Me voy a permitir una pequeña excursión egocéntrica... bueno, en realidad no se como llamarlo porque no se trata propiamente de mi, sino de sosias que vivieron en el siglo XIX y que compartieron conmigo nombre y apellido. No son nombres raros, seguro que hubo muchos más. Con esto de la sociedad de la información, no sólo se produce cada vez más información, sino que se va incorporando a la red documentación antigua, a veces mucho.
El primer Joaquín Sevilla del que tengo noticia no fue por internet sino por un amigo que me pasó el pdf de un periódico del 15 de agosto de 1855 en el que se habla de un Joaquín Sevilla gobernador de Navarra. El recorte está en la figura adjunta, y el periódico entero, por si alguien tiene muchas ganas de ver lo pesados que eran, está aquí. El hombre aquel anduvo por los pueblos azotados por una epidemia de cólera y alguien dijo que con poco valor, y en esta noticia se le pretende restituir la honra.
El segundo es un convicto, condenado por los británicos a 14 años de cárcel desterrado a una prisión australiana. Para allá partió a bordo de La Sultana, junto con otros 224 convictos el 26 de mayo de 1856. La información procede de la digitalización de unos archivos de transporte de prisioneros de la época (aquí).
Por último, en la Biografía de los Héroes y Caudillos de la Revolución Mexicana, se le dedica un capítulo a un capitán que contribuyó a la revolución de San Luís Potosí en 1810. Tras una serie de aventuras dice que vivió muchos años y llegó a General de la República.
No quería más que dejar constancia del rastro digital que dejaron estos tres personajes (porque supongo que serán todos distintos) a pesar de que su tiempo estuvo tan lejos del mundo digital.
El primer Joaquín Sevilla del que tengo noticia no fue por internet sino por un amigo que me pasó el pdf de un periódico del 15 de agosto de 1855 en el que se habla de un Joaquín Sevilla gobernador de Navarra. El recorte está en la figura adjunta, y el periódico entero, por si alguien tiene muchas ganas de ver lo pesados que eran, está aquí. El hombre aquel anduvo por los pueblos azotados por una epidemia de cólera y alguien dijo que con poco valor, y en esta noticia se le pretende restituir la honra.
El segundo es un convicto, condenado por los británicos a 14 años de cárcel desterrado a una prisión australiana. Para allá partió a bordo de La Sultana, junto con otros 224 convictos el 26 de mayo de 1856. La información procede de la digitalización de unos archivos de transporte de prisioneros de la época (aquí).
Por último, en la Biografía de los Héroes y Caudillos de la Revolución Mexicana, se le dedica un capítulo a un capitán que contribuyó a la revolución de San Luís Potosí en 1810. Tras una serie de aventuras dice que vivió muchos años y llegó a General de la República.
No quería más que dejar constancia del rastro digital que dejaron estos tres personajes (porque supongo que serán todos distintos) a pesar de que su tiempo estuvo tan lejos del mundo digital.
(No deja de ser curioso que reseñando la huella digital de estos tipos fuera cuando Google me cerró la cuenta- por error- borrando gran parte de la mía. Menos mal que ya se arregló la cosa)
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