En febrero me invitaron a dar una charla en la semana de la electrónica de I2Tec, una asociación de estudiantes de la UPNA (muy) aficionados a la electrónica. Pensando en contar algo original y que diera algún contrapunto a los tecnicismos frikis de muchas otras charlas se me ocurrió hablar de la electrónica vieja, y por extensión de la tecnología antigüa. Utilicé estas diapositivas, debajo hago un resumen.
Mi primer trabajo tras acabar la tesis fue en Whestinghouse, en la oficina en Madrid desde la que se daba servicio a las centrales nucleares que había construido esa empresa en España. Una parte de mi trabajo era dar cursos de los sistemas de control de esas centrales, sistemas llenitos de electrónica analógica... que parcialmente sigue en servicio hoy en día.
Uno de mis últimos trabajos incluia la dirección del museo de la UPNA de ciencia y tecnología. Ahí he tenido ocasión de tratar con personas mayores, jubilados de un trabajo de mantenimiento de equipos tecnológicos (centralitas telefónicas, telex, radios,...). Estas personas estaban enamoradas hasta el extremo de sus "cacharros". Al hilo de esto se me ocurría preguntarme que piezas (elementos tecnológicos) tienen nombre propio y cuales no.
De los dos ejemplos se saca una conclusión, lo que hace interesante una tecnología no sólo es su funcionalidad (ni su relación funcionalidad precio). Hay otras muchas cosas que ayudan a confiar en ellas, tanto a nivel personal (enamorándose de ellas) como social, generando normativas de certificación (que es la razón que mantiene en uso la electrónica analógica en la industria nuclear). Con un repaso a algunas de las características que generan confianza en una tecnología terminaba la charla.
Les agradezco mucho la invitación a las personas que forman I2Tec.
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