Yo creía que desde que se puso en marcha el proyecto "tu eliges, tu decides", la Caja de Navarra había dejado de financiar proyectos por otros caminos. La publicidad de la "banca cívica" se harta de repetir que el dinero se destina a lo que deciden los clientes. La implantación del "tu eliges, tu decides" fue lo que acabó con un acuerdo marco entre la UPNA y la CAN que suponía mucho dinero para la universidad. Sin embargo el acuerdo reseñado en la noticia no parece que vaya por por la cosa de los votos de los clientes y demás. Cualquiera sabe...

miércoles, 4 de mayo de 2011

Enchufados por las orejas

En vuelo transoceánico. Cada pasajero tiene su pantallita y elige la película que ve o la música que oye. Incluso familias que ven la misma película lo hacen cada uno en su pantalla, a su ritmo. Todos con los oídos enchufados a través de unos auriculares; cuando te quitas los tuyos sólo se oyen los motores y el crujir lejano de alguna bolsita de cacahuetes.

Ayer en el tren todos veíamos la misma película, pero con el sonido individualizado. Al contrario de lo que ocurre con los partidos de fútbol vistos en compañía, esa fragmentación del sonido inhibe la expresión de los sentimientos, aunque la película tenía golpes de mucho humor nadie se atrevía a reír abiertamente; sonrisas amplias y alguna carcajada incontrolada y fugaz a lo sumo.

La fragmentación del ocio hasta la completa individualización aunque ha ido ocurriendo de forma progresiva, ha sido suficientemente rápida como para resultar muy patente; y muestra diversos aspectos curiosos. Uno primero es la contención, la inhibición de la exteriorización de los sentimientos que produce como acabamos de comentar. Otro es la dependencia de los auriculares, tanto que entre los adolescentes se han convertido en un elemento más de la moda y se suceden tendencias de miniaturización o agigantamiento. Estaría bien ir analizando si esta vida con sonido postizo permanentemente tiene algún efecto, nocivo presumiblemente, sobre los oídos, que no evolucionaron para ese entorno precisamente.

Por último, pero seguramente lo más importante, está el confinamiento a la “zona de confort” personal: la selección de lo que se ve y lo que se oye se basa en criterios preexistentes, y si se realiza de forma permanente uno no se expone a la serendipia de poder encontrar algo inesperado (y maravilloso) en lo que pongan en la tele, o dónde sea. Esta idea no es mía, se la leí a Psudópodo AQUÍ. A continuación copio literalmente un trozo de su post que me resultó impactante:

“En otros tiempos estábamos resignados (todavía en muchos países lo están) a que la persona con quien vamos a compartir nuestra vida fuera elegida sin concurso de nuestra voluntad: los padres arreglaban los matrimonios. Ahora no toleraríamos eso, aunque sí toleramos que nuestros compañeros de trabajo o la gente con la que compartimos un rato en el autobús no sean elegidos por nosotros.

Pero cada vez menos: la transición que se produjo en el plano del proyecto de vida ahora se está produciendo en los ratos eventuales: queremos pasarlos con quien queremos (hablando por el móvil, pero también escuchando nuestra música) y no con quien la suerte nos ha asignado.

Esto parece que está bien, pero nos empobrece: deja de existir el input de la experiencia directa que decía Michael Crichton “

En el anterior vuelo trasatlántico que hice no había pantallita, pasé buena parte del viaje charlando con mi compañero de asiento, al que no conocía y no he vuelto a ver desde entonces, aunque recuerdo buena parte de la conversación. Ahora me vuelvo a la pantallita de las películas dudando de que vaya a recordar en el futuro nada de lo que vea hoy.