domingo, 7 de marzo de 2021

Morella y las patentes

Preparando la selectividad estaba leyéndome El Señor de los Anillos (hace 40 años largos). Me hacía trampas motivacionales de permitirme leer un capítulo de la novela cuando acabara tal o cual tema. En las vacaciones de verano, ya con la selectividad aprobada, organizamos un viaje a Morella con parte de la familia. Tenía una imagen idealizada del Maestrazgo por culpa de Pío Baroja y aquella excursión me parecía una idea magnífica. Sin embargo la llegada a ese pueblo maravilloso no sintonizó con don Pío, sino con Tolkein. Subir por las calles de Morella, pasando trozos de muralla y dando vueltas a mil esquinas era revivir pasajes del Señor de los Anillos, en concreto las aventuras que se desarrollan en Minas Tirith.

 

Una ciudad con siete murallas concéntricas permite batallas en las que, cuando cae una, te repliegas a la siguiente y sigues estando en posición de ventaja- La verdad es que aquello sonaba a mucha fantasía leyéndolo en Madrid. De alguna forma me imaginaba las murallas por el barrio de Salamanca o algo así y la cosa no tenía ningún sentido. Claro que faltaba la tercera dimensión, esos siete círculos están sucesivamente más arriba en una colina. Paseando por Morella no solo lo entiendes, es que no podría ser de otra forma. Y no hacen falta murallas propiamente dichas, la configuración de las casas ya genera planos a los que cuesta subir. Vivir a diario en un sitio así tiene que ser fatigoso, pero a cambio ante una amenaza externa da una ventaja enorme a los de dentro.

Lo de los anillos concéntricos de protección me lo volví a encontrar en una reunión sobre patentes, cuando los expertos nos explicaban a los potenciales inventores como redactar lo que realmente quieres proteger con ella, las “reclamaciones” (claims). Lo que te recomiendan es que coloques lo que te parece novedoso de tu invento en una secuencia de frases progresivamente más restrictivas. Por ejemplo (i) una bicicleta con manillar, (ii) i con manillar de fibra de carbono, (iii) ii con la fibra nanotexturada, (iv) iii con el nanotexturado romboédrico… El símil es que esas reclamaciones anidadas son tus barreras de protección que serán atacadas por los revisores que han de conceder o no la patente. No parece que te permitan patentar una bicicleta con manillar, eso existe hace muchos años. Tu primera muralla ha caído, pero está la segunda. Quizá lo único verdaderamente novedoso esté en la última, o ni siquiera. Pero estructurando así la información parece ser que es como más posibilidades tiene de “resistir los ataques” de los evaluadores.

A ver si se alivia un poco la pandemia y podemos retomar aquella costumbre de viajar. Me han entrado unas ganas enormes de volver a Morella, a esa Minas Tirith de Castellón, inspiración de redactores de patentes de mentalidad belicosa y medieval.


Tuit de turismo de Morella (de donde sale la imagen)
Minas Tirith en la Wikipedia
Nested patent claims

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