domingo, 17 de septiembre de 2023

Una tarde de verano, en Naukas Bilbao.

 

Se volvió a llenar el palacio Euskalduna, no tanto como antes de la pandemia, pero casi completa la platea, 1200 asientos. La tarde del sábado 16 de septiembre, hacia las 19:30 me tocó el turno y conté la historia que anunciaba en la entrada anterior.

He dejado las diapositivas utilizadas para que se abran en otra pestaña del navegador pinchando aquí.

También hay grabación de los 10 minutos, muy bien realizada por la Eitb además. Se abre pinchando en este sitio.

Es una historia de ciencia cotidiana en la recorriendo detalles de una foto más o menos anodina aparecen varios aspectos interesantes. Tito Eliatrón me ha comentado que le podía añadir un elemento más, de matemáticas, a propósito del teselado. Es verdad, si exprimimos la idea ese es otro elemento; y quizá también se pudiera hablar de la corrosión de los barrotes de hierro que hay en la parte superior de la foto o de la fotosíntesis responsable última del color verde de las plantas que asoman por la barandilla. Pero bueno, ya hay bastante con lo que hay.

Aparte del subidón que supone dar una charla ante semejante auditorio, todo el fin de semana rodeado de gente listísima e interesante es algo fantástico. Un grupo de gente que nos vamos viendo ratos cortos muy de vez en cuando, pero que hemos generado un sentimiento de pertenencia, de "cuadrilla", bastante fuerte. Seguramente como no es la actividad principal de nadie es un ámbito en el que no es necesario competir y de ahí surge ese compañerismo tan inhabitual en otros ámbitos. Sea como fuere, el caso es que han sido dos días maravillosos que, al acabar, dejan una curiosa resaca emocional. A esperar la siguiente ocasión. 

Por cierto, todas las charlas de Naukas merecen sobradamente los 10 minutos que duran. Son buenísimas todas, o casi, quizá hay dos o tres que son solo buenas, en todo caso es mejor que cada cual juzgue por sí misma, se accede a ellas desde aquí.

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